Puntos clave
- Los consultores del STOP apoyan las actividades de fortalecimiento de vacunación, la respuesta a brotes de enfermedades y los esfuerzos de erradicación de la poliomielitis.
- Durante sus asignaciones, los consultores del STOP viven y trabajan en las comunidades a las que prestan servicios.
Antecedentes
Desde su fundación, el STOP ha hecho lo siguiente:
- Reclutado, capacitado y enviado a 3500 consultores
- Completado 5400 asignaciones
- Apoyado a 81 países en todas las seis regiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Siga leyendo: Acerca del programa STOP
Lo que hacen los consultores del STOP
El Programa STOP es una colaboración entre los CDC, la OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Los consultores del STOP:
- Trabajan como epidemiólogos de campo, administradores de datos y consultores sociales y de cambios en el comportamiento.
- Son enviados a países y zonas con la mayor carga de enfermedades prevenibles con vacunas.
- Viven y trabajan en los países y las zonas a los que prestan servicios durante sus asignaciones.
Las áreas clave de enfoque incluyen:
- Actividades de vacunación para mitigar los brotes de enfermedades prevenibles con vacunas
- Vigilancia activa y pasiva
- Educación y comunicación sobre la salud
- Orientación sobre las políticas de vacunación
- Manejo y análisis de datos
- Participación comunitaria y movilización social
Siga leyendo: Por qué el Programa STOP es importante
Prioridades del programa
En los países donde trabajan, los consultores del STOP:
- Avanzan el progreso hacia la erradicación de la poliomielitis donde está presente
- Mantienen la erradicación de la poliomielitis donde ya no está presente
- Ayudan a los países a fortalecer sus sistemas de vacunación y vigilancia
- Apoyan la prevención, detección y respuesta ante brotes de enfermedades
Los consultores del STOP ayudan a los países a abordar las enfermedades prevenibles con vacunas, como la poliomielitis, el sarampión, la rubéola y la fiebre amarilla. También ayudan a los países a responder a amenazas emergentes, como el Ébola y el COVID-19.