Directrices clínicas sobre el calor y la enfermedad cardiovascular

Puntos clave

  • Anime a sus pacientes con enfermedad cardiovascular (CVD, por sus siglas en inglés) a revisar el pronóstico del tiempo en HeatRisk a diario durante meses cálidos y a tomar medidas de protección cuando el nivel de riesgo esté en anaranjado o un nivel mayor, ya que el calor puede empeorar la enfermedad cardiovascular.
  • Hay varias formas de mantenerse saludables cuando hace calor afuera. Cree un plan de acción contra el calorcon los pacientes que tengan enfermedad cardiovascular.
  • Los días calurosos pueden empeorar la calidad del aire, y respirar aire contaminado puede aumentar el riesgo de ataques al corazón, accidentes cerebrovasculares y arritmias, así como empeorar la insuficiencia cardiaca. La exposición a mayores concentraciones de materia particulada fina durante solo unas horas a la semana puede desencadenar eventos cardiacos y causar la muerte relacionada con la enfermedad cardiovascular.
  • Debido al riesgo de eventos cardiovasculares asociados a la contaminación del aire, anime a los pacientes con enfermedad cardiovascular a revisar también el índice de calidad del aire (AQI, por sus siglas en inglés) y a tomar medidas de protección cuando esté por arriba de 100.
  • Revise los medicamentos que comúnmente se recetan para la enfermedad cardiovascular, como algunos antihipertensivos, que podrían aumentar la sensibilidad al calor. La revisión periódica de los medicamentos, así como la educación del paciente sobre la reducción de riesgos antes y durante la temporada de calor, pueden prevenir daños.

Información general

Este documento con directrices tiene el objetivo de ayudar a apoyar sus conversaciones con los pacientes que tengan enfermedad cardiovascular sobre el efecto del calor en esta enfermedad. La información que les brinde puede empoderarlos para que tomen medidas de protección durante los días de calor. Aunque no todas las personas podrán tomar todas las medidas, cada medida que tomen puede ayudarlas a mantenerse saludables durante los días de calor.

El calor y la enfermedad cardiovascular

Estar al aire libre puede ser bueno para la salud de sus pacientes. Sin embargo, la exposición al calor puede dar lugar a una variedad de resultados adversos relacionados con el calor y la enfermedad cardiovascular, incluida la muerte. El estrés por calor puede aumentar las exigencias en el corazón y el sistema cardiovascular y facilitar la deshidratación, los coágulos de sangre y los desequilibrios hidroelectrolíticos, todos los cuales podrían contribuir a la enfermedad cardiovascular. Esto puede empeorar la insuficiencia cardiaca y precipitar el síndrome coronario agudo (ACS, por sus siglas en inglés), el infarto agudo de miocardio (AMI, por sus siglas en inglés), las arritmias y los accidentes cerebrovasculares, y contribuir al exceso de mortalidad por estas causas. Las temperaturas extremadamente altas han sido asociadas a muertes por insuficiencia cardiaca. El efecto combinado de humedad y temperaturas altas puede afectar la presión arterial y aumentar las hospitalizaciones relacionadas con la enfermedad cardiovascular.

El calor, la calidad del aire y la enfermedad cardiovascular

El calor puede empeorar la contaminación del aire, y la contaminación del aire puede empeorar la enfermedad cardiovascular y desencadenar eventos cardiovasculares. La contaminación del aire, en especial la materia particulada fina (PM2.5), incluidos el ozono, el dióxido de azufre y otros contaminantes del aire, puede aumentar el riesgo de eventos cardiovasculares, como el infarto agudo de miocardio, las arritmias y la muerte.

El tiempo caluroso y seco puede aumentar el riesgo de que se produzcan incendios forestales, y el humo de estos incendios puede provocar eventos cardiovasculares y cerebrovasculares adversos. Durante los meses más cálidos del año, la exposición a múltiples peligros ambientales concurrentes, como el humo de incendios forestales, polen y el moho de inundaciones, puede amplificar los riesgos para la salud cardiovascular.

Factores de riesgo

El calor, los medicamentos y la enfermedad cardiovascular

Muchos medicamentos, incluidos los que se usan para el manejo de la enfermedad cardiovascular, y los medicamentos de venta sin receta, como los antihistamínicos y analgésicos, pueden alterar la tolerancia al calor y la capacidad del cuerpo para regular su temperatura. Los medicamentos pueden reducir la capacidad del cuerpo para sudar y, por lo tanto, enfriarse.

Esto puede predisponer a las personas a enfermedades por calor durante los días calurosos.

Los medicamentos antihipertensivos reducen la presión sanguínea y, en el contexto de deshidratación por el calor, podrían tener más probabilidades de contribuir a desmayos. Los antiagregantes plaquetarios, como la aspirina y el clopidogrel, pueden reducir la dilatación de los vasos sanguíneos y la capacidad del cuerpo para eliminar el calor. Tanto los diuréticos como el calor pueden facilitar los desequilibrios hidroelectrolíticos y la deshidratación, los cuales pueden contribuir al riesgo de enfermedad cardiovascular. La deshidratación puede aumentar el riesgo de presentar lesiones renales por el uso de medicamentos, como los medicamentos antinflamatorios no esteroideos (NSAID, por sus siglas en inglés). La deshidratación también puede aumentar los niveles en la sangre de los medicamentos, lo cual puede dar lugar a eventos adversos.

Por último, muchos medicamentos, incluidos ciertos antibióticos, pueden aumentar la sensibilidad de la piel al sol, y el calor directo puede degradar o dañar ciertos medicamentos, como la insulina o los inhaladores que se usan para tratar la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Poner atención a la exposición al calor como un componente del manejo de medicamentos para los pacientes con enfermedad cardiovascular puede prevenir daños. La página sobre el calor y los medicamentos ofrece más información que puede fundamentar las directrices para los pacientes.

Manejo del paciente

Tome estas 5 medidas para ayudar a sus pacientes a mantenerse seguros los días de calor, y documéntelas con ellos en un plan de acción contra el calor.

  1. Evalúe los factores de riesgo que podrían aumentar las probabilidades de que el calor o la mala calidad del aire empeoren la enfermedad cardiovascular.
    • Pregunte sobre el estado inicial de la enfermedad cardiovascular, incluidos los síntomas de la enfermedad y el control de la presión arterial. Tener enfermedad cardiaca o la presión arterial mal controlada puede aumentar la sensibilidad al calor y a la mala calidad de aire.
    • Use el cuestionario CHILL’D-OUTpara evaluar los factores de riesgo. Si tiene una cantidad limitada de tiempo, haga las preguntas en negrita.
      • Enfriamiento
        • ¿Tiene el paciente aire acondicionado que funcione en su casa?
        • ¿Puede revisar y controlar la temperatura interior en donde vive?
        • ¿Tiene un ventilador eléctrico?
        • ¿Sabe cómo encontrar un centro para refrescarse, de ser necesario?
      • Vivienda
        • ¿Tiene su paciente vivienda estable?
        • ¿Vive en uno de los pisos más altos de un edificio donde podría exponerse a más calor?
        • ¿Se expone regularmente a contaminantes del aire interior, como humo de segunda mano o moho?
        • ¿Tiene un purificador de aire portátil o filtro en su sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado?
      • Aislamiento y movilidad
        • ¿Tiene su paciente algún vecino, amigo o familiar que pueda chequear cómo está en los días de calor?
        • ¿Tiene algún problema de movilidad que pueda limitar su capacidad para conseguir refrescarse en su casa u otro lugar?
      • Electricidad
        • Si el calor provoca un apagón, ¿tiene su paciente un plan para los medicamentos que deben refrigerarse o los dispositivos médicos eléctricos, como los nebulizadores, respiradores o concentradores de oxígeno?
      • Información
        • ¿Revisa su paciente el pronóstico del tiempo diario, u hora por hora, para saber cuál será el momento más caluroso del día? ¿Puede accesar la herramienta HeatRisk?
        • ¿De dónde obtiene su paciente información sobre cómo proteger su salud contra el calor y qué medidas tomar para hacerlo?
      • Medicamentos
        • ¿Toma su paciente medicamentos que aumentan el riesgo por exposición al calor?
      • Aire libre
        • ¿Cuánto tiempo pasa su paciente al aire libre durante los días de calor, sea por trabajo, deporte o recreación?
        • ¿Se expone a la contaminación del aire exterior en su casa, su trabajo u otro lugar, por ejemplo, en una autopista muy transitada, un sitio de construcción, un establecimiento industrial o el humo de incendios forestales frecuentes?
        • ¿Tiene alergia al pasto, las malezas o el polen de los árboles?
  1. Eduque a sus pacientes sobre cómo mantenerse frescos durante los días de calor.
    • Vea con sus pacientes la herramienta HeatRisk, que delinea la frecuencia con la cual podría producirse cada nivel (color) de riesgo de HeatRisk y sugiere medidas que las personas pueden tomar a cada nivel.
    • La mayoría de los pacientes puede empezar a tomar medidas cuando el nivel de HeatRisk llegue a anaranjado.
      • Algunas personas serán sensibles al calor cuando el nivel de riesgo de HeatRisk esté en amarillo y necesitarán tomar medidas a este nivel. Dígales a sus pacientes que monitoreen sus síntomas cuando el nivel de riesgo esté en amarillo y anaranjado, y que le avisen si ese es su caso.
    • Repase con sus pacientes los signos de enfermedad relacionada con el calor y los signos de empeoramiento de la enfermedad cardiovascular asociado a la exposición al calor. Los síntomas de enfermedad por el calor incluyen abundante sudoración, calambres musculares, debilidad, aturdimiento, dolor de cabeza, náuseas y vómitos. Cree un plan con ellos sobre cuándo buscar atención médica.
    • Aconseje a sus pacientes sobre cómo mantenerse frescos cuando estén al aire libre en cada nivel de riesgo de la herramienta HeatRisk. Además, cuando estén afuera, todos pueden:
      • Usar ropa liviana y holgada que cubra los brazos y las piernas, un sombrero de ala ancha que proteja la cara, las orejas y la nuca del sol, y lentes de sol.
      • Aplicarse un protector solar de amplio espectro que filtre los rayos UVA y UVB. El protector solar debe tener un factor de protección solar (SPF) de 30 o mayor.
    • Recuérdeles a sus pacientes que traten de programar sus actividades para las horas más frescas del día o la tarde de ser posible.
    • Hable con sus pacientes sobre cómo mantenerse frescos cuando estén adentro. Ellos pueden:
      • Usar un aparato de aire acondicionado, si tienen, o encontrar un sitio que lo tenga. Con pasar siquiera unas horas en un sitio fresco pueden reducir el riesgo de tener problemas de salud por el calor.
      • Usar ventiladores, pero solo si la temperatura interior es de menos de 90 °F. Cuando las temperaturas están por arriba de los 90 °F, los ventiladores pueden aumentar la temperatura del cuerpo.
    • Remita a los pacientes que necesiten asistencia con los costos de la energía al Programa de Asistencia con el Pago del Suministro de Energía para Hogares de Bajos Ingresos (LIHEAP, por sus siglas en inglés).
    • Dirija a sus pacientes a información sobre recursos públicos, como centros para refrescarse, piscinas y áreas recreativas con chorros de agua. Se puede encontrar la ubicación de los centros para refrescarse más cercanos llamando al 2-1-1, consultando recursos públicos o comunicándose con la agencia de manejo de emergencias y el departamento de salud locales.
  1. Eduque a sus pacientes sobre cómo mantenerse hidratados.
    • Revise con ellos los signos y síntomas de deshidratación, que incluyen:

    Piel fría y húmeda
    Mareos o sensación de aturdimiento
    Latido cardiaco rápido
    Sudar mucho o no poder sudar
    Fatiga
    Dolor de cabeza
    Espasmos o calambres musculares

    Náuseas
    Calambres abdominales
    Hinchazón en las extremidades
    Orina de color más oscuro
    Orinar con poca frecuencia
    Sed

    • Recalque la importancia de consumir líquidos y alimentos con regularidad y constancia a lo largo del día.
    • Aconséjeles que consideren limitar las bebidas con más contenido de azúcares, sodio, cafeína y alcohol de ser posible, ya que podrían causar deshidratación. Vea el punto 4 de las Guías Alimentarias.
    • Dígales que beber agua es generalmente la mejor opción, pero que podrían necesitar bebidas deportivas con electrolitos si sudan durante varias horas.
    • Debido a que los pacientes con enfermedad cardiovascular podrían limitar su consumo de sodio, recuérdeles que deberían fijarse en el contenido de sodio de las bebidas.
    • Recuérdeles a sus pacientes con insuficiencia cardiaca o enfermedad renal que estén atentos a los signos y síntomas de hipervolemia y deshidratación durante los días calurosos. Considere los líquidos con suplementos de electrolitos según sea necesario.
  1. Eduque a sus pacientes sobre la calidad del aire, ya que el calor empeora la calidad del aire, lo cual les afecta la salud.
    • Revise el índice de calidad del aire (AQI, por sus siglas en inglés) con sus pacientes en el panel de información de HeatRisk, en la app del teléfono para el pronóstico del tiempo o en gov. Asegúrese de que sepan cómo accesar, entender y usar la información; por ejemplo, qué medidas pueden tomar según el nivel específico de calidad del aire.
    • Revise las medidas para tener buena calidad de aire interior.
      • Medidas para tener buena calidad de aire interior
        • Recuérdeles que el aire interior puede estar tan contaminado como el exterior.
        • Informe a sus pacientes que el humo de los cigarrillos y de los cigarrillos electrónicos, las velas y los ambientadores o desodorantes de ambiente son fuentes interiores de contaminación del aire.
        • De ser posible, cuando estén cocinando adentro, deberían dejar entrar aire de afuera.
        • Anime a sus pacientes a dejar entrar aire limpio de afuera cuando el índice de calidad del aire esté por debajo de 100 (o por debajo de 50 en el caso de los pacientes sensibles).
      • Acerca de los filtros de aire
        • Hable sobre los purificadores de aire, también conocidos como limpiadores de aire o filtros de aire, que se usan en los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC, por sus siglas en inglés). Si bien estos dispositivos no pueden eliminar todos los contaminantes del aire, cuando se usan de la manera correcta, sí pueden eliminar muchos y mejorar la calidad del aire interior. Puede encontrar una lista de purificadores portátiles aquí.
        • Algunos hogares tienen sistemas de HVAC con filtros remplazables. Estos filtros tienen una calificación MERV (Valor de Informe de Eficiencia Mínima) o han sido designados filtros HEPA (de alta eficiencia para partículas en el aire). Para eliminar eficazmente la contaminación del aire interior, se pueden usar filtros HEPA con calificación de MERV de 13 o mayor.
        • Los filtros de aire deberían remplazarse regularmente. La frecuencia con que se deban remplazar dependerá de la cantidad de contaminación presente en el aire, pero puede hacerse cada 60-90 días.
        • Recurrir a purificadores de aire hechos en casa podría ser una alternativa más económica y accesible que las versiones comerciales para eliminar las partículas de humo. Estos se pueden hacer usando un ventilador de caja y un filtro de alta eficacia para hogares.

Did you know?‎

Acerca del índice de calidad del aire (AQI) y medidas a considerar para cada nivelEl índice de calidad del aire se basa en los contaminantes comunes del aire, como el ozono a nivel del suelo, las partículas contaminantes, el monóxido de carbono, el dióxido de azufre y el dióxido de nitrógeno. Los valores varían de 1 a 500, y los más altos corresponden a una menor calidad del aire y a mayores preocupaciones de salud.


Cuando el número supera los 100, se considera que el aire de afuera no es saludable para los grupos de personas sensibles, incluidas las personas con enfermedad cardiovascular. En los días en que el índice esté por arriba de 100, está bien que las personas con enfermedad cardiovascular vayan afuera, pero pueden considerar tomar más descansos o hacer actividades menos intensas. Si tienen síntomas, como palpitaciones, dificultad para respirar o fatiga inhabitual, esto podría indicar que hay un problema grave y deberían comunicarse con usted.


Algunos pacientes con enfermedad cardiovascular podrían ser sensibles a la contaminación del aire cuando el índice de calidad del aire está entre 51 y 100. Pídales que usen el índice de calidad del aire para evaluar si tienen más síntomas cuando está entre 51 y 100. De ser así, remítalos a las medidas que pueden tomar las personas sensibles a la mala calidad del aire.


Tenga en cuenta que, el índice de calidad del aire no incluye los niveles de polen. Esto significa que algunos días, el índice de calidad del aire podría estar bajo, aunque haya altos niveles de polen en el aire.

  1. Haga un plan para el manejo de los medicamentos para los días en que el nivel de riesgo de HeatRisk esté en anaranjado, rojo o magenta.
    • Aconséjeles a sus pacientes que tomen todos los medicamentos según las indicaciones, a menos que usted u otro médico les digan otra cosa.
    • Repasen juntos sus listas de medicamentos, y resalte los medicamentos que podrían reducir la tolerancia al calor, como los diuréticos, o los que podrían necesitar ajustes debido a las interacciones con el mayor nivel de calor. Vea la página web sobre el calor y los medicamentos para obtener más información.
    • Proporcione directrices sobre cómo guardar los medicamentos, especialmente los que las personas podrían llevar consigo, como los inhaladores, que pueden dejar de funcionar bien o estallar con las altas temperaturas. Dígales que no dejen los medicamentos en un auto ni en otros lugares que puedan ponerse muy calientes. Recuérdeles que la insulina puede degradarse con el calor y que debe refrigerarse.
    • Aconséjeles a sus pacientes que limiten su exposición al sol si toman medicamentos, como las estatinas, que causan sensibilidad al sol. Para evitar las quemaduras de sol, las cuales pueden facilitar la deshidratación, recomiende que usen un protector solar con un SPF de 30 o mayor, usen un sombrero y ropa que los proteja del sol y que intenten quedarse adentro durante las horas más calurosas del día.
    • En caso de que se produzca un apagón, planifique lo que deben hacer con los medicamentos que requieran refrigeración (como la insulina), los dispositivos de administración de medicamentos (como los nebulizadores) y los dispositivos médicos eléctricos (como los ventiladores y concentradores de oxígeno).