Puntos clave
- Los defectos de nacimiento son cambios estructurales que están presentes al nacer.
- Los defectos de nacimiento pueden variar de condiciones médicas leves a graves.
- Los defectos de nacimiento pueden diagnosticarse durante el embarazo o después del nacimiento.
Lo que son
Los defectos de nacimiento son cambios estructurales que están presentes al nacer y que pueden afectar casi cualquier parte del cuerpo, como el corazón, el cerebro o los pies. Pueden afectar la apariencia y el funcionamiento del cuerpo, o las dos cosas.
El lenguaje es importante.
Los defectos de nacimiento pueden variar de leves a graves. Los efectos en la salud y la expectativa de vida dependen de cuál parte del cuerpo está involucrada y cómo se ve afectada.
Los defectos de nacimiento pueden ocurrir en cualquier etapa del embarazo. La mayoría ocurre en los primeros 3 meses, cuando los órganos del bebé se están formando. Sin embargo, algunos defectos de nacimiento ocurren más adelante en el embarazo a medida que los tejidos y los órganos continúan desarrollándose.
Incidencia
Los defectos de nacimiento son comunes y afectan a 1 de cada 33 bebés nacidos en los Estados Unidos cada año.
Factores de riesgo
Para algunos defectos de nacimiento, como los trastornos del espectro alcohólico fetal, conocemos la causa. Pero en el caso de la mayoría, no se sabe qué los causa. Creemos que la mayoría de los defectos de nacimiento son causados por una mezcla compleja de factores, incluidos nuestros genes, nuestros comportamientos y nuestro ambiente. Pero no se sabe completamente cómo estos factores podrían interactuar y causar defectos de nacimiento.
Riesgos conocidos
Aunque tenemos más trabajo por hacer, hemos aprendido mucho. Sabemos que algunas cosas pueden aumentar las probabilidades de tener un bebé con un defecto de nacimiento, como las siguientes:
- Fumar, consumir alcohol o consumir ciertas drogas durante el embarazo.
- Tener ciertas condiciones médicas, como diabetes no controlada.
- Tomar ciertos medicamentos, como isotretinoína (usado para el tratamiento del acné).
- Tener alguien en la familia con un defecto de nacimiento.
- Contraer ciertas infecciones durante el embarazo, como el citomegalovirus o Zika.
- Tener fiebre superior a los 101o F o tener una temperatura corporal elevada.
La edad en la que tiene un hijo o una hija también puede influenciar el riesgo de defectos de nacimiento. Algunos defectos se ven más frecuentemente entre madres jóvenes (gastrosquisis). El riesgo de algunos otros defectos (malformaciones crosmosómicas, como síndrome de Down) aumenta con la edad.
Puede tener un bebé con un defecto de nacimiento si no tiene ninguno de estos riesgos conocidos. Y tener uno de estos factores de riesgo no significa que su bebé tendrá un defecto de nacimiento.
Es importante hablar con su médico sobre su salud y todos los factores de riesgo y formas de mantenerse saludable durante el embarazo.
Pruebas de detección y diagnóstico
Las pruebas prenatales de detección pueden identificar si su bebé tiene mayor o menor probabilidad de presentar ciertos defectos de nacimiento. Una prueba de detección no proporciona un diagnóstico específico; para ello es necesario hacer pruebas de diagnóstico. Ciertos defectos de nacimiento podrían no diagnosticarse hasta que nazca el bebé. A veces, el defecto de nacimiento se observa tan pronto nace el bebé. Pero en el caso de otros defectos de nacimiento, como algunos defectos del corazón, puede que no se diagnostiquen hasta más adelante en la vida.
Siga leyendo: Diagnóstico de defectos de nacimiento
Vivir con defectos de nacimiento
Los bebés que nacen con defectos de nacimiento a menudo necesitan cuidados especiales e intervenciones para sobrevivir y desarrollarse bien. Los programas de seguimiento de los defectos de nacimiento proporcionan una forma de identificar a los niños y de remitirlos lo antes posible a los servicios que necesiten. Si su hijo o hija tiene un defecto de nacimiento, debería preguntarle a su médico sobre los recursos locales y el tratamiento.
Muchos niños que viven con estas condiciones médicas requieren cuidados de diversos especialistas y servicios de apoyo. Los niños y sus padres pueden beneficiarse del enfoque de "hogar médico" (coordinación asistencial). Este enfoque personalizado les permite a los proveedores de atención médica y a las familias trabajar conjuntamente para garantizar que se satisfagan las necesidades médicas y no médicas. El cuidado coordinado puede ayudar a mejorar la experiencia para el paciente y la familia, conseguir un cuidado más constante y reducir los costos de la atención médica.