Puntos clave
- El cáncer de piel es una enfermedad en la cual las células del piel comienzan a multiplicarse sin control.
- La mayoría de los casos de cáncer de piel son provocados por la exposición excesiva a los rayos ultravioleta (UV) del sol, las camas bronceadoras o las lámparas solares.
Lo que es
El cáncer de piel es el tipo de cáncer más común en los Estados Unidos. Algunas personas tienen un riesgo más alto de cáncer de piel que otras, pero este cáncer le puede dar a cualquiera. La causa de cáncer de piel que más se puede prevenir es la exposición a la luz ultravioleta (UV), ya sea a través de los rayos del sol o de fuentes artificiales como camas bronceadoras.
La piel es el órgano más grande del cuerpo. La piel tiene varias capas, pero las dos principales son la epidermis (capa superior o externa) y la dermis (capa inferior o interna). El cáncer de piel comienza en la epidermis, que está compuesta de tres tipos de células.
- Células escamosas: Células delgadas y planas que forman la capa superior de la epidermis.
- Células basales: Células redondeadas que están debajo de las células escamosas.
- Melanocitos: Células que producen melanina y que se encuentran en la parte inferior de la epidermis. La melanina es el pigmento que le da color a la piel. Cuando se expone la piel al sol, los melanocitos producen más pigmento y hacen que la piel se oscurezca.
Tipos
Los carcinomas de células basales y de células escamosas son dos de los tipos más comunes de cáncer de piel. Comienzan, respectivamente, en las capas basales y escamosas de la piel. Por lo general, ambos se pueden curar, pero tratamiento es costoso y puede dejar cicatrices.
El melanoma, el tercer tipo de cáncer de piel más común, comienza en los melanocitos. De todos los tipos de cáncer de piel, el melanoma causa la mayoría de las muertes, debido a su tendencia a propagarse a otras partes del cuerpo, incluidos los órganos vitales, como el cerebro y el hígado.
Causas
La mayoría de los casos de cáncer de piel son provocados por la exposición excesiva a los rayos UV del sol, las camas bronceadoras o las lámparas solares. Los rayos UV pueden causar daño a las células de la piel. A corto plazo, este daño puede provocar una quemadura solar. Con el tiempo, el daño de los rayos UV se acumula, causando cambios en la textura de la piel, envejecimiento prematuro de la piel y, a veces, cáncer de piel. Los rayos UV también se han vinculado a afecciones de los ojos, como cataratas.