Las mujeres, la prestación de cuidados y el COVID-19

Mujer mirando a través de una ventana a dos personas mayores con cubiertas para la cara

Dos de cada tres personas que prestan cuidados en los Estados Unidos son mujeres, es decir proporcionan apoyo diario o habitual a niños, adultos o personas con enfermedades crónicas o discapacidades. Las mujeres que prestan cuidados tienen un mayor riesgo de presentar mala salud física y mental, como depresión y ansiedad. La pandemia del COVID-19 puede añadir aún más factores de estrés a la prestación de cuidados. A continuación, encontrará algunos consejos para ayudarla a cuidarse a sí misma y a los demás.

SI ESTÁ estresada, ansiosa o deprimida

Como cuidadora, cuidarse a sí misma y conseguir la ayuda que necesita es importante. Cuidarse incluye mantener comportamientos saludables, manejar el estrés y buscar apoyo adicional, especialmente durante el COVID-19.

Mantenga comportamientos saludables
Maneje el estrés
Mujer sentada en un sofá con un bebé en brazos y mirando una computadora portátil
  • De tanto en tanto, deje de ver, leer o escuchar las noticias, o leer las entradas en los medios sociales sobre el COVID-19.
  • Tómese un tiempo para relajarse. Salga a caminar o haga una actividad que disfruta.
  • Comuníquese con otras personas. Hable con las personas en quienes confía sobre sus preocupaciones y cómo se está sintiendo.
  • Encuentre otras maneras de sobrellevar el estrés durante la pandemia del COVID-19.
Busque apoyo adicional
  • Usted no está sola. Los grupos de apoyo proveen un sitio seguro para que las personas que están en la misma situación encuentren consuelo. Pídale al médico, o al departamento de salud estatal o local, que le recomiende un grupo de apoyo para personas que prestan cuidados y que ofrezca reuniones virtuales. También puede encontrar recursos de apoyo al buscar en línea escribiendo “grupo de apoyo para personas que prestan cuidados”, y el nombre de su comunidad. Además, se pueden contactar las redes de cuidados de niños o las agencias de apoyo para el cuidado de personas mayores de su estado o condado.
  • Reconozca cuándo es posible que necesite más ayuda. Si el estrés o los pensamientos negativos se interponen en sus actividades diarias durante varios días seguidos, hable con un sicólogo o terapeuta, un trabajador social o un consejero profesional.
  • Pídale a su médico o al centro médico local que la remitan a consejeros que posiblemente ofrezcan servicios gratuitos o con una escala de tarifas variables. Puede que algunas pólizas de seguro de salud cubran los servicios de consejería.
  • Reconozca cuándo usted podría ser víctima de abusos o cometer abusos, y tome medidas. Los comportamientos abusivos por parte de la persona que presta cuidados, o en contra de ella, pueden ocurrir más a menudo durante épocas estresantes como la del COVID-19. Obtenga ayuda a través de los recursos de prevención o protección en su estado contra la violencia doméstica, el abuso infantil o el abuso de ancianos, según sea necesario.
  • Si se siente abrumada por la tristeza o la ansiedad, se siente amenazada o quiere lastimarse o lastimar a los demás:

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SI ESTÁ cuidando a niños

Debido a que algunos sitios de trabajo, escuelas y centros de cuidados infantiles están cerrados a causa del COVID-19, muchas personas que prestan cuidados deben ocuparse de trabajar al tiempo que también instruyen y cuidan a sus hijos. Equilibrar más de un papel puede ser difícil si está cuidando a niños. Para reducir el estrés, cuando se sienta ansiosa o necesite ayuda con el cuidado de los niños, u otras tareas de la casa, busque apoyo de familiares y amigos. Si es posible, considere pedirle a su empleador que le dé horarios de trabajo flexibles. Consulte el sitio web de su estado respecto de los planes de reapertura y remítase a la guía para industrias y trabajadores específicos para que la ayuden a fundamentar sus opciones y decisiones acerca de la vuelta al trabajo.

Es posible que a los niños les sea difícil sobrellevar la situación si escuchan o ven demasiada información acerca del COVID-19. Las personas que los cuiden pueden compartir información sobre el COVID-19 con ellos y limitar la cantidad de noticias y medios sociales que vean. Los niños, como los adultos, también deben practicar el distanciamiento social. Esto significa limitar su contacto con otros niños y adultos que no vivan en su casa. Puede que el distanciamiento social de los amigos y menos tiempo para jugar también los haga sentir tristes o enojados. Busque nuevas maneras de mantener a los niños ocupados con sus intereses y rutinas normales lo más posible.

Aquí encontrará algunos consejos para cuidar a los niños durante la pandemia del COVID-19:

  • Si necesita cuidado infantil mientras usted está trabajando desde la casa, trate de no elegir a alguien que esté en mayor riesgo de enfermarse gravemente, como un familiar de más edad o una persona con una afección subyacente.
  • Asegúrese de tener recursos adecuados y planes de emergencia para los niños con necesidades especiales.
  • Ayude a su hijo para que se mantenga conectado socialmente. Los niños se pueden mantener conectados al comunicarse con sus amigos y familiares por teléfono, video chat o a través de cartas y tarjetas.
  • Ayude a los niños para que continúen aprendiendo cuando no haya clases. Muchas escuelas están ofreciendo lecciones en línea (aprendizaje virtual). Si a su hijo le resulta difícil hacer las tareas asignadas, dígaselo a los maestros. Pídales ayuda si no está segura si su hijo está listo para aprender o cuál es la mejor manera en la que su hijo aprende. Es importante crear un horario de rutina, pero flexible, para aprender en casa.
  • Verifique si la escuela servirá comidas incluso cuando no haya clases. Muchas escuelas están proporcionando comidas gratuitas para los niños en comunidades locales.
  • Anime a su hijo a que juegue al aire libre, si es posible. Ser activo es muy bueno para la salud física y mental de los niños. Implemente pausas a las actividades dentro de la casa (como pausas para estirarse o bailar) a lo largo del día para ayudar a su hijo a que se mantenga sano y se concentre.

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SI ESTÁ cuidando a adultos de más edad
Mujer con cubierta para la cara saludando con el codo a una mujer mayor que usa una cubierta para la cara

La mayoría de los cuidadores de adultos de más edad son mujeres de más de 50 años. Las mujeres que prestan cuidados reportan tener más aflicciones físicas y mentales y mala salud, en comparación con los hombres que prestan cuidados. Manejar su propia salud al tiempo que cuida a un adulto de más edad puede ser difícil. Fíjese si hay servicios de relevo en su área local de modo que pueda hacer una pausa, descansar y recargar energía, según lo necesite.

Los adultos de más edad están en mayor riesgo de enfermarse gravemente con el COVID-19, por lo que es importante crear un plan para protegerlos. Un plan de cuidados describe lo que usted va a hacer si no puede cuidar a su familiar de más edad. Un plan de cuidados incluye una lista de contactos de familiares, amigos, vecinos y agencias locales de servicios que puedan proporcionar apoyo para los cuidados si usted se enferma o no está disponible. Por ejemplo, un cuidador que lo remplace a usted idealmente no debe ser una persona con riesgo de enfermarse gravemente con el COVID-19.

Debido al COVID-19, es posible que usted no pueda visitar a la persona de más edad que normalmente cuida si la persona está hospitalizada o internada en un hogar de ancianos. Pregúntele al personal del establecimiento si pueden ayudarla a comunicarse por teléfono, video chat, mensajes de texto, o enviando tarjetas o cartas.

A continuación, encontrará otros consejos para que la ayuden cuando cuide a adultos de más edad:

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SI ES una trabajadora esencial
Hombre con cubierta para la cara trabajando en una tienda y buscando un artículo para el cliente, que también usa una cubierta para la cara

En comparación con los hombres, un mayor porcentaje de mujeres trabajan como enfermeras y otro tipo de profesionales de atención médica, y como trabajadoras de apoyo en hogares de ancianos y de atención médica a domicilio, trabajadoras de servicios sociales, maestras, personal de guarderías, cajeras en tiendas de alimentos y empleadas del servicio postal. Durante el COVID-19, las mujeres siguen trabajando en estos y otros tipos de trabajos esenciales de servicio al público, como trabajadoras de emergencias y personal de respuesta a emergencias.

Si usted es una trabajadora esencial, quizás tenga mucho estrés debido a horas laborales más largas y condiciones de trabajo difíciles. Es posible que tenga menos tiempo y energía para ser el tipo de cuidadora que desea ser. Es muy importante que las trabajadoras esenciales se mantengan sanas para poder brindar ayuda a quienes la necesiten. Además, puede que tengan un mayor riesgo de exponer a las personas que vivan con ella al COVID-19.

Aquí encontrará algunos recursos para trabajadoras esenciales que pueden ser útiles:

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SI ESTÁ TENIENDO problemas económicos
Hombre que usa una cubierta para la cara comprando algo de una vendedora que está afuera y que también usa una cubierta para la cara  (no es una vendedora ambulante)

La pandemia del COVID-19 ha causado dificultades económicas para millones de mujeres y otras personas que han perdido sus trabajos o han visto sus horas laborales reducidas. Una gran proporción de mujeres son las principales cuidadoras y las que más ingresos aportan a sus hogares. La pérdida del trabajo significa no solamente una pérdida de ingresos, sino con frecuencia una pérdida de acceso al seguro de salud y otros beneficios laborales. Quizás le sea difícil proporcionar artículos esenciales, como los alimentos, a las personas que cuida.

Las preocupaciones económicas durante el COVID-19 podrían causar estrés adicional a las mujeres. Es más probable que las mujeres que trabajan en industrias como aerolíneas, hoteles, guarderías, restaurantes y ventas minoristas pierdan su trabajo durante el COVID-19, ya que muchas de estas industrias tienen operaciones limitadas o han dejado de funcionar. Un mayor porcentaje de mujeres, en comparación con los hombres, reportan preocuparse por la pérdida de ingresos debido a la pérdida de trabajo o a las horas reducidas a causa del COVID-19. La pérdida de ingresos causada por la pandemia del COVID-19 puede significar una grave dificultad económica para muchas personas.

Los siguientes recursos podrían ser útiles:

  • Comuníquese con las agencias y organizaciones de servicios sociales en su condado o estado para averiguar cuáles son sus opciones de asistencia para el desempleo, los alimentos y la vivienda. La información de las oficinas locales se puede encontrar en línea o en los directorios telefónicos del Gobierno estatal o local. Puede que también la encuentre si busca en Internet por “Cupones para alimentos”, “Servicios sociales”, “Servicios humanos” o “Asistencia pública”. Muchos estados tienen una línea de ayuda 2-1-1 para tener acceso a la información sobre servicios.
  • Consulte el directorio de recursos del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) para obtener información sobre los beneficios de alimentos en su estado.
  • Muchas comunidades están proporcionando comidas gratuitas para los niños a través de los distritos escolares locales, y para los adultos de más edad a través de programas como Meals on Wheels.
  • Infórmese sobre las herramientas y los programas que la ayuden con los gastos y el manejo del dinero.
  • Verifique si su ciudad o estado ha interrumpido los desalojos durante el COVID-19.
  • Comuníquese con las empresas de electricidad, gas, agua, teléfono, Internet y otras acerca de sus facturas mensuales. Explique cuál es su situación económica y pida que se hagan arreglos para pagar las cuentas.

Enlaces relacionados: Recursos del Departamento del Trabajo de los EE. UU. sobre el coronavirus

Fuente del contenido: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, traducido por CDC Multilingual Services #319981.