Puntos clave
- Muchas personas piensan que la motivación es lo mismo que la fuerza de voluntad, pero es más que eso.
- La motivación duradera proviene del pensamiento positivo y la confianza en uno mismo.
- Descubra cómo puede identificar 5 pensamientos negativos comunes y transformarlos en motivación positiva.
Pensamiento de “todo o nada”
El pensamiento de "todo o nada" ocurre cuando usted cree que solo hay dos resultados posibles: el éxito o el fracaso. Esto podría llevarlo a establecer demasiadas metas porque cree que ese es el único camino al éxito. También podría llevarlo a abandonar sus metas cuando comete errores porque piensa que ya fracasó. Esto es común que ocurra durante la temporada de las fiestas de fin de año o cuando está de vacaciones. Pensar en su progreso en blanco y negro puede ser desalentador.
Mejor, pruebe esto: recuérdese sus pequeños logros y las maneras en las que está progresando gradualmente.
Sobregeneralizar o etiquetar
Sobregeneralizar es tomar un evento único y suponer que siempre es cierto. Por ejemplo, "hoy fallé, así que eso significa que no puedo hacerlo". Etiquetar es cuando se define a sí mismo con base en una sola instancia. Por ejemplo, "no pude caminar hoy, eso significa que no estoy en forma". Algunas personas también pueden etiquetar o sobregeneralizar los alimentos o las actividades como algo "bueno" o algo "malo". En realidad, un estilo de vida saludable tiene que ver con el equilibrio. Etiquetar y sobregeneralizar pueden hacerlo sentir estancado y eso puede hacer que sea difícil motivarse.
Mejor, pruebe esto: pregúntese si ha puesto etiquetas o ha hecho suposiciones, y si hay otra manera de pensar sobre su situación. Sea amable consigo mismo. Recuerde que, si no ha logrado algo todavía, eso no significa que no pueda lograrlo ni que no lo logrará con tiempo y práctica.
Pasar por alto lo positivo
¿Tiene expectativas altas para usted mismo? Esto hace que sea fácil enfocarse demasiado en lo negativo. Por ejemplo, si su meta es caminar 2 millas, pero solo caminó 1, podría decirse que no le fue bien. Pero dentro del panorama general, lo importante es que salió e hizo alguna actividad física. Pasar por alto lo positivo hace que sea difícil mantenerse motivado.
Mejor, pruebe esto: recuerde no solo cómo quiere mejorar, ¡sino también lo que está haciendo bien!
Toma de decisiones emocional
Las emociones, tanto positivas como negativas, pueden afectar su actitud y sus decisiones. Es importante no dejar que las emociones negativas guíen la toma de decisiones. Por ejemplo, puede que no tenga ganas de optar por lo saludable después de un largo y estresante día. Pero, a veces, es justamente eso lo que podría mejorarle el humor.
Mejor, pruebe esto: practique la "conciencia plena" para centrarse en sí mismo. Entienda cómo se siente ahora y piense cómo se sentirá cuando practique su hábito saludable. Tome una decisión a conciencia en vez de reaccionar emocionalmente, y recuerde darse recompensas saludables.
Culparse a sí mismo o a los demás
Es muy común culparse a sí mismo o a los demás cuando las cosas no salen como lo planeado. Enfocarse en buscar culpables lo distrae y causa pensamientos negativos que no ayudan. Esto hace difícil ver una manera de avanzar.
Mejor, pruebe esto: muchas cosas en la vida están fuera de su control. Sea comprensivo consigo mismo y concéntrese en las cosas positivas que sí puede hacer para alcanzar sus metas. Concéntrese en resolver el problema y en cómo seguir adelante.
Consejo extra: intente hablarse a sí mismo positivamente
Hablarse a sí mismo, esa conversación que ocurre en su mente, tiene un gran impacto en la actitud. Hablarse a sí mismo positivamente puede ayudarlo a sentirse más seguro de sí mismo frente a los desafíos. Posiblemente esté acostumbrado a ser más amable con otras personas que consigo mismo, de modo que decirse a sí mismo "puedo hacerlo" o "está bien cometer errores" podría parecerle forzado al principio. Para practicar el hablarse a sí mismo positivamente, ¡imagínese que está animando a un ser querido!