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Volumen 7: Nº 1, enero 2010
TEMAS ESPECIALES
El rol de la salud pública para abordar las disparidades raciales y étnicas en cuanto a salud mental y enfermedades mentales
Annelle B. Primm, MD, MPH; Melba J. T. Vasquez, PhD; Robert A. Mays, PhD, MSW; Doreleena Sammons-Posey, SM; Lela R. McKnight-Eily, PhD; Letitia R. Presley-Cantrell, PhD; Lisa C. McGuire, PhD; Daniel P. Chapman, PhD, MSc; Geraldine S. Perry, DrPH, RD
Cita sugerida para este artículo: Primm AB, Vasquez MJT, Mays RA, Sammons-Posey D, McKnight-Eily LR, Presley-Cantrell LR, et al. El rol de la salud pública para abordar las disparidades raciales y étnicas en cuanto a salud mental y enfermedades mentales. Prev Chronic Dis 2010;7(1):A20.
http://www.cdc.gov/pcd/issues/2010/ jan/09_0125_es.htm. Visitado [fecha].
REVISIÓN PARITARIA
Resumen
Las poblaciones de minorías raciales y étnicas reciben una atención insuficiente por parte del sistema de salud mental estadounidense. Las disparidades observadas en los tratamientos recibidos por blancos y afroamericanos han aumentado de manera considerable desde la década de los noventa. Las minorías raciales y étnicas podrían verse afectadas de manera desproporcionada, debido a diversos motivos: un escaso dominio del idioma inglés, el hecho de vivir
en zonas más alejadas, el estigma ligado a la enfermedad mental, la fragmentación de los servicios, los costos, la comorbilidad de enfermedades crónicas y trastornos mentales, una percepción de los servicios de salud desde la óptica de su propia cultura y la encarcelación. En este artículo presentamos un modelo que ilustra cómo los determinantes sociales de la salud, las intervenciones y los resultados interactúan y afectan la salud mental y los
trastornos mentales. Los enfoques de la salud pública para abordar estas inquietudes incluyen estrategias preventivas y la colaboración de agencias federales que trabajan para mejorar la resiliencia de las minorías raciales y étnicas. Recomendamos la realización de una vigilancia más exhaustiva y de diversas investigaciones, así como la implementación de prácticas basadas en la evidencia y de políticas públicas que establezcan
estándares para llevar un control de las disparidades y reducirlas.
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