Consejos rápidos

Consejos

Dé instrucciones cuando necesite que su hijo haga algo o cuando esté haciendo algo peligroso o destructivo que necesite detener de inmediato. Cuando su hijo siga sus órdenes, elógielo para que sepa que está orgulloso de él por haber hecho lo que le pidió. También deberá encontrar otros momentos en el día para elogiarlo y recompensarlo, de manera que sus interacciones diarias no sean siempre sobre impartir instrucciones y corregir malas conductas.

Pasos para dar instrucciones:

  1. Capte la atención del niño. Asegúrese de tener la atención de su hijo. Tal vez desee inclinarse, agacharse o sentarse a su lado a fin de hacer contacto visual con él.
  2. Dé la instrucción. Dígale lo que desea que HAGA en lugar de lo que NO quiere que haga.
    • Asegúrese de que la instrucción sea adecuada a la edad y la capacidad del niño.
    • Dígale a su hijo exactamente la conducta que desea ver.
      • Usar palabras como “no”, “deja de”, “basta” o “detente” detendrán la mala conducta en forma momentánea, pero también debe decirle a su hijo lo que quiere que haga en lugar de lo que estaba haciendo. Por ejemplo, si no quiere que grite, puede decirle: “Por favor, habla sin gritar dentro de la casa”.
      • Asegúrese de que la instrucción sea específica. Evite decir cosas como “pórtate bien”. Dígale a su hijo exactamente lo que quiere que haga, como “deja las manos quietas” o “escucha a tu maestra”.
      • Haga la instrucción en forma de afirmación. Si da la instrucción como una pregunta, le da al niño la posibilidad de decir “no”.
    • Dé una instrucción a la vez.
    • Hágalo en tono neutro. Evite gritar o levantar la voz para que su hijo siga sus órdenes.
    • Sea cortés y respetuoso. Ser un modelo de cortesía y respeto al darle instrucciones a su hijo le enseñará a este buenos modales.
    • Use gestos si los necesita. Los niños a veces no entienden lo que se les pide que hagan. Un movimiento simple con las manos puede darles las pistas que necesitan para entender.
    • Elija las palabras con cuidado. Dé instrucciones que indiquen claramente lo que espera que su hijo haga y solo use palabras como “hagamos” cuando vaya a ayudarlo.
    • Dele opciones limitadas. Puede darle opciones solo cuando esté dispuesto a aceptar lo que el niño elija. Con los niños pequeños funciona mejor ofrecer solo dos opciones.
    • Dé explicaciones oportunas y cuidadosamente. Si su hijo pregunta “por qué” recibe una instrucción, dele una razón antes de dar la instrucción o después de que el niño cumpla la orden. Un largo intercambio de preguntas y respuestas puede hacer que su hijo olvide lo que debía hacer.
  1. Verifique el cumplimiento. Asegúrese de que su hijo siga sus instrucciones. Los niños pueden ser creativos así que a veces puede ser complicado comprobar que hayan hecho lo que se les pidió. Puede que parezca que no siguieron las instrucciones al:
    • Hacer algo un poco diferente. Si el niño no hace lo que le dijo que hiciera, no está siguiendo sus instrucciones.
    • Perder el tiempo o retrasar algo. A veces los niños no hacen de inmediato lo que se les pide. En lugar de hacerlo, dicen “espera un minuto” o afirman que terminarán otra cosa antes de cumplir con su instrucción. Se considera que esto no es seguir las instrucciones.
    • Fingir que no oyen. Muchos niños ignoran las instrucciones con la intención de retrasar o evitar hacer lo que se les ordenó. Se considera que esto no es seguir las instrucciones.
    • Cumplir una parte de la instrucción. Los niños a veces hacen solo una parte de lo indicado. Si está claro que su hijo entendió y es capaz de hacer lo solicitado, hacer solo una parte de lo que se le pidió cuenta como no seguir sus instrucciones.
    • Seguir instrucciones con mala actitud. Los niños pueden cumplir las órdenes, pero con mala actitud. Si su hijo hizo lo que usted le pidió, siguió la instrucción. Si desea que cumpla su orden sin mala actitud, dígaselo en una futura instrucción.
    • Deshacer. A veces los niños hacen lo que se les pide, pero luego lo deshacen. Esto se considera seguir la instrucción. Puede que necesite dar una segunda instrucción o una más específica para que su hijo haga lo que usted desea y no lo revierta.
  1. Agregue una consecuencia. Si su hijo sigue sus instrucciones, dígale con exactitud lo que le gusta con respecto a eso. Si no sigue sus instrucciones, aplique una consecuencia por no hacer lo que le ha indicado. Puede elegir enviarlo a un tiempo fuera, quitarle un privilegio u otra consecuencia. Cuando termine esa consecuencia por no seguir sus instrucciones, el niño aún deberá hacer lo que se le había indicado en primer lugar. Una vez que lo haga, vuelva a tener una interacción positiva con él.