Respuestas de expertos
R: Muchos padres enfrentan esta dificultad. Tenga en cuenta que los niños pequeños y prescolares tienen periodos de concentración muy breves. Cuando les decimos que hagan más de una cosa a la vez, por lo general no pueden recordarlo todo. Es probable que su hijo solo recuerde lo primero que usted le diga. En este caso, usted le dijo que tendiera su cama primero, y eso es lo que él hizo. Es posible que haya olvidado el resto. Si le da una indicación a la vez, es más probable que lo escuche y le haga caso.
R: Los padres suelen sentirse así. Cuando los niños son pequeños o están en edad prescolar, los padres TIENEN que pasar mucho tiempo corrigiendo sus conductas. Es común que se sientan agobiados por todo lo que deben enseñarles. Es parte de nuestro trabajo establecer límites a sus conductas en forma temprana, para que aprendan a escuchar y a respetar las reglas y las instrucciones. Esta es la manera en que comenzamos a compartir nuestros valores y les enseñamos la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto. También está bien dejar que su hijo elija algunas veces. Decida cuáles son los problemas más importantes y entienda que no tiene que tomar todas las decisiones. Su hijo puede cometer errores, pero eso también está bien. Los niños aprenden de los errores al igual que de lo que les enseñamos.
R: Es común que los niños pongan a prueba los límites y no escuchen las instrucciones. Esto puede ser muy frustrante para los padres. Una de las primeras cosas que se deben recordar para lograr que los niños hagan lo que uno desea es darles una buena orden. Una buena orden es una afirmación, no una pregunta. Preguntas como “¿te gustaría ordenar tus juguetes?” u “ordena tus juguetes, ¿sí?” le dan a su hijo la posibilidad de responder “no”. Las buenas órdenes son afirmaciones que le dicen a su hijo exactamente lo que desea que haga. Por ejemplo, podría decir: “Coloca tus muñecas en la caja de juguetes”. Esta es una afirmación clara de lo que usted desea que su hija haga. Si su hija dice “no”, entonces no estará cumpliendo con su indicación y usted deberá aplicar una consecuencia. Si utiliza buenas instrucciones y cumple con las consecuencias en forma sistemática cuando la niña no las sigue, su hija aprenderá que debe hacer lo que usted dice. Haga clic aquí para obtener más información sobre cómo dar instrucciones.
R: Parece que ha caído en lo que se llama “la trampa del grito”. Su hijo ha aprendido que solo debe hacerle caso cuando usted comienza a gritarle. Con el tiempo, puede que necesite gritar más fuerte y hacer más amenazas para que su hijo haga lo que usted quiere que haga. Esto puede ser agotador y frustrante para los padres. Cambiar la forma en que usted da las instrucciones puede ayudar. Dé una indicación a la vez en tono neutro y firme, sin gritar ni suplicar. Si el niño no acata su orden, aplique una consecuencia de inmediato. Si usa un tono neutro y firme al dar la instrucción, y siempre cumple al aplicar la consecuencia cuando el niño no hace lo que se le ordena, su hijo aprenderá que tiene que escuchar incluso cuando usted no esté gritando.
R: Una de las primeras cosas que debe considerar es si sus órdenes son apropiadas para la edad de su hija. También puede considerar si su hija entiende lo que significa guardar sus juguetes. Tal vez crea que está cumpliendo su orden al hacer solo una parte de lo que se le pidió o al hacer algo similar. Quizá deba enseñarle con exactitud lo que espera de ella. En el futuro, puede decirle a su hija que repita la instrucción para asegurarse de que la comprende. Si la orden está bien para la edad de su hija y ella sabe lo que eso significa, pero aun así no la cumple, tal vez esté poniendo a prueba los límites. Los niños prueban los límites para ver si pueden salirse con la suya. Si su hija entiende con claridad lo que debe hacer y no lo hace como se le ha dicho, usted debe cumplir con la aplicación de una consecuencia. Si hace esto cada vez que su hija no lo escuche, ella aprenderá que no va a salirse con la suya al hacer solo una parte de la tarea o al hacer algo ligeramente diferente. Tendrá que armarse de paciencia, pero si siempre aplica las consecuencias, su situación debería mejorar.
R: Los niños responden de muchas formas diferentes a nuestras órdenes. Es común que los niños les digan a sus padres que esperen un minuto o que finjan que no oyeron la orden. También podrían holgazanear o tomarse su tiempo, hacer lo que se les indicó, pero con una mala actitud, o seguir las órdenes, pero luego deshacer lo que hagan. También es común que los padres tengan que repetir instrucciones y se frustren. Al dar instrucciones, es importante mantener la calma y emplear un tono de voz neutro. También es mejor dar la instrucción solo una vez. Si su hijo no acata la orden, usted puede hacerle una advertencia. Si aun así no hace lo que le pidió, cumpla con la aplicación inmediata de la consecuencia. A medida que mejoren sus instrucciones y su hijo aprenda a seguirlas, usted utilizará las advertencias con menos frecuencia. Siempre aplique las consecuencias si su hijo no sigue sus indicaciones después de la advertencia. Haga clic aquí para obtener más información sobre cómo dar buenas instrucciones y verificar su cumplimiento.
R: Al dar una instrucción, puede comenzar por asegurarse de que cuenta con la atención del niño. Puede hacer esto al agacharse, ponerse en cuclillas o sentarse junto a él para estar frente a frente. Asegúrese de hacer contacto visual. Si desea asegurarse de que su hijo entiende sus instrucciones, haga que se las repita. También debe asegurarse de que la instrucción se ajuste a la edad y capacidad de su hijo. Haga que la instrucción sea tan clara y específica como sea posible al decirle a su hijo exactamente lo que desea. También es importante que le dé una instrucción a la vez. Los niños pequeños y prescolares tienen periodos de concentración muy breves. Cuando se les dice que hagan más de una cosa a la vez, puede que no recuerden todo. Haga clic aquí para ver otros consejos sobre cómo dar buenas instrucciones.