Lo que puede hacer para mantenerse saludable en las áreas recreativas con chorros de agua

Puntos clave

  • Las áreas recreativas con chorros de agua no siempre están obligadas a desinfectar el agua con sustancias químicas que matan microbios.
Niños jugando en una fuente de agua

Los riesgos

Las áreas recreativas con chorros de agua (también conocidas como fuentes interactivas, tapetes o parques rociadores o plataformas acuáticas) son instalaciones acuáticas donde se rocía agua o se lanzan chorros de agua a los usuarios. Las áreas recreativas con chorros de agua por lo general están diseñadas de forma tal que no se acumule agua en el área de juego para reducir el riesgo de ahogamiento. Debido a este diseño, las áreas recreativas con chorros de agua no siempre cumplen con la definición local, estatal, territorial o tribal de “instalación acuática”. Esto quiere decir que no siempre están reguladas, ni tampoco están siempre obligadas a desinfectar el agua con sustancias químicas que matan los microbios. Las áreas recreativas con chorros de agua pueden propagar microbios y enfermar a los usuarios si el agua no se desinfecta debidamente.

Cómo y por qué sucede esto

En algunas áreas recreativas con chorros de agua, el agua pasa solo una vez por las tuberías y luego desagua (por lo general al sistema de alcantarillado). En otras áreas, el agua vuelve a circular, lo que quiere decir que las tuberías drenan el agua rociada a un tanque que suele estar bajo tierra. Luego el agua pasa por un filtro y es desinfectada con sustancias químicas que matan los microbios (cloro o bromo) antes de que se use para rociar otra vez.

Cuando los niños y adultos juegan en las áreas recreativas con chorros de agua, el agua puede desprender microbios, caca, pis y suciedad de su cuerpo y sus zapatos. El agua rociada también puede desprender desechos de las superficies de las áreas recreativas con chorros de agua (desechos como caca humana o animal, suciedad u hojas).

Puede ser difícil mantener debidamente desinfectada el agua de las áreas recreativas con chorros de agua. El agua rociada tiene un nivel más bajo de cloro o bromo. Además, cuando la caca, el pis, la suciedad y los desechos llegan al agua, el cloro o el bromo se combinan con ellos y los descomponen, lo que significa que hay incluso menos desinfectante disponible para matar los microbios. Los pañales para nadar desechables no impiden que los microbios, la caca o el pis lleguen al agua.

Medidas que se deben tomar

Los usuarios y los padres de los usuarios jóvenes de las áreas recreativas con chorros de agua pueden tomar unas cuantas medidas para ayudar a detener la propagación de microbios en el agua:

QUÉ HACER:

• No entre al agua si tiene diarrea.

• Dúchese antes de meterse al agua.

• Lleve a los niños al baño o revise sus pañales cada hora.

QUÉ NO HACER:

• No trague el agua.

• No haga pis ni caca en el agua.

• No se siente ni se pare sobre los chorros. Al sentarse o pararse sobre los chorros, el agua puede desprender la caca pegada en el trasero.

Enfermedades vinculadas a las áreas recreativas con chorros de agua

En el 2005, más de 2300 personas se infectaron con el microbio Cryptosporidium después ir a áreas recreativas con chorros de agua. Los funcionarios de salud pública de Nueva York hallaron que estas áreas no estaban reguladas en el estado. En respuesta a esta situación, Nueva York aprobó leyes de salud pública de emergencia para regular las áreas recreativas con chorros de agua. Esto incluyó exigir sistemas de luz ultravioleta para matar el Cryptosporidium, el cual puede sobrevivir más de 7 días en el agua que ha sido debidamente desinfectada con cloro o bromo.

En el 2021, un niño de 3 años murió a causa de una infección en el cerebro —meningoencefalitis amebiana primaria (PAM, por sus siglas en inglés)— causada por la ameba Naegleria fowleri* después de jugar en un área recreativa con chorros de agua. Los funcionarios de salud pública de Texas descubrieron que el agua del área recreativa volvía a circular y no estaba desinfectada debidamente.

* No hay pruebas de que la ameba Naegleria fowleri (conocida comúnmente como la “ameba comecerebros”) cause infecciones en áreas recreativas con chorros de agua debidamente desinfectadas. Es muy poco común que las personas se infecten después de entrar a instalaciones acuáticas, como áreas recreativas con chorros de agua y piscinas, que no hayan sido desinfectadas debidamente. Este es el único caso conocido de meningoencefalitis amebiana primaria, vinculado a un área recreativa con chorros de agua que no había sido desinfectada debidamente, notificado a los CDC.