PCD logo

Centros de telemedicina para accidentes cerebrovasculares como opción para abordar las disparidades geográficas en el acceso a la atención médica de accidentes cerebrovasculares en Carolina del Sur, 2013

Marsha Samson, MSPH, MHSA; Tushar Trivedi, MD, MPH; Khosrow Heidari, MS, MA

Citación sugerida para este artículo: Samson M, Trivedi T, Heidari K. Telestroke Centers as an Option for Addressing Geographical Disparities in Access to Stroke Care in South Carolina, 2013. Prev Chronic Dis 2015;12:150418. DOI: http://dx.doi.org/10.5888/pcd12.150418.

PEER REVIEWED

Resumen

Los centros de telemedicina para accidentes cerebrovasculares pueden aumentar el acceso al diagnóstico y tratamiento adecuados y oportunos de accidentes cerebrovasculares, en particular en las poblaciones rurales y, por lo tanto, reducir discapacidades y muertes. Se utilizó información de secciones del censo para crear un mapa geográfico de los centros de atención primaria para accidentes cerebrovasculares, y para identificar las áreas que se beneficiarían de más acceso a la atención médica a través de centros de telemedicina para accidentes cerebrovasculares (establecimientos de atención médica que proporcionan información a distancia sobre la atención de accidentes cerebrovasculares). Los resultados indican que, en el 2013, aproximadamente la mitad de la población de Carolina del Sur no tenía acceso a un centro de atención primaria para accidentes cerebrovasculares a menos de 30 minutos en automóvil desde su hogar, y el 30 % no tenía acceso a un centro a menos de 60 minutos en automóvil. Aumentar el acceso a la evaluación, el diagnóstico y el tratamiento rápidos de los accidentes cerebrovasculares, y mejorar la calidad de vida a largo plazo, requiere la incorporación de centros de telemedicina para accidentes cerebrovasculares en áreas sin centros de atención primaria para esta afección y analizar los efectos de estos centros en la incidencia de los accidentes cerebrovasculares y la mortalidad relacionada con ellos en Carolina del Sur.

Top

Objetivo

Los accidentes cerebrovasculares son un gran problema de salud pública y la principal causa de discapacidades a largo plazo (1, 2) en los Estados Unidos. La evaluación, el diagnóstico y el tratamiento oportunos son fundamentales para reducir la incidencia y las muertes relacionadas con los accidentes cerebrovasculares isquémicos agudos (3). Utilizamos el análisis de un sistema de información geográfica (GIS, por sus siglas en inglés) para identificar las regiones de Carolina del Sur con acceso a centros de atención para accidentes cerebrovasculares y regiones sin acceso a tales centros. Los resultados negativos de los accidentes cerebrovasculares en la región del sureste de los Estados Unidos pueden estar directamente relacionados con la falta de establecimientos fácilmente accesibles para el tratamiento primario de los accidentes cerebrovasculares. Los centros de atención primaria para accidentes cerebrovasculares (PSC, por sus siglas en inglés) son centros hospitalarios equipados con recursos y procesos para tratar a las personas con accidentes cerebrovasculares agudos (4). En áreas subatendidas, los centros de telemedicina para accidentes cerebrovasculares (establecimientos de atención médica que proveen información a distancia sobre la atención de accidentes cerebrovasculares por medio de comunicación electrónica) reducen las desigualdades en salud y complementan a los PSC al garantizar la atención temprana de las víctimas de accidentes cerebrovasculares que vivan a más de 30 a 60 minutos de un PSC (5). Las tasas de mortalidad por accidentes cerebrovasculares ajustadas por edad son más altas en Carolina del Sur que en la nación en general (6). Nuestro objetivo fue analizar cómo los centros de telemedicina para accidentes cerebrovasculares pueden abordar las disparidades geográficas en el acceso a la atención médica para accidentes cerebrovasculares en Carolina del Sur.

Top

Métodos

Utilizamos información de secciones del censo y tecnología de creación de mapas por GIS para calcular las áreas a menos de 30 o 60 minutos en automóvil de los PSC o de centros de telemedicina para accidentes cerebrovasculares, y la proporción de la población del estado que vive dentro de esas distancias. Además de los PSC de Carolina del Sur, también consideramos los PSC de los estados cercanos (Carolina del Norte y Georgia) que estuviesen a menos de 30 o 60 minutos en automóvil para los residentes de Carolina del Sur. Con los datos de las estadísticas vitales, también identificamos los 24 condados en Carolina del Sur con la tasa de mortalidad por accidentes cerebrovasculares ajustada por edad más alta en el estado; superpusimos las áreas con los tiempos de manejo en estos condados. Utilizamos mapas de GIS para ilustrar las disparidades geográficas en el acceso a la atención para accidentes cerebrovasculares ofrecida en PSC acreditados y la contribución de los centros de telemedicina para accidentes cerebrovasculares para abordar estas disparidades geográficas.

Top

Resultados

La mayoría de los condados en Carolina del Sur tenían tasas de mortalidad por accidentes cerebrovasculares altas en el 2013 (figura 1). Esos condados tenían acceso limitado o ningún tipo de acceso a los PSC a menos de 30 o 60 minutos en automóvil. Sin embargo, los establecimientos de telemedicina —como los centros de telemedicina para accidentes cerebrovasculares— podrían aumentar el acceso a la atención de los accidentes cerebrovasculares en estas áreas. La mayoría de los centros de atención primaria para accidentes cerebrovasculares estaban ubicados en la mitad norte del estado (en Anderson, Greenville y Spartanburg) o en la parte del este de Low Country (zona costera de Carolina del Sur, en Charleston). Aproximadamente, el 54 % de la población de Carolina del Sur vive a menos de 30 minutos en automóvil de un PSC y el 77 % vive a menos de 60 minutos en automóvil (figura 1). Al incluir centros de telemedicina para accidentes cerebrovasculares a menos de 30 o 60 minutos en automóvil, los residentes de Carolina del Sur tuvieron acceso a una cantidad significativamente mayor de centros de atención de accidentes cerebrovasculares (76 % a menos de 30 minutos y 95 % a menos de 60 minutos) (figura 2). Desde el 2008, a pesar del significativo aumento en la distribución de recursos para accidentes cerebrovasculares dentro del estado desde la incorporación de centros de telemedicina para accidentes cerebrovasculares, el área central de Carolina del Sur y la parte del oeste de Low Country aún no contaban con acceso a atención para accidentes cerebrovasculares de calidad.

South Carolina primary stroke centers (PSCs) and the population within a 30-minute drive time (54% of the South Carolina population lives within a 30-minute drive of a PSC).

Figura 1. Centros de atención primaria para accidentes cerebrovasculares (PSC) de Carolina del Sur y la población que vive a menos de 30 minutos en automóvil (el 54 % de la población de Carolina del Sur vive a menos de 30 minutos en automóvil de un PSC).

South Carolina primary stroke centers and telestroke centers and the population within a 30-minute or 60-minute drive time (95% of the South Carolina population live within a 60-minute drive of a primary stroke center or a telestroke center, and 76% live within a 30-minute drive).

Figura 2. Centros de atención primaria y centros de telemedicina para accidentes cerebrovasculares en Carolina del Sur y la población que vive a menos de 30 o 60 minutos en automóvil (el 95 % de la población de Carolina del Sur vive a menos de 60 minutos en automóvil de un centro de atención primaria para accidentes cerebrovasculares o un centro de telemedicina para accidentes cerebrovasculares, y el 76 % vive a menos de 30 minutos en automóvil).

Top

Discusión

La escasez de establecimientos especializados en el tratamiento para accidentes cerebrovasculares en Carolina del Sur tiene como consecuencia enormes disparidades geográficas en el acceso a la atención para accidentes cerebrovasculares y en la calidad de esa atención. Se prevé que la necesidad de neurólogos en Carolina del Sur aumentará para el año 2025, y las poblaciones rurales enfrentarán mayores disparidades en la atención (7). Los resultados de estudios observacionales mostraron que la telemedicina continúa teniendo un impacto positivo en la salud cuando se la compara con consultas en persona (8). Los socios locales y estatales de la salud podrían proveer centros de telemedicina para accidentes cerebrovasculares por medio de asociaciones comunitarias, planificación de programas y asignación adecuada de recursos. Este estudio muestra que muchas áreas de Carolina del Sur carecen de acceso oportuno a los PSC. Esta información puede servir como un catalizador para iniciar nuevas conversaciones y servir como base para el proceso de toma de decisiones sobre políticas. La ampliación de los servicios para los accidentes cerebrovasculares en las regiones que carecen de dichos servicios requiere informar a los proveedores de atención médica y al personal administrativo en hospitales rurales acerca de los centros de telemedicina para accidentes cerebrovasculares, y mostrar que son un recurso viable y de bajo costo para proveer atención de calidad para accidentes cerebrovasculares. Unir a los hospitales rurales de menores recursos, sin instalaciones para la atención de accidentes cerebrovasculares, con centros de atención de excelencia para accidentes cerebrovasculares pondría a disposición servicios especializados e ininterrumpidos para accidentes cerebrovasculares en zonas geográficas dispares.

 

Top

Agradecimientos

Esta publicación fue posible en parte gracias a la subvención número T32-GM081740 de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH)-Instituto Nacional de Ciencias Médicas Generales (NIGMS). Su contenido es de exclusiva responsabilidad de sus autores y no representa necesariamente las opiniones oficiales de los NIH o del NIGMS.

Top

Información sobre la autora

Autora responsable de la correspondencia: Marsha Samson, MSPH, MHSA, Cancer Prevention and Control Program, Arnold School of Public Health, University of South Carolina, 915 Greene Street, 2nd Floor #10, Columbia, SC 29208. Telephone: 786-877-7287. Email: msamson@email.sc.edu.

Afiliaciones de la autora: Tushar Trivedi, Cancer Prevention and Control Program, Arnold School of Public Health, University of South Carolina, Columbia, South Carolina; Khosrow Heidari, South Carolina Department of Health and Environmental Control, Columbia, South Carolina.

Top

Referencias

  1. Prevalence of stroke — United States. 2006–2010. Atlanta (GA): Centers for Disease Control and Prevention; 2011. http://www.cdc.gov/mmwr/preview/mmwrhtml/mm6120a5.htms_cid=mm6120a5_w. Accessed February 02, 2015.
  2. South Carolina Department of Health and Environmental Control. Disease and stroke prevention: strengthening the chain of survival: final report. Columbia (SC): South Carolina Health and Environmental Control; 2010.
  3. Klein KE, Rasmussen PA, Winners SL, Frontera JA. Teleneurocritical care and telestroke. Crit Care Clin 2015;31(2):197–224. CrossRef PubMed
  4. What is telemedicine. http://www.americantelemed.org/about-telemedicine/what-is-telemedicine#.VhmT0ZOzn5o. Accessed October 10, 2015.
  5. Demaerschalk BM, Miley ML, Kiernan T-EJ, Bobrow BJ, Corday DA, Wellik KE, et al. ; STARR Coinvestigators. Stroke telemedicine. Mayo Clin Proc 2009;84(1):53–64. CrossRef PubMed
  6. Magarik JA, Jauch EC, Patel SJ, Adams RJ, Turner RD, Chaudry MI, et al. The Medical University of South Carolina’s comprehensive stroke program: changing what’s possible in stroke care across South Carolina. J S C Med Assoc 2012;108(5):128–31. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3816504/ PubMed
  7. Mutgi SA, Zha AM, Behrouz R. Emerging subspecialties in neurology: telestroke and teleneurology. Neurology 2015;84(22):e191–3. CrossRef PubMed
  8. Jhaveri D, Larkins S, Sabesan S. Telestroke, tele-oncology and teledialysis: a systematic review to analyse the outcomes of active therapies delivered with telemedicine support. J Telemed Telecare 2015;21(4):181–8. CrossRef PubMed

Top

Error processing SSI file

The opinions expressed by authors contributing to this journal do not necessarily reflect the opinions of the U.S. Department of Health and Human Services, the Public Health Service, the Centers for Disease Control and Prevention, or the authors’ affiliated institutions.