Nuevos comienzos: Nuevas historias

Punto clave

Estas historias fueron recopiladas de la comunidad de los trabajadores de la salud del campo y se basan en experiencias compartidas de la vida real de personas con diabetes.

Serie Vignette N.º 1

Se sugiere usar en el Módulo 1: Cómo vivir bien con diabetes, Módulo 2: Conozca los indicadores básicos, o Módulo 7: Cómo trabajar en conjunto con su equipo de atención de la salud.

Parte 1: Conocemos a Ofelia

Ofelia es una madre soltera de dos niños de 50 años edad. Trabaja cinco días a la semana en una granja local. Una tarde, Ofelia vio una ampolla en la parte inferior de su pie derecho. No pensó mucho al respecto, y decidió reventar la ampolla. Pensó que si lo hacía, iba a sanar más rápido.

Pasaron unos pocos días, y Ofelia observó que el área alrededor de la ampolla estaba roja e hinchada. Le costaba trabajo ponerse el zapato o caminar. Pensó en no ir a trabajar, pero debido a que es la única fuente de ingresos en la familia, no ir a trabajar un día significaba que no iba a recibir el pago de ese día. Además, Ofelia temía perder su trabajo si su empleador descubría que tenía problemas para caminar.

Parte 2: Ofelia y Monica

Una tarde, la amiga de Ofelia, Mónica le preguntó por qué le costaba caminar. Ofelia le contó sobre la ampolla que no sanaba. Monica le sugirió a Ofelia que fuese a un médico para que la revisara. "¡Ahí sí, con qué tiempo! Quisiera poder ir, pero no tengo ni el tiempo ni el dinero, y no puedo dejar de ir a trabajar un día" se lamentó Ofelia.

"¿Qué tú no sabes del centro de salud comunitario? Trabajan después del horario regular de atención y no tienes que tener un seguro médico. Son muy asequibles" dijo Monica.

"Fíjate que no sabía. Muchas gracias comadre, ya averiguaré del tema" dijo Ofelia. Al día siguiente fue a la clínica. Sentía que podía perder más que un día de trabajo sino buscaba ayuda pronto.

Parte 3: Ofelia visita a la Dra. Reynolds

Ofelia vivía cerca del límite con México, por ello siempre iba y venía a México para recibir atención de la salud. Desde que se mudó a North Carolina, no puede viajar y no se había controlado la diabetes por un tiempo. En la visita a la clínica, conoció a la Dra. Reynolds. La Dra. Reynolds le hizo un par de preguntas sobre su estilo de vida (elecciones de comida, hábitos de ejercicio, cómo administra el estrés) y antecedentes familiares. Ofelia describió un día típico: "Me levanto, desayuno y me preparo para ir a trabajar. Nunca estoy segura de que pueda almorzar, por ello como una cena más grande en casa. Tengo dos niños, los ayudo a hacer la tarea. Después, ya estoy cansada y me voy a la cama. Siempre pienso en que podría salir a caminar un rato, pero nunca tengo tiempo". Ante la pregunta de si alguien en su familia tenía diabetes, comentó que su madre murió de diabetes y su abuelo murió de un accidente cerebrovascular.

La Dra. Reynolds le hizo a Ofelia algunas pruebas. Le explicó que los niveles de glucosa en plasma en ayunas y de A1C eran algo más altos que lo normal. La médica le explicó a Ofelia el significado de A1C, sus resultados y lo importante que era que manejara su nivel de A1C. Luego le explicó que cuando el nivel de azúcar en sangre es más alto que lo normal, el cuerpo no puede sanar rápidamente de lesiones y hay un riesgo mayor de infecciones y complicaciones.

Ofelia no sabía que el nivel de azúcar en sangre pudiera hacer que su cuerpo no pueda sanar de lesiones. "¡No sabía sobre el peligro que corría mi cuerpo por el nivel alto de azúcar en sangre! Quiero vivir muchos años para ver crecer a mis hijos y convertirse en adultos. Estoy lista para hacer los cambios que sean necesarios". La médica conectó a Ofelia con un promotor de la salud de la comunidad y un especialista en educación y atención de la diabetes que la podría ayudar a diseñar un plan para recibir atención regular para la diabetes.

Serie Vignette N.º 2

Se sugiere usar en el Módulo 1: Cómo vivir bien con diabetes, Módulo 3: Cómo comprender los sentimientos propios o Módulo 4: Cómo generar la autoconfianza.

Parte 1: Conocemos al Sr. Torres

El Sr. Torres es padre soltero de tres niños. Un día llevó a sus hijos a un festival en la comunidad en el centro recreativo local. En uno de los stands, conoció a una promotora de la salud de la comunidad, Anita, que tenía información sobre la diabetes. Después de hablar unos minutos mientras sus hijos jugaban en otros juegos, le comentó que hacía poco que le habían diagnosticado diabetes tipo 2 y se sentía confundido y frustrado.

Tenía temor porque había perdido un tío con diabetes cuando era niño, por lo que comprendía algo de los riesgos implicados. Se sentía abrumado porque había escuchado diferentes opiniones sobre lo que debería comer y sobre lo que debería restringir. Le comentó a Anita que a menudo se sentía desesperanzado porque no sabía a quién acudir en busca de ayuda. Su madre le ayudaba con los niños, pero ella ya estaba algo vieja y le costaba moverse como lo hacía antes. Él debía estar saludable para sus hijos.

Parte 2: Cómo encontrar apoyo

El Sr. Torres y Anita hablaron sobre algunos de los recursos disponibles a través del centro, tales como clases de educación sobre diabetes. Él le explicó que no le gustaba pedir ayuda y no sabía por qué estaba compartiendo toda esta situación con ella. Luego comentó sobre su trabajo y mencionó que no podía perder tiempo en las clases. Anita le comentó que como promotora de la salud de la comunidad, podía darle clases individuales en su casa cuando pudiese en el horario que más le conviniese. Anita le dio el número de teléfono, y acordaron sobre algunas sesiones con ella justo para el próximo mes.

Parte 3: Cómo lograr mayor confianza

En las visitas, Anita dio al Sr. Torres información sobre la diabetes, le presentó el control de porciones y le ayudó a incorporar actividades de bajo impacto en su estilo de vida diaria que podía hacer con sus hijos. También analizaron que era importante que tomara los medicamentos recetados y que siguiera las instrucciones del médico. En los próximos seis meses, el Sr. Torres pasó de estar inseguro de poder manejar la diabetes a sentirse que podía controlarla. Se sintió orgulloso de que su nivel de A1C estuviese bajando, podía manejar mejor lo que comía y estaba más activo con sus hijos.

Serie Vignette N.º 3

Parte 1: Conocemos a Sara, Vanessa, y Noemi

Sara es una agente inmobiliaria y vive con su madre, Vanessa, y su hija de 18 años, Noemi. Un día después del trabajo, Sara observó que su hija Noemi tenía una parte más oscura en la piel alrededor del cuello. En un principio Sara no pensó mucho sobre eso y creyó que era por el collar que Noemi había estado usando. Una semana más tarde, Vanessa también vio la parte más oscura en la piel alrededor del cuello de su nieta y convenció a Sara para que llevara a Noemi al médico. Hicieron una cita en el centro de salud local.

Parte 2: La visita de atención de la salud

En la visita, la enfermera experimentada, Chris, hizo a Sara algunas preguntas sobre el estilo de vida de Noemi (comidas típicas, cantidad de actividad física, etc.) y sus antecedentes familiares. Cuando le preguntaron si alguien en la familia tenía diabetes, Sara respondió que no, pero luego Vanessa comentó que su padre y hermano habían muerto por complicaciones de la diabetes tipo 2. Sara se sorprendió al escuchar esto; no sabía sobre la afección de salud de su abuelo. Ella hubiese sido más cuidadosa de la salud de Noemi si lo hubiese sabido.

Chris explicó que los parches oscuros en la piel pueden ser una señal de nivel alto de azúcar en sangre. Le hizo un análisis de sangre a Noemi y después le dijo a Noemi que tenía prediabetes. Con prediabetes, los niveles de azúcar en sangre son más altos que lo normal, pero no lo suficiente alto como para ser diagnosticada con diabetes tipo 2. Luego de darle más información sobre la diabetes, le sugirió que se comunicara con el promotor de la salud de la clínica de la comunidad, Roberto, para que le diera información sobre el programa de cambio en el estilo de vida del Programa Nacional de Prevención de la Diabetes (DPP Nacional) que se ofrecía en el centro de salud. Después de hacerse la prueba de riesgo de prediabetes, encontraron que todos estaban en riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Todos se unieron al programa y aprendieron sobre modos de mejorar el estilo de vida de toda la familia.

Parte 3: Cómo implementar cambios en la familia

Sara, Vanessa, y Noemi comenzaron a asistir a un programa de cambio de estilo de vida en un centro de salud. Trabajaron juntas para hacer cambios pequeños tales como comer verduras y caminar algunos días a la semana para ayudar a prevenir la diabetes tipo 2. Sara aprendió en las sesiones qué alimentos y qué bebidas limitar. Noemi comenzó a estar más activa físicamente cuando no estaba tomando clases en la universidad comunitaria. Hasta se unió a un club de caminatas con otras chicas en la escuela. Ayudaba a su abuela y a su madre a preparar la cena. Antes solo comían tacos con pollo y algo de arroz y frijoles pero comenzaron a agregar porciones de verdura a sus cenas. Sara comenzó a agregar lechuga, pimiento y tomates cuando comía taquitos. Fue mucho más fácil comer más sano cuando lo hacían todos en familia.