La historia de Kristy G.

La biografía de Kristy G.

Kristy creció en un pequeño pueblo en Tennessee y fumó su primer cigarrillo a los 13 años con una hermana mayor. Muchos de sus amigos y familiares fumaban. Kristy siguió sus pasos y se convirtió en una fumadora habitual. A los 33 años, ya llevaba 20 fumando. Fumaba tres paquetes diarios, tenía una fuerte tos de fumadora y dificultades para respirar.

Trató de usar los cigarrillos electrónicos como una manera de reducir su consumo de tabaco, pero continuó fumando cigarrillos regulares. Su tos no mejoró, y con el tiempo, Kristy volvió a fumar solamente cigarrillos regulares. Unos pocos meses después, su pulmón derecho colapsó, lo cual puede ser mortal. Fue llevada de emergencia al hospital. Kristy pasó dos semanas hospitalizada con medicamentos fuertes para el dolor, mientras los médicos le insertaron tubos en el pecho y le hicieron una operación para reparar el pulmón colapsado. Las pruebas también mostraron que tenía las etapas iniciales de enfisema y epoc, dos enfermedades pulmonares que hacen cada vez más difícil respirar y que no tienen cura. Epoc es la abreviatura de enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

El colapso pulmonar de Kristy fue una llamada de advertencia, repentina y aterradora. “Sentí como que alguien me estaba apuñalando en la espalda y no podía respirar”. Kristy, una camionera que maneja largas distancias, acababa de bajarse de su camión después de muchos días en la carretera lejos de su casa. “Me asustó el hecho de que acababa de llegar a casa y ahí me dio un colapso pulmonar”, dijo. “Si hubiese estado en la carretera, sola, ¿qué habría hecho?”.

Fue aterrador para el esposo y los hijos de Kristy verla tendida en la cama del hospital, luchando por respirar. Su hija de 7 años no quería irse de su lado. “Mi hija menor, se me desplomó emocionalmente de verdad”, dijo Kristy.

Kristy había tratado de dejar de fumar muchas veces antes de terminar en el hospital, jadeando y con un solo pulmón funcionando. Pero cada vez que trató, algunas situaciones estresantes la llevaron a prender un cigarrillo. Tuvo la esperanza de que los cigarrillos electrónicos la ayudarían, pero encontró que cada tarde todavía sentía ansias de fumar cigarrillos regulares.

Hoy, Kristy está feliz de haber dejado de fumar del todo. Su vida es más fácil, tiene más dinero ahora que ya no compra cigarrillos y se siente mucho mejor. “Puedo respirar realmente”, dijo. “Puedo jugar con mis hijos. Cuando fumaba, no tenía energía. ¡Afectaba toda mi vida!”, agregó.

Pero muchas personas que Kristy quiere todavía fuman, incluso algunos familiares. “¡Me la paso predicándoles todo el tiempo!”, dijo. Kristy espera que al compartir su historia motivará a otros fumadores a que hagan lo que sea para dejar de fumar, y cuanto antes mejor. Ella perdió a su padre antes de tiempo por una enfermedad relacionada con el tabaquismo. “Aunque no sea mi familia a quien ayude, espero que haya alguien a quien pueda ayudar. Alguien como una madre con hijos, para que viva más. Gente como mi papá; no tendría que haberlo perdido a tan temprana edad”.

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