Acerca de la enfermedad inflamatoria pélvica

Puntos clave

  • Las infecciones de transmisión sexual (ITS) sin tratar pueden causar la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), una enfermedad grave, en las mujeres.
  • 1 de cada 8 mujeres con antecedentes de enfermedad inflamatoria pélvica presenta dificultad para quedar embarazada.
  • Usted puede prevenir la enfermedad inflamatoria pélvica si sabe cómo protegerse. Esta hoja informativa contesta preguntas básicas sobre la enfermedad inflamatoria pélvica.
Imagen de tres mujeres.

Lo que es

¿Qué es la enfermedad inflamatoria pélvica?

La enfermedad inflamatoria pélvica es una infección de los órganos reproductores de la mujer. Es una complicación frecuentemente causada por algunas infecciones de transmisión sexual, como la infección por clamidia y la gonorrea. La enfermedad inflamatoria pélvica también puede ser causada por otras infecciones que no son de transmisión sexual.

Signos y síntomas

¿Cómo se contrae la enfermedad inflamatoria pélvica?

Sus probabilidades de contraer la enfermedad inflamatoria pélvica son más altas si:

  • Tiene una infección de transmisión sexual y no recibe tratamiento.
  • Tiene más de una pareja sexual.
  • Tiene una pareja sexual que tiene sexo también con otras personas.
  • Ha tenido la enfermedad inflamatoria pélvica previamente.
  • Es una persona sexualmente activa de 25 años o menos.
  • Usa duchas vaginales.
  • Usa un dispositivo intrauterino (DIU) como método anticonceptivo. Sin embargo, este riesgo levemente mayor se limita principalmente a las tres primeras semanas después de que el médico le coloque el dispositivo en el útero.

¿Cómo puedo reducir mi riesgo de contraer la enfermedad inflamatoria pélvica?

La única manera de evitar las infecciones de transmisión sexual es no tener sexo vaginal, anal u oral.

Si usted es una persona sexualmente activa, puede hacer lo siguiente para reducir sus probabilidades de contraer la enfermedad inflamatoria pélvica:

  • Tener una relación a largo plazo, que sea mutuamente monógama, con una pareja que se haya hecho pruebas de detección de infecciones de transmisión sexual y haya tenido resultados negativos.
  • Usar un condón de látex de forma correcta cada vez que tenga sexo.

Cómo se propaga

¿Cómo puedo saber si tengo la enfermedad inflamatoria pélvica?

No existen pruebas para detectar la enfermedad inflamatoria pélvica. El diagnóstico generalmente se basa en la combinación de sus antecedentes médicos, su examen físico y los resultados de otras pruebas. Es posible que no se dé cuenta de que tiene esta enfermedad si sus síntomas son leves o no presenta síntomas. Pero si usted tiene síntomas, puede que note:

  • Dolor en la parte baja del abdomen
  • Fiebre
  • Secreciones vaginales inusuales con mal olor
  • Dolor o sangrado durante el sexo
  • Sensación de ardor al orinar
  • Sangrado entre periodos menstruales

Usted debería:

  • Hacerse examinar por su médico si nota cualquiera de estos síntomas
  • Ver a un médico con prontitud si cree que usted o sus parejas sexuales tienen o se expusieron a una infección de transmisión sexual
  • Ver a un médico con prontitud si tiene cualquier síntoma genital, como llagas inusuales, secreciones con mal olor, sensación de ardor al orinar o sangrado entre periodos menstruales
  • Hacerse una prueba de clamidia y gonorrea cada año si es una persona sexualmente activa menor de 25 años
  • Hablar con su proveedor de atención médica de manera franca y abierta si es una persona sexualmente activa y preguntarle si debe hacerse pruebas para detectar otras infecciones de transmisión sexual

Prevención

¿Cómo puedo reducir mi riesgo de contraer la enfermedad inflamatoria pélvica?

La única manera de evitar las infecciones de transmisión sexual es no tener sexo vaginal, anal u oral.

Si usted es una persona sexualmente activa, puede hacer lo siguiente para reducir sus probabilidades de contraer la enfermedad inflamatoria pélvica:

  • Tener una relación a largo plazo, que sea mutuamente monógama, con una pareja que se haya hecho pruebas de detección de infecciones de transmisión sexual y haya tenido resultados negativos
  • Usar un condón de látex de forma correcta cada vez que tenga sexo

Pruebas

¿Se puede curar la enfermedad inflamatoria pélvica?

Sí, la enfermedad inflamatoria pélvica se puede tratar si se diagnostica temprano. Sin embargo, el tratamiento no revierte ningún daño que ya se haya producido en el aparato reproductor. Mientras más espere para recibir tratamiento, más probable será que presente complicaciones por la enfermedad inflamatoria pélvica. Mientras esté tomando los antibióticos, sus síntomas podrían desaparecer antes de que la infección esté curada. Aunque sus síntomas desaparezcan, debe terminar de tomar todos los medicamentos. Asegúrese de avisarles a sus parejas sexuales recientes para que también se hagan las pruebas y reciban tratamiento para las infecciones de transmisión sexual. También es muy importante que usted y su pareja terminen el tratamiento antes de tener cualquier tipo de sexo para que no se vuelvan a infectar entre sí.

Usted puede contraer la enfermedad inflamatoria pélvica nuevamente si vuelve a contraer una infección de transmisión sexual. Además, si ha tenido la enfermedad inflamatoria pélvica previamente, sus probabilidades de volver a contraerla son más altas.

Tratamiento y recuperación

¿Qué pasa si no recibo tratamiento?

Si la enfermedad inflamatoria pélvica se diagnostica y trata de manera temprana, se pueden prevenir sus complicaciones. Algunas de las complicaciones de esta enfermedad son las siguientes:

  • Formación de tejido cicatricial, tanto dentro como fuera de las trompas de Falopio, que puede causar la obstrucción de las trompas
  • Embarazo ectópico (embarazo fuera del útero)
  • Infertilidad (incapacidad para conseguir el embarazo)
  • Dolor pélvico o abdominal a largo plazo
  • • American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG). Pelvic Inflammatory Disease. ACOG Patient Education Pamphlet, 1999.
  • • Westrom L and Eschenbach D. In: K. Holmes, P. Sparling, P. Mardh et al (eds). Sexually Transmitted Diseases, 3rd Edition. New York: McGraw-Hill, 1999, 783-809.