Puntos clave
Las vacunas son la mejor forma de protegerse y proteger a sus seres queridos contra enfermedades prevenibles. Las vacunas que recibe son seguras. Es posible que se requieran vacunas en el trabajo, la escuela, para viajar o para otras actividades.
1. Durante más de 100 años las vacunas han salvado vidas; pero todavía existe la amenaza de una enfermedad grave
Las vacunas han reducido considerablemente las enfermedades que hace tiempo solían causar daños o la muerte a bebés, niños y adultos. En todas partes del mundo, incluso en los Estados Unidos, todavía hay personas que se enferman gravemente o hasta mueren por enfermedades que las vacunas pueden ayudar a prevenir. Es importante que se mantenga al día con las vacunas recomendadas.
La protección de algunas vacunas puede disminuir con el tiempo y es posible que necesite dosis adicionales de la vacuna (refuerzos) para mantener la protección. Por ejemplo, los adultos deben recibir un refuerzo de la vacuna contra el tétanos cada 10 años para protegerse contra la infección por heridas sucias. Hable con su proveedor de atención médica sobre la vacunación para saber si pudiera haber pasado por alto alguna vacuna o si necesita un refuerzo.
2. Las vacunas son la mejor forma de protegerse y proteger a sus seres queridos contra una enfermedad prevenible
¿Sabía que las vacunas son la mejor manera de protegerse de ciertas enfermedades prevenibles? Las vacunas ayudan a su cuerpo a crear anticuerpos protectores, proteínas que lo ayudan a combatir infecciones.
Al vacunarse, puede protegerse y además evitar propagar enfermedades prevenibles a otras personas en su comunidad. Algunas personas no pueden recibir ciertas vacunas porque son muy jóvenes o muy mayores, o tienen el sistema inmunitario debilitado u otra afección grave. Esas personas tienen menos probabilidades de contraer una enfermedad prevenible cuando usted u otras personas cerca de ellos están vacunadas contra esa enfermedad. Ayude a protegerse y proteger a sus seres queridos al mantenerse al día con las vacunas recomendadas.
3. Las vacunas pueden prevenir una enfermedad grave
Algunas enfermedades prevenibles con vacunas pueden tener complicaciones graves o incluso provocar otras enfermedades más adelante. Para estas, la vacunación brinda protección no solo contra la enfermedad misma, sino también contra las peligrosas complicaciones o consecuencias que puede tener. Algunos ejemplos:
- La influenza estacional (gripe) (en inglés) es un virus respiratorio que enferma a decenas de millones de personas cada año en los Estados Unidos. La vacuna anual contra la influenza lo ayuda a evitar la infección y reduce las probabilidades de que lo hospitalicen o de morir si llegara a infectarse. La vacuna contra la influenza lo protege también de la neumonía relacionada con la influenza y de los ataques al corazón o accidentes cerebrovasculares relacionados con la influenza, complicaciones que pueden afectar a cualquier persona pero que son particularmente peligrosas para las personas con diabetes o afecciones crónicas del corazón o los pulmones.
- La hepatitis B (en inglés) es una infección del hígado grave, potencialmente mortal, causada por el virus de la hepatitis B (VHB). No existe una cura, pero la vacuna previene la infección por el virus VHB, así como el daño crónico al hígado y el cáncer que puede causar la hepatitis B.
- El virus del papiloma humano (VPH) (en inglés) es una de las causas principales del cáncer de cuello uterino y puede causar otros tipos de cáncer tanto en mujeres como en hombres. La vacuna contra el VPH evita que usted se infecte con el virus o que se lo transmita a otras personas, lo que los protege de los efectos inmediatos del virus, así como de los diversos tipos de cáncer que este puede desencadenar.
4. Las vacunas que recibe son seguras
La seguridad de las vacunas (en inglés) es de alta prioridad. Los CDC y otros expertos revisan con cuidado los datos de seguridad antes de recomendar cualquier vacuna y luego monitorean la seguridad de la vacuna (en inglés) constantemente después de su aprobación.
Las vacunas pueden tener efectos secundarios, pero la mayoría de las personas no los tienen o solo tienen efectos secundarios leves después de vacunarse. Los efectos secundarios más comunes son fiebre, cansancio y dolores corporales, o enrojecimiento, hinchazón y sensibilidad en el lugar de la inyección. Las reacciones leves generalmente desaparecen por sí solas en pocos días. Es muy raro que se presenten efectos secundarios graves o de larga duración, y la seguridad de la vacuna se monitorea constantemente.
5. Las vacunas pueden ser obligatorias
Algunas vacunas son un requisito obligatorio para la escuela, el trabajo, los viajes y otras cosas. Los estudiantes, el personal militar y los residentes de los centros de cuidado o rehabilitación tienen que estar vacunados contra las enfermedades que circulan en los espacios reducidos. Los trabajadores de la salud y otras personas cuyos trabajos las ponen en riesgo de contraer y propagar enfermedades prevenibles necesitan vacunarse contra estas.
Y, por supuesto, la vacunación es obligatoria antes de viajar a muchos lugares del mundo. Dado que las vacunas lo protegen a usted y a las personas a su alrededor, puede que sea obligatorio vacunarse para las actividades cotidianas, así como para situaciones extraordinarias. Es importante que se mantenga al día con las vacunas recomendadas (en inglés).