Puntos clave
- Las pruebas de detección del cáncer de mama pueden ayudar a encontrar el cáncer en sus etapas iniciales, cuando es más fácil de tratar.
- El Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos de los Estados Unidos recomienda que las mujeres entre 40 y 74 años de edad, que tengan un riesgo promedio de cáncer de mama, se hagan una mamografía cada 2 años.
Información general
Las pruebas de detección del cáncer de mama consisten en revisar las mamas de la mujer para detectar el cáncer antes de que aparezcan signos o síntomas de la enfermedad. Su proveedor de atención médica puede informarse sobre las mejores opciones de pruebas de detección para usted. Se llama tomar decisiones informadas y compartidas cuando le comunican los beneficios y riesgos de las pruebas de detección, y usted decide con su proveedor de atención médica si la prueba de detección es adecuado en su caso—y, en caso afirmativo, cuándo lo tiene.
Aunque las pruebas de detección del cáncer de mama no pueden prevenir esta enfermedad, ellas pueden ayudar a encontrar el cáncer en sus etapas iniciales, cuando es más fácil de tratar. Hable con su médico sobre cuáles son las pruebas de detección del cáncer de mama adecuadas para usted y cuándo debería hacérselas.
Recomendaciones sobre las pruebas de detección
El Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos de los Estados Unidos es una organización formada por médicos y expertos en enfermedades que estudian las investigaciones acerca de la mejor manera de prevenir enfermedades y recomiendan formas para que los médicos puedan ayudar a sus pacientes a evitar enfermedades o a detectarlas en sus inicios.
El Grupo de Trabajo recomienda que las mujeres entre 40 y 74 años de edad, que tengan un riesgo promedio de cáncer de mama, se hagan una mamografía cada 2 años. Las mujeres deberían sopesar los riesgos y beneficios de las pruebas de detección (vea abajo). Se pueden utilizar diferentes recomendaciones de pruebas de detección para mujeres que tienen un riesgo mayor que el promedio.
Tipos de pruebas
Mamografía
Las mamografías son radiografías de las mamas. Para muchas mujeres, las mamografías son el mejor método para detectar el cáncer de mama en sus etapas iniciales, cuando es más fácil de tratar. Las mamografías pueden detectar el cáncer antes de que sea lo suficientemente grande para que se sienta al palpar o cause síntomas. Hacerse mamografías con regularidad puede reducir el riesgo de morir por cáncer de mama. En este momento, una mamografía es la mejor manera de detectar el cáncer de mama para la mayoría de las mujeres en edad para hacerse pruebas de detección.
Imagen por resonancia magnética de las mamas
En la resonancia magnética de las mamas se utilizan imanes y ondas de radio para tomar fotografías de las mamas. La resonancia magnética de las mamas se utiliza junto con las mamografías para examinar a las mujeres que tienen un riesgo alto de presentar cáncer de mama. No se usa en las mujeres que tienen un riesgo promedio porque la resonancia magnética de las mamas puede tener un resultado anormal aun cuando no haya cáncer.
Otras pruebas
- Examen clínico de las mamas: Un examen clínico de las mamas es un examen hecho por un médico o una enfermera que usa sus manos para detectar bultos u otros cambios.
- Conozca sus mamas: Estar familiarizada con cómo se ven sus mamas y cómo se sienten al tacto puede ayudarla a notar síntomas como bultos, dolores o cambios en el tamaño que puedan causar preocupación. Esto puede incluir cambios detectados durante un autoexamen de las mamas. Le debe informar todos los cambios que note a su médico o proveedor de atención médica.
No se ha encontrado que los exámenes clínicos de las mamas ni los autoexámenes disminuyan el riesgo de morir por cáncer de mama.
Los beneficios y riesgos de las pruebas de detección
Todas las pruebas de detección tienen riesgos y beneficios; por eso es importante hablar con su médico antes de hacerse cualquier prueba de detección, como una mamografía.
El beneficio de las pruebas de detección
El beneficio de las pruebas de detección es que se puede encontrar el cáncer en sus etapas iniciales, cuando es más fácil de tratar.
Los riesgos de las pruebas de detección
Los perjuicios pueden incluir el tener un resultado falso positivo en la prueba, que es cuando un médico ve algo que parece cáncer, pero no lo es. Esto puede llevar a hacerse más pruebas, lo cual puede ser caro, invasivas, llevar mucho tiempo y causar ansiedad.
Las pruebas también pueden llevar a un sobrediagnóstico; esto es cuando los médicos encuentran un cáncer que no habría causado síntomas o problemas, o que incluso podría desaparecer por sí solo. El tratamiento de estos cánceres se llama exceso de tratamiento. El exceso de tratamiento puede incluir tratamientos recomendados para el cáncer de mama, tales como cirugías o radioterapia. Estos pueden causar efectos secundarios innecesarios o no deseados. Otros posibles perjuicios de las pruebas de detección del cáncer de mama incluyen dolor durante los procedimientos y exposición a la radiación de la mamografía. Aunque la cantidad de radiación en una mamografía es pequeña, puede haber riesgos de recibir rayos x en forma repetida.
Las mamografías también pueden pasar por alto algunos cánceres, lo que se llama un resultado falso negativo, que puede retrasar la detección y tratamiento de cáncer.
¿A dónde puedo ir para hacerme una prueba de detección?
Puede hacerse la prueba de detección del cáncer de mama en un centro médico, un hospital o en un consultorio. Si desea hacerse una prueba de detección del cáncer de mama, llame al consultorio de su médico. Ahí la pueden ayudar a programar una cita.
La mayoría de los planes de seguro médico están obligados a cubrir los costos de la mamografía, cada 1 a 2 años, para las mujeres a partir de los 40 años de edad, sin que ellas tengan que pagar dinero de su bolsillo (como un copago, deducible o coseguro).