Puntos clave
- El daño en los nervios a causa de la diabetes lo pone en riesgo de tener úlceras en los pies.
- Revísese los pies todos los días, aunque sienta que están bien.
- De esa manera puede descubrir los problemas temprano y hacérselos tratar de inmediato.
Daños en los nervios
Aproximadamente la mitad de todas las personas con diabetes tienen algún tipo de daño en los nervios. Los nervios en los pies y en las piernas son a menudo los más afectados. El daño en los nervios puede causar pérdida de sensación en los pies.
Algunas personas con daño en los nervios tienen adormecimiento, hormigueo o dolor. Otras no tienen ningún síntoma. El daño en los nervios también puede reducir su capacidad de sentir dolor, calor o frío.
El dolor es la forma en que el cuerpo le dice que algo anda mal, para que usted pueda cuidarse. Si no siente dolor en los pies, puede que no se dé cuenta de si tiene cortes, ampollas, llagas u otro problema. Los problemas pequeños pueden convertirse en problemas graves si no se los trata temprano.
¿Podría tener usted daño en los nervios?
Conozca los riesgos
Cualquier persona con diabetes puede presentar daños en los nervios, pero los siguientes factores aumentan su riesgo:
- Niveles de azúcar en la sangre difíciles de manejar.
- Tener diabetes por mucho tiempo, en especial si los niveles de azúcar en la sangre son a menudo más altos que sus valores deseados.
- Tener sobrepeso.
- Tener más de 40 años de edad.
- Tener presión arterial alta.
- Tener colesterol alto.
El daño en los nervios, junto con la mala circulación de la sangre —otra complicación de la diabetes— lo pone en riesgo de que se le hagan úlceras (llagas o heridas) en los pies. Con la diabetes, las úlceras de los pies pueden infectarse y no cicatrizar bien. Si la infección no mejora con el tratamiento, puede que haya que amputar un dedo del pie, un pie o una pierna (quitar la parte por medio de una operación). Esto se hace para evitar que se propague la infección y para salvarle la vida.
Revísese los pies todos los días
Cuando se revisa los pies todos los días, puede descubrir los problemas temprano y hacérselos tratar de inmediato. El tratamiento temprano reduce considerablemente el riesgo de amputación.
Prevenga o retrase los daños en los nervios.
Mantenga los niveles de azúcar en la sangre dentro de sus valores deseados lo más posible. Esta es una de las cosas más importantes que puede hacer para prevenir el daño en los nervios o para evitar que empeore. Otros buenos hábitos para el manejo de la diabetes también pueden ayudar:
- No fume. Fumar reduce la circulación de la sangre a los pies.
- Siga un plan de alimentación saludable.
- Haga actividad física: de 10 a 20 minutos por día es mejor que una hora una vez a la semana. ¡Y los dos son mejor que nada!
- Tome los medicamentos según las indicaciones del médico.
Consejos para tener los pies sanos
Revísese los pies todos los días en busca de cortes, enrojecimiento, hinchazón, llagas, ampollas, callos, durezas o algún otro cambio en la piel o las uñas. Use un espejo si no se puede ver la planta de los pies o pídale ayuda a un familiar.
Lávese los pies todos los días con agua tibia (no caliente). No se remoje los pies. Séquese los pies completamente y aplique loción en la parte de arriba y la planta de los pies. No se ponga loción entre los dedos del pie, ya que esto podría causar infección.
No camine nunca descalzo. Póngase siempre zapatos y medias o zapatillas, incluso cuando esté adentro, para evitar las lesiones. Revise que no haya piedritas ni otros objetos dentro de los zapatos. Asegúrese de que la parte de adentro sea suave.
Use zapatos que le queden bien. Cuando vaya a comprar zapatos nuevos, la mejor forma de ver si le quedan bien es probándoselos al final del día cuando los pies tienden a estar más grandes. Acostúmbrese a los zapatos nuevos de a poco. Úselos inicialmente una o dos horas al día hasta que sean del todo cómodos. Siempre use medias con los zapatos.
Córtese las uñas de los pies en línea recta y luego límese suavemente los bordes afilados. Pídale a su podólogo que le corte las uñas si usted no puede verse o alcanzar los pies.
No se quite callos o durezas usted mismo. Tampoco use productos de venta sin receta para quitárselos, porque podrían quemarle la piel.
Hágase revisar los pies cada vez que tenga una cita con su médico de cuidados primarios. Además, visite a su podólogo todos los años (más a menudo si tiene daño en los nervios) para que le haga un examen completo. Un examen completo incluirá revisar la sensación y la circulación de la sangre en los pies.
Mantenga la circulación de la sangre. Mantenga los pies elevados cuando esté sentado. Mueva los dedos de los pies por unos minutos varias veces a lo largo del día.
Elija actividades que no sean dañinas para los pies, como caminar, andar en bicicleta o nadar. Pregúntele al médico cuáles actividades son mejores para usted y cuáles debe evitar.
Asegúrese de preguntarle también qué otras cosas puede hacer para mantener los pies sanos.
Cuándo consultar al médico
Si tiene alguno de estos síntomas, no espere hasta la próxima cita. Vea a su médico habitual o a su podólogo de inmediato:
- Dolor en las piernas o calambres en las nalgas, los muslos o las pantorrillas durante la actividad física.
- Hormigueo, ardor o dolor en los pies.
- Pérdida de la sensación del tacto o de capacidad para sentir bien el frío o el calor.
- Cambio en la forma de los pies a lo largo del tiempo.
- Caída del vello de los pies, los dedos de los pies y la parte inferior de las piernas.
- Piel de los pies seca y resquebrajada.
- Cambio en el color y la temperatura de los pies.
- Uñas de los pies engrosadas o amarillentas.
- Infecciones por hongos, como pie de atleta entre los dedos de los pies.
- Ampolla, llaga, úlcera, callo infectado o uña del pie encarnada.
La mayoría de las personas con diabetes pueden prevenir las complicaciones graves en los pies. Los cuidados regulares en casa e ir a todas las citas médicas son su mejor opción. Ambas cosas lo ayudarán a prevenir los problemas de los pies (y evitar que los problemas pequeños se vuelvan graves).