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Volumen 5: Nº 4, octubre 2008
INVESTIGACIÓN ORIGINAL
Realización de la prueba
prenatal de VIH en la región fronteriza México-Estados Unidos, 2005: El Proyecto para la Salud de la Mujer de las Ciudades Hermanas de Matamoros-Brownsville
Ginger L. Gossman, PhD, Carlos Alberto Carrillo Garza, MD, Christopher H. Johnson, MS, Joanna J. Nichols, MIH, Brian C. Castrucci, MA, Jill A. McDonald, PhD, Kayan L. Lewis, PhD, Gita G. Mirchandani, MPH, PhD
Cita sugerida para este artículo: Gossman GL, Carrillo Garza CA, Johnson CH, Nichols JJ, Castrucci BC, McDonald JA, et al. Realización de la prueba prenatal de VIH en la región fronteriza México-Estados Unidos, 2005:
El Proyecto para la Salud de la Mujer de las Ciudades Hermanas de Matamoros-Brownsville. Prev Chronic Dis 2008;5(4).
http://www.cdc.gov/pcd/issues/2008/ oct/08_0106_es.htm. Visitado [fecha].
REVISIÓN PARITARIA
Resumen
Introducción
Las pruebas de detección del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) como parte
de los controles prenatales de rutina constituye una oportunidad única para
diagnosticar la infección por el VIH, comenzar el tratamiento crónico y prevenir
la transmisión vertical. Aun así, se cuenta con poca información sobre la
prevalencia de las pruebas de detección del VIH durante los controles prenatales
en la región fronteriza México-Estados Unidos. En este artículo exploramos la
correlación entre las pruebas del VIH durante la atención prenatal y las
características sociodemográficas, las conductas de salud y la exposición a
factores nocivos para la salud.
Métodos
La muestra del estudio estaba formada por mujeres que residían en Matamoros,
Tamaulipas, México (n = 489), o en el condado de Cameron, Texas (n = 458), y que
en el año 2005 habían dado a luz un bebé vivo, en hospitales que atendían más de
100 partos al año. Analizamos la distribución unidimensional y bidimensional de
la realización de pruebas del VIH en Matamoros y en el condado de Cameron y
cuantificamos la diferencia en las probabilidades de realización de dicha prueba
mediante un modelo de regresión logística.
Resultados
La prevalencia de la prueba del VIH durante la atención prenatal varió de
acuerdo al lugar de residencia 57,6% en Matamoros y 94,8% en el condado de Cameron. Las mujeres del
condado de Cameron eran significativamente más
propensas a hacerse la prueba del VIH que las mujeres que vivían en Matamoros.
El estado civil, el nivel educativo, el conocimiento de los métodos para
prevenir la transmisión del VIH (de adulto a adulto), el haber hablado sobre la
prueba de detección con un profesional de la salud durante la atención prenatal,
y el haberse realizado previamente otras pruebas del VIH, se asociaron de forma
significativa con la realización de estas pruebas en Matamoros, si bien sólo las
últimas dos variables fueron significativas en el condado de Cameron.
Conclusión
Si bien las políticas nacionales de México y de los Estados Unidos recomiendan
por igual la realización de pruebas del VIH durante los controles prenatales, en
comparación con las mujeres de Matamoros, la proporción de mujeres del condado
de Cameron que habían seguido estas recomendaciones era mucho mayor. Los
esfuerzos conjuntos de Matamoros y del condado de Cameron para aumentar las
tasas de realización de la prueba del VIH durante el embarazo en la región
fronteriza deberían tomar en cuenta estas correlaciones en cada una de sus
comunidades.
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Introducción
Anteriormente se consideraba al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)/SIDA
como una enfermedad aguda (1,2); sin embargo, los recientes desarrollos en su
tratamiento han transformado al VIH/SIDA en una condición crónica. Si se
mantienen bajo una atención óptima para el VIH, la esperanza de vida proyectada
para aquéllos infectados con el VIH se ha incrementado de menos de 7 años en
1993 a más de 20 años actualmente (1), pero la atención óptima no puede comenzar
sin un diagnóstico. El examen rutinario prenatal en busca de VIH en mujeres
proporciona una oportunidad única y crítica para diagnosticar la infección con
VIH, iniciar un tratamiento crónico y evitar la transmisión de la madre al hijo.
La transmisión perinatal puede prevenirse de diferentes maneras: usando
medicamentos antiretrovirales para el tratamiento y profilaxis, evitando la
lactancia materna y seleccionando el parto por cesárea cuando sea apropiado
(3-5). Durante el año 2005, 91% de los casos de SIDA reportados entre niños de
12 años de edad y menores en los Estados Unidos fueron atribuidos a la
transmisión perinatal (3,4). El número de infecciones perinatales con VIH fue
máximo en 1991 con 1.650 casos y posteriormente disminuyó rápidamente hasta
aproximadamente 142 casos en 2005 (3,6,7). La tasa de transmisión perinatal es
menor al 2% con intervención (3,8), comparada con el 25% al 30% sin intervención
(3,9).
Si una mujer no se realiza la prueba de VIH durante su embarazo, se pierde
una oportunidad para intervenir (10). Los datos estimados del Sistema de
Evaluación del Riesgo en el Embarazo (PRAMS, por sus siglas en
inglés) sugiere que al 87% de las mujeres en Texas se les practicó la prueba de
VIH durante su embarazo más reciente. Este dato es más alto que el estimado
nacional para Estados Unidos de 69% reportado en la Encuesta Nacional de
Crecimiento Familiar de 2002 (11). Actualmente, no existen datos estimados
disponibles respecto a la realización de pruebas prenatales de VIH en el estado
de Tamaulipas ni para México en general. Se conoce muy poco sobre la prevalencia
de la realización de la prueba prenatal de VIH en la frontera Texas-Tamaulipas;
sin embargo, 2,4% de los casos de SIDA en México son casos pediátricos, la
mayoría de los cuales ocurrieron por transmisión de la madre al hijo (12). En el
año 2000, el Centro Nacional, para la Prevención y el Control del VIH/SIDA (CENSIDA)
emitió un estimado de 0,04% de prevalencia de VIH entre mujeres embarazadas de
1991 a 1995 (10). Un estudio en el año 2003 en mujeres se les hizo la prueba
durante el periodo prenatal en Tijuana arrojó una mayor prevalencia de VIH, de
0,65% (12).
Autoridades oficiales de ambos estados, Texas y Tamaulipas, consideran que el
área fronteriza es única y culturalmente distinta del resto del estado o del
país (13). Los residentes de la frontera comparten la misma identidad cultural y
están expuestos a las mismas condiciones económicas, incluyendo pobreza extrema
y falta de servicios (14). Tanto México como los Estados Unidos han participado
en colaboraciones binacionales para atender las necesidades particulares en
materia de salud pública de la población fronteriza, incluyendo a la Asociación
Fronteriza Méxicano Estadoindense de Salud y a la Comisión de Salud Fronteriza
México-Estados Unidos (15,16). La prevalencia de la realización de la prueba de
VIH en Texas y Tamaulipas no proporciona información sobre la realización de la
prueba de VIH en la frontera. Consecuentemente, los objetivos de este estudio
fueron 1) reportar la prevalencia de la realización de la prueba prenatal de VIH
entre mujeres que viven en el condado de Cameron, Texas, así como entre mujeres
que viven en Matamoros, Tamaulipas, México, y 2) examinar la asociación entre la
realización de la prueba prenatal de VIH y factores sociodemográficos,
comportamientos en materia de salud, así como exposiciones de la salud para toda
la muestra así como por mujer en cada comunidad fronteriza. Estos análisis se
enfocaron principalmente en las características a nivel individual. Otras
correlaciones para la realización de la prueba prenatal de VIH incluyen la
política nacional y la práctica local, las cuales no fueron medidas directamente.
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Métodos
Utilizamos datos primarios recogidos en el periodo de 2002 al 2006 a través
del Proyecto para la Salud de la Mujer de las Ciudades Hermanas de
Matamoros-Brownsville (BMSCP, por sus siglas en inglés). Brownsville se
encuentra en el Valle del Río Bravo en Texas, y Matamoros es un municipio del
estado de Tamaulipas, México (Figura). Los datos de Brownsville fueron realmente
recopilados en su totalidad en condado de Cameron, el cual se encuentra en la
punta sur de Texas, adyacente a Tamaulipas. Los centros de las ciudades de
Brownsville y Matamoros se encuentran a aproximadamente 2 Km. de distancia entre
ellos, así que uno puede viajar fácilmente entre ellos cruzando cualquiera de
los 3 puentes que conectan a las ciudades.
Figura. Mapa de la Región de la Frontera México-Estados Unidos, así como del
condado de Cameron, Texas y Matamoros, Tamaulipas, México (Cuadro Rojo). (Los autores agradecen a Allison Abell Banicki de la Oficina de Salud Fronteriza del Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas, por la creación de este mapa).
El equipo de diseño de la encuesta seleccionó la muestra para el estudio entre mujeres que dieron a luz a nacidos vivos en días seleccionados entre el 21 de
agosto y el 9 de noviembre de 2005; las participantes vivían tanto en Matamoros como en el
condado de Cameron. Los encuestadores realizaron entrevistas personales asistidas por computadora. Este proyecto piloto de vigilancia fue revisado por los CDC para asegurar la protección de los sujetos de investigación
y se determinó que el mismo era "no experimental" o de práctica de salud pública; y por eso no se requería de la aprobación del
consejo de revisión institucional.
El diseño de muestreo consistió en un grupo muestras estratificadas, seleccionando sistemáticamente a los grupos. El equipo de diseño de la encuesta seleccionó todos los hospitales en cada área (Matamoros y
el condado de Cameron) que reportaron 100 o más partos anuales. Dentro del estrato de cada hospital, se seleccionaron grupos en bloques de 2 días. Todas las mujeres que dieron a luz a un niño vivo en el día seleccionado, sin importar la hora
del día, fueron incluidas en la muestra. Los encuestadores identificaron a las participantes elegibles mediante la revisión periódica de los registros de partos del hospital así como los registros médicos y a través del contacto con el personal hospitalario. Para una descripción más detallada de la recopilación de datos, favor de revisar el artículo de McDonald
et al en esta edición
de Prevención de Enfermedades Crónicas (17).
El equipo de diseño de la encuesta creó ponderaciones para representar la probabilidad de la selección, no cobertura de la población, no cobertura de hospitales, así como las respuestas en blanco. Utilizamos SUDAAN versión 9.03 (RTI International, Research Triangle Park, Carolina del Norte) para representar el diseño complejo de la encuesta, el cual era necesario para permitir la especificación apropiada de los parámetros de diseño
muestral.
Utilizamos distribuciones univariadas y bivariadas para mujeres del condado de Cameron, mujeres de Matamoros, y para la muestra total para medir la prevalencia de la prueba de VIH durante el embarazo. El resultado de interés era medido con la pregunta, "¿En cualquier momento durante su embarazo o parto más reciente, ¿le hicieron una prueba para detectar el VIH, el virus que causa el SIDA?" Las correlaciones de realización de la prueba de VIH fueron identificadas
mediante regresión logística para mujeres del condado de Cameron, mujeres de Matamoros y para la muestra total. En las regresiones, la variable dependienteera la realización de la prueba prenatal de VIH. Seleccionamos a las candidatas para las regresiones a partir de variables incluidas en los análisis bivariados. Cada variable era incluida en una regresión logística bivariada con la variable dependiente. Incluimos sólo aquellas variables que generaron valores
de P ≤ 10 en al menos 1 lugar de residencia (Matamoros o condado de Cameron) en las regresiones multivariadas. Los términos de interacción fueron incluidos en un modelo multivariado para el total de la muestra para confirmar el papel del lugar de residencia. Las variables no eran retenidas en el modelo si no eran significativas cuando α =
,05. Así, los modelos aquí presentados son frugales. La primera iteración de los modelos de regresión incluye la
pregunta "¿Le ofrecieron hacerle la prueba del VIH durante este último embarazo o parto?" Sin embargo, esta variable fue removida, debido a que estaba altamente correlacionada con la variable dependiente.
La mayoría de las preguntas recopiladas para este análisis fueron auto-reportadas. El equipo de diseño de la encuesta midió la mayoría de las preguntas sobre el VIH, incluyendo la medición del resultado, utilizando preguntas del PRAMS. Este equipo tomó la pregunta que mide el conocimiento sobre prevención de la infección con VIH a partir de las Encuestas Demográficas y de Salud (DHS) (18) y del Programa Conjunto de las Naciones Unidas para el
VIH/SIDA (UNAIDS). El equipo operacionalizó el conocimiento de la prevención de la infección con VIH en concordancia con el Compendio de Indicadores para la Evaluación de los Programas de Salud Reproductiva (http://www.cpc.unc.edu/measure/publications/html/ms-02-06.html). Se consideraba que los encuestados poseían conocimiento sobre la prevención de la infección con VIH si reportaban que podían reducir el riesgo de la transmisión adulto-adulto
mediante el uso de condones o mediante la práctica del sexo con una sola pareja no infectada. El equipo modificó la medida del riesgo de VIH a partir de UNAIDS y DHS. Los entrevistadores leyeron la siguiente pregunta "Le voy a leer una lista de tres situaciones. Cuando termine de leer dígame si alguna de estas situaciones tiene que ver con usted. No es necesario que me diga cuáles. Usted se ha inyectado drogas durante este último año; usted ha recibido tratamiento
para una enfermedad o infección de transmisión sexual; Usted ha tenido más de dos parejas sexuales durante este último año." Las categorías de respuesta son sí (aplica 1 o más) o no (no aplica ninguna).
Aunque los encuestadores recopilaron datos en hospitales donde las mujeres dieron a luz, este proyecto utilizó el lugar de residencia como la variable de ubicación clave. Los programas y las políticas de los lugares de residencia establecidos en el lugar de residencia de una mujer pueden afectar su salud y su embarazo más que aquellos establecidos en el lugar del parto, particularmente para la variable dependiente de interés, que es la tasa de realización de
pruebas de VIH durante el embarazo o el parto.
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Resultados
Las mujeres de cada comunidad tenían edades, empleos y cobertura médica similares durante el periodo de embarazo (Tabla 1). Sin embargo se diferenciaban en términos de educación, estado civil y cobertura médica antes del embarazo. Una mayor proporción de mujeres en el
condado de Cameron poseía grado de bachiller o más. Una mayor proporción de mujeres en Matamoros vivían en unión libre o en
matrimonio. Un mayor porcentaje de mujeres en el condado de Cameron se encontraba sin cobertura médica antes del embarazo.
La prevalencia de la realización de la prueba prenatal de VIH en Matamoros era de aproximadamente 37 puntos porcentuales más baja que la prevalencia de la realización de la prueba de VIH en el
condado de Cameron en el año 2005 (Tabla 2). Otras diferencias notables incluían la duración del periodo durante el que se recibieron atención prenatal, haber recibido la oferta para realizarse una prueba de VIH, haberse
realizado la prueba de VIH durante el embarazo, el conocimiento sobre prevención de la infección con VIH, así como los comportamientos de riesgo entre las mujeres de la muestra. A una mayor proporción de mujeres en el
condado de Cameron se les ofreció una prueba de VIH, en comparación con las de Matamoros. Aunque se examinó a un mayor porcentaje de mujeres en el
condado de Cameron en busca de VIH antes del embarazo de referencia, un mayor porcentaje de mujeres
en Matamoros recibieron la prueba en un periodo de 6 meses anterior a su embarazo. Una mayor proporción de mujeres en el
condado de Cameron reportó 1 ó 2 métodos efectivos para prevenir la transmisión de VIH, pero una mayor proporción de mujeres en Matamoros mencionó tanto el uso del condón como la monogamia para prevenir la transmisión.
Una mayor proporción de mujeres en el condado de Cameron en comparación con Matamoros participaron en comportamientos asociados con un incremento en el riesgo de VIH antes del embarazo. La prevalencia del tabaquismo en el
condado de Cameron fue mayor a 1,5 veces que en Matamoros. La prevalencia de los hábitos de bebida y socialización con consumo elevado de alcohol fue de más del doble en el
condado de Cameron que en Matamoros. En contraste, las prevalencias del uso
de drogas intravenosas, tratamiento a causa de una enfermedad de transmisión sexual o compañeros múltiples durante el año pasado fueron idénticas para ambas comunidades. Los hábitos de tabaquismo y de bebida fueron incluidos en las regresiones iniciales pero no fueron asociados significativamente con la prueba de VIH debido a que no variaron sustancialmente entre mujeres que se efectuaron la prueba de VIH.
Los resultados bivariados son específicos para cada categoría (Tabla 3 y
Tabla 4). Por ejemplo, la primera fila debajo de "edad" en la Tabla 3 debería leerse como "48,6% de las mujeres con edades entre 14 y 19 años que vivían en México se efectuaron la prueba de VIH." Los resultados bivariados muestran que una mayor proporción de mujeres en todas las categorías se efectuaron
la prueba durante el embarazo en el condado de Cameron que en Matamoros. De hecho, hubo una pequeña variación entre las categorías dentro del
condado de Cameron debido a la alta tasa de pruebas de VIH realizadas. En términos demográficos, una menor población de mujeres que vivían en unión libre en Matamoros se efectuó la prueba de VIH en comparación con las mujeres solteras y casadas. Asimismo, una menor proporción de mujeres en Matamoros
con 7 años de educación o menos se efectuó la prueba en comparación con mujeres con 8 o más años de educación.
En términos de exposición a la educación sobre VIH, pruebas de detección y comportamientos de riesgo, las diferencias entre las mujeres en Matamoros y las del
condado de Cameron reflejan la alta tasa de realización de pruebas de VIH en el
condado de Cameron. Las mujeres del condado de Cameron presentaron consistentemente una mayor tasa de realización de la prueba en todas las categorías. Se observaron diferencias notables en Matamoros en las categorías
de atención prenatal, conocimiento de la prevención efectiva de la infección con VIH así como de la exposición al riesgo. Una menor proporción de mujeres que no recibieron atención prenatal tan temprano como hubieran querido se efectuaron la prueba de VIH, en comparación con las mujeres que recibieron atención prenatal en el momento que así lo desearon. Una menor proporción de mujeres que mencionaron el uso del condón se efectuaron la
prueba en comparación con mujeres que mencionaron la monogamia o el uso tanto de condón como la monogamia como método efectivo de prevención. Finalmente, sólo dos tercios de las mujeres que participaron en comportamientos de riesgo de VIH durante el año anterior se efectuaron la prueba durante el embarazo de referencia.
De aquéllas que no se efectuaron la prueba de VIH durante su embarazo, el 91,0% (intervalo de confianza [IC] de 95%, 86,7%-93,4%) vivía en Matamoros. De las mujeres que vivían en Matamoros que no se realizaron la prueba antes de su embarazo, el 51,3% (95% IC, 46,6%-56,0%) no se realizaron la prueba durante el embarazo de referencia (en comparación con el 9,6% [95% IC, 6,2%-14,6%] en el
condado de Cameron).
Los resultados de la regresión logística demostraron que para la muestra total, el lugar de residencia, la edad más avanzada, la realización de la prueba antes del embarazo, la discusión de la prueba durante el periodo de atención prenatal, así como el conocimiento de los métodos de prevención de la infección con VIH fueron significativamente asociados con la realización de la prueba prenatal de VIH
(Tabla 5). Fue significativamente
más probable que las mujeres que residían en el condado de Cameron se efectuaran la prueba prenatal de VIH que las mujeres que residían en Matamoros. Las mujeres en edades de 35 a 43 años tenían casi 3 veces más la probabilidad de efectuarse la prueba que las mujeres del grupo de menor edad (14 a 19 años). Las mujeres que se habían realizado la prueba del VIH antes del embarazo de referencia tenían casi 5 veces más probabilidad de efectuarse la
prueba durante el embarazo de referencia. Las mujeres que hablaron sobre la prueba de VIH con un profesional de la salud eran significativamente más propensas a efectuarse la prueba que las mujeres que no lo hicieron. Finalmente, el mencionar alguno o ambos de los métodos efectivos de prevención de la infección con VIH fue significativamente asociado con el hecho de haberse realizado la prueba. Los resultados son frugales, las variables no significativas no se mantuvieron
dentro del modelo final.
Tres de las variables presentadas en la Tabla 5 también fueron significativas en la regresión específica para Matamoros y se comportaron de manera similar (realización de la prueba antes del embarazo, discusión de la realización de la prueba durante el periodo de atención prenatal así como conocimiento sobre la prevención efectiva de la infección) (Tabla 6). Además, el estado civil y el grado de
educación estuvieron asociados con la realización de la prueba de VIH entre las mujeres que residían en Matamoros. La vida en unión libre se asoció con una probabilidad menor de haberse realizado la prueba en comparación con el matrimonio. Las mujeres con diploma de bachiller también mostraron más probabilidad de haberse realizado la prueba que aquéllas que contaban sólo con la educación primaria.
La alta prevalencia de la realización de la prueba prenatal de VIH en el
condado de Cameron deja poco espacio a la variación en la regresión específica para la comunidad. Tan sólo 2 variables fueron significativamente asociadas con el hecho de haberse efectuado la prueba: haberse realizado la prueba de VIH antes del embarazo de referencia (razón de momios [RM], 5,9; 95% IC, 1,6-21,8; P =
,01) y la discusión sobre la realización de la prueba de
VIH durante el periodo de atención prenatal (RM, 4,5; 95% IC, 1,8-11,0; P =
,001).
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Discusión
La realización de la prueba de VIH fue sustancialmente más común en el
condado de Cameron que en Matamoros, de acuerdo con los análisis bivariados y de regresión. Ambos análisis también mostraron que las mujeres en Matamoros con un bajo nivel de educación formal o que no conocían sobre la prevención de la infección con VIH adulto-adulto tenían menos probabilidad de efectuarse la prueba. Las variables asociadas con la
realización de la prueba prenatal de VIH no tenían la misma influencia en cada comunidad. Para confirmar estos hallazgos, corrimos una regresión para la muestra total que incluyó los términos de interacción para el lugar de residencia con variables que eran significativas en cualquiera de los modelos, y esta regresión confirmó el poder explicativo del lugar de residencia.
Las distribuciones univariadas mostraron que en algunos casos estas 2 comunidades fronterizas eran similares, pero en otros casos se diferenciaban ampliamente. Por ejemplo, la distribución de mujeres con edades entre 20 y 34 años era similar en tanto en Matamoros como en el
condado de Cameron, así como la proporción de aquéllas que eran empleadas y la proporción de las que contaban con seguro médico durante su embarazo. Sin embargo las mujeres se
diferenciaban en cuanto a su nivel de educación, lo cual puede ocurrir parcialmente debido a las diferencias en los sistemas educacionales en los Estados Unidos y en México, así como a las diferencias en el estatus socioeconómico en cada comunidad. Las mujeres también se diferenciaban en términos de hábitos de tabaquismo y de bebida de alcohol (especialmente en cuanto a la bebida). El abuso del alcohol y del tabaco eran comunes entre personas con
infección con VIH (19), aunque estos comportamientos no fueron significativamente asociados con la realización de la prueba prenatal de VIH en cada comunidad.
Además de las características a nivel individual, la investigación sobre salud pública debe considerar las políticas y las prácticas. En este proyecto, el papel del lugar geográfico fue probablemente influenciado por la política nacional respecto a la realización de la prueba de VIH. Las más recientes recomendaciones de la política de EEUU declaran que la prueba de VIH debería ofrecerse a todas las mujeres embarazadas como parte de
los exámenes prenatales estándares, sin importar los factores de riesgo y las tasas de prevalencia en la comunidad (20). Los resultados de esta encuesta sugieren que la política de EEUU es exitosa, ya que cerca del 95% de las mujeres que residían en el
condado de Cameron (que presumiblemente recibieron atención natal en su lugar de residencia) se efectuaron la prueba de VIH durante su más reciente embarazo.
La política mexicana recomienda también la realización de la prueba de VIH durante el periodo de atención prenatal (12); sin embargo, la práctica de la misma varía entre las empresas aseguradoras. El sistema de salud mexicano difiere del sistema de EEUU en el hecho de que la mayoría de las aseguradoras también proporcionan servicios (21), y no todas ellas pagan la prueba de VIH. El Instituto Mexicano del Seguro Social asegura a los empleados en el
sector privado y cubre el costo de la prueba de VIH (21). El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, el cual asegura a los empleados federales, también cubre el costo de una prueba de VIH. Sin embargo, la Secretaría de Salud en Tamaulipas, la cual da servicio a los pobres no asegurados, no cubre el costo de la prueba de VIH. Se hace excepción con pacientes de alto riesgo, tales como los usuarios de drogas inyectadas o personas con tatuajes
(21), pero de otra forma, las mujeres en Tamaulipas aseguradas por la Secretaría de Salud deben pagar su propia prueba de VIH.
Esta política varía en cada estado en México. Otros estados, tales como Nuevo León, cuentan con los recursos disponibles a través de la Secretaría de Salud para pagar ampliamente las pruebas de VIH. En el año 2007, México inició una nueva estrategia para utilizar pruebas rápidas de VIH para todas las mujeres embarazadas como parte de la atención prenatal de rutina, con consentimiento firmado. La política anterior ordenaba realizar
la prueba de VIH sólo entre mujeres que habían resultado positivas para sífilis. Sin embargo, tomará tiempo valorar cómo esta nueva estrategia afectará la práctica en México.
Nuestro hallazgo de tasas bajas de realización de la prueba de VIH en Matamoros es consistente con otras investigaciones. Un estudio reportó que la realización de la prueba de VIH durante el embarazo en el Hospital General de Tijuana no se realiza de manera rutinaria (22). Otro estudio reportó tasas bajas de realización de la prueba entre grupos de alto riesgo en Tijuana y Ciudad Juárez (38% y 30%, respectivamente) (23). Este estudio también reportó
una asociación significativa entre la baja educación y el no haberse efectuado la prueba de VIH (23). Nuestros hallazgos también son consistentes con los hallazgos previos respecto a que el conocimiento de los métodos para prevenir la transmisión perinatal de VIH estaba asociado con la realización de la prueba de VIH (23,24).
Los hallazgos referentes a la realización de la prueba prenatal de VIH están mezclados en la literatura. La realización previa de la prueba puede ser representativa de riesgo. Un estudio reciente sugiere que la realización previa de la prueba de VIH (por ejemplo, conociendo el estatus propio) puede promover la práctica de comportamientos riesgosos. Un estudio con trabajadores del sexo en África Occidental encontró que la realización previa de la prueba
de VIH estaba asociada con el descenso en el uso del condón (25). En contraste, en un estudio con hombres que tuvieron sexo con hombres no se encontró asociación entre comportamientos de riesgo (sexo y uso de drogas) y la realización de la prueba durante el año precedente (26). En los datos del BMSCP, la realización previa de la prueba de VIH no fue correlacionada significativamente con el uso del condón (entre aquellas mujeres que no intentaron embarazarse) o
con la medida del riesgo de VIH (uso de drogas intravenosas, tratamiento de enfermedades de transmisión sexual o múltiples compañeros sexuales) en la muestra total o en el
condado de Cameron. Sin embargo, la realización previa de la prueba de VIH estaba correlacionada con el uso del condón en Matamoros (P =
,05), en donde una mayor proporción de mujeres que se efectuaron la prueba de VIH previamente no utilizaron condones en el momento de la concepción
(resultados no mostrados).
Limitaciones
Estos datos fueron recopilados en sólo un área fronteriza y 2 comunidades hermanas. Aunque estos hallazgos pueden reflejar probablemente la situación en otras áreas fronterizas y otras comunidades hermanas, no son representativos necesariamente de dichas otras áreas y comunidades. Además, la pregunta que medía el riesgo de VIH se refería únicamente al uso de drogas "intravenosas" en el año pasado. Una medida más precisa del riesgo se
obtendría preguntando sobre el uso de drogas "inyectadas", ya que algunos usuarios de drogas se inyectan intramuscularmente o subcutáneamente. También, con el fin de mantener la validez de la recopilación de datos, las preguntas realizadas en ambas comunidades fueron idénticas, lo cual ocasionó algunas ambigüedades entre las entrevistadas en Matamoros debido a que las respuestas referentes al seguro médico y a la etnicidad hispana no aplicaban
completamente. Finalmente, los datos del BMSCP no contienen información acerca de dónde recibieron atención prenatal las entrevistadas, lo cual hubiera sido destacable para esta investigación debido a que la atención prenatal proporciona el escenario más probable para la realización de la prueba de VIH durante el embarazo. Los residentes de la frontera México-EEUU suelen buscar atención médica "al otro lado" de la frontera (27,28). Los datos
contienen sin embargo, información sobre dónde las entrevistadas buscaron atención médica, considerando como mujeres que cruzaron la frontera en busca de atención a aquéllas que reportaron haber buscado atención médica ya sea en el país donde no residen o en ambos países. Siete por ciento (95% IC, 5,0%-9,7%) de las residentes del
condado de Cameron así como el 3,6% (95% IC, 2,6%-4,9%) de las residentes de Matamoros reportaron haber cruzado
la frontera en busca de atención médica. Si muchas mujeres reciben atención prenatal a través de la frontera, entonce el lugar de residencia podría no ser la variable más apropiada para la evaluación de la implicación de las políticas.
Conclusiones
Las variables que explican la realización de la prueba prenatal de VIH en cada lado de la frontera Tamaulipas – Texas son diferentes. Sólo 2 variables fueron significativas tanto en Matamoros como en el
condado de Cameron, la realización previa de la prueba de VIH y la discusión de la realización de la prueba de VIH durante la atención prenatal, pero la magnitud de la probabilidad y la significancia estadística varió a través de la frontera.
Sin embargo, estos hallazgos muestran que la realización de la prueba de VIH debería discutirse durante la atención prenatal para promover la participación de las mujeres embarazadas en el cuidado preventivo. Las diferencias demográficas y de práctica entre Matamoros y el
condado de Cameron son un desafío para las autoridades sanitarias debido a que podrían descartar el compartir estrategias de intervención a través de la frontera. Sin embargo,
los practicantes podrían usar el conocimiento de esas diferencias para incrementar las tasas de realización de la prueba en pacientes embarazadas. La prueba de VIH durante el embarazo es esencial para minimizar la transmisión de madre a hijo y para identificar casos previamente no diagnosticados de manera tal que las pacientes inicien un tratamiento crónico.
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Reconocimientos
El BMSCP fue financiado a través de la División de Salud Reproductiva de los CDC y de la Oficina de Promoción de la Salud Global del Centro Nacional para la Prevención de las Enfermedades Crónicas y la Promoción de la Salud, bajo un acuerdo cooperativo con la Asociación de Salud Fronteriza México-Estados Unidos, No. U65 CCU 623699-01-2, y a través de acuerdos con la Universidad de Texas-Brownsville/Colegio Southmost de Texas, y la Escuela de Salud
Pública de la Universidad de Texas en el Campus Regional de Brownsville. El apoyo técnico y operacional para el proyecto fue proporcionado por la División de Salud y Estudios de Exámenes de Nutrición del Centro Nacional de Estadísticas de la Salud de los CDC; el Departamento de Servicios Estatales de Salud de Texas, Región 11; la Secretaría de Salud en Tamaulipas; y el Instituto Mexicano del Seguro Social, Tamaulipas. El apoyo de las siguientes instituciones locales, regionales y nacionales fue crítico para el proyecto: el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, Secretaría de Salud en México; Dirección General de Epidemiología, Secretaría de Salud en México; Dirección General de Promoción de la Salud, Secretaría de Salud en México; Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, Tamaulipas; Registro
Civil, Tamaulipas; Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, Tamaulipas; Secretaría de Salud Jurisdicción III, Tamaulipas;
Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas, Región 11 y Oficina de Salud Fronteriza; Departamento de Salud Pública de la Ciudad de Brownsville; Departamento de Salud del
condado de Cameron; Centro Médico Valley Baptist en
Harlingen; Centro Médico Valley Baptist en Brownsville; Centro Médico Valley Regional; Centro Médico Harlingen; Centro Cultural Cameron Park; Centro de Salud de la Comunidad de Brownsville; Hospital General de Matamoros Dr. Alfredo Pumarejo Lafaurie; Hospital General de Zona No. 13 del Instituto Mexicano del Seguro Social, Matamoros; Clínica Hospital Dr. Manuel F. Rodríguez Brayda, Matamoros; Hospital Guadalupe; Centro de Orientación Familiar de Matamoros; Centro
Médico de Especialidades Quirúrgicas de Matamoros; y la Comisión de Salud Fronteriza México-Estados Unidos. Un agradecimiento especial al Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, Secretaría de Salud en México, por la revisión de este manuscrito, así como a la Comisión de Salud Fronteriza México-Estados Unidos por proporcionar la traducción del inglés al español.
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Información sobre el Autor
Autor correspondiente: Christopher H. Johnson, MS, Division of HIV/AIDS
Prevention, Centers for Disease Control and Prevention, 1600 Clifton Rd NE, MS
E-48, Atlanta, GA 30333. Teléfono: 404-639-2989. Correo electrónico: chj0@cdc.gov.
Afiliaciones de los autores: Ginger I. Gossman, Brian C. Castrucci, Kayan L. Lewis, Gita G. Mirchandani,
División de Servicios de Salud Familiar y Comunitaria, Oficina de Título V,
Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas, Austin, Texas; Carlos Alberto Carrillo Garza, CAPASITS Programa de VIH/SIDA de Matamoros, Tamaulipas Jurisdicción III,
Matamoros, Tamaulipas, México; Jill A. McDonald, División de Salud Reproductiva, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Atlanta, Georgia; Joanna
J. Nichols, Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas, Servicios de
Salud Región 8, San Antonio, Texas. En el momento de este estudio, la Sra Nichols estaba afiliada al Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas, Servicios de Salud Región 11, Harlingen, Texas.
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Referencias
- Schackman BR, Gebo KA, Walensky RP, Losina E, Muccio T, Sax PE, et al.
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Tablas
Tabla 1. Características
demográficas de mujeres que dieron a luz en la región de la frontera de Tamaulipas-Texas, 2005: El Proyecto
Para la Salud de la Mujer de las Ciudades Hermanas de Matamoros-Brownsville
Característica |
País de Residenciaa |
Muestra Total (N = 947) |
México (n = 489) |
Estados Unidos (n = 458) |
n |
Ponderado % (95% IC) |
n |
Ponderado % (95% IC) |
n |
Ponderado % (95% IC) |
País de partob |
Estados Unidos |
27 |
5,1 (3,9-6,5) |
457 |
99,8 (98,6-100,0) |
484 |
48,4 (45,5-51,4) |
México |
462 |
95,0 (93,6-96,1) |
1 |
0,2 (0,0-1,4) |
463 |
51,6 (48,6-54,5 |
Edad, años |
14-19 |
94 |
19,2 (16,5-22,3) |
68 |
14,8 (11,9-18,3) |
162 |
17,2 (15,2-19,4) |
20-24 |
154 |
31,5 (27,8-35,6) |
141 |
30,8 (27,5-34,4) |
295 |
31,2 (28,6-34,0) |
25-34 |
207 |
42,3 (38,8-46,0) |
202 |
44,0 (40,5-47,7) |
409 |
43,1 (40,6-45,6) |
35-39 |
26 |
5,3 (3,6-7,6) |
39 |
8,6 (6,2-11,7) |
65 |
6,8 (5,3-8,6) |
40-43 |
8 |
1,6 (0,9-2,8) |
8 |
1,7 (0,9-3,3) |
16 |
1,7 (1,1-2,5) |
Etnicidadb,c,d |
Hispana |
489 |
100,0 |
394 |
88,9 (85,5-91,6) |
883 |
95,0 (93,4-96,2) |
No-Hispana |
0 |
0 |
49 |
11,1 (8,4-14,5) |
49 |
5,0 (3,8-6,6) |
País de nacimientod |
México |
483 |
99,2 (98,1-99,6) |
195 |
43,2 (38,2-48,3) |
678 |
73,7 (70,5-76,6) |
Estados Unidos |
2 |
0,4 (0,1-1,3) |
251 |
55,5 (50,0-60,9) |
253 |
25,5 (22,5-28,9) |
Otro |
2 |
0,4 (0,1-1,3) |
6 |
1,3 (0,7-2,7) |
8 |
0,8 (0,5-1,5) |
Estado civilb,d,e |
Soltera |
46 |
9,4 (7,3-12,0) |
119 |
26,3 (22,7-30,2) |
165 |
17,1 (15,0-19,4) |
Vida en unión libre |
181 |
37,3 (33,8-41,0) |
111 |
24,6 (21,7-27,6) |
292 |
31,5 (29,1-34,0) |
Casada |
259 |
53,3 (49,2-57,3) |
222 |
49,1 (45,3-53,0) |
481 |
51,4 (48,6-54,2) |
Educación, añosb,d |
≤7 |
154 |
31,7 (28,4-35,3) |
53 |
11,8 (9,2-14,9) |
207 |
22,6 (20,4-25,0) |
8-12 (sin diploma de bachiller) |
248 |
51,1 (47,2-55,0) |
168 |
37,4 (32,9-42,0) |
416 |
44,9 (41,8-48,0) |
>12 (al menos diploma de bachiller) |
84 |
17,1 (13,9-20,9) |
229 |
50,9 (46,1-55,7) |
313 |
32,5 (29,3-35,9) |
Estatus de empleob,d |
Empleada |
238 |
49,0 (45,3-52,6) |
216 |
47,9 (42,8-53,1) |
454 |
48,5 (45,4-51,6) |
Desempleada |
24 |
4,8 (3,4-6,8) |
48 |
10,7 (7,6-15,0) |
72 |
7,5 (5,8-9,8) |
No forma parte de la fuerza laboralf |
226 |
46,2 (42,6-49,7) |
186 |
41,3 (35,8-47,1) |
412 |
44,0 (40,8-74,3) |
Cobertura médicab,d |
Antes del embarazo |
Cubierta |
283 |
58,1 (54,4-61,8) |
116 |
25,3 (21,4-29,5) |
399 |
43,1 (40,2-46,0) |
No cubierta |
206 |
41,9 (38,2-45,6) |
341 |
74,8 (70,5-78,6) |
547 |
56,9 (54,0-59,8) |
Durante el embarazo |
Cubierta |
337 |
69,4 (66,6-72,1) |
316 |
69,2 (65,9-72,4) |
653 |
69,4 (67,2-71,4) |
No cubierta |
151 |
30,6 (27,9-33,4) |
140 |
30,8 (27,6-34,2) |
291 |
30,7 (28,6-32,8) |
Abreviación: IC, intervalo de confianza.
a Las mujeres que dijeron vivir tanto en Estados Unidos como en México o que no respondieron esta pregunta se codificaron como si vivieran en el lugar en donde dieron a luz.
b Incluido en modelos de regresión multivariados. Resulta un valor de P ≤.10 en regresión bivariada con exploración de VIH durante el embarazo en Matamoros,
condado de Cameron, o muestra total.
c Todas las mujeres que dijeron vivir en México fueron codificadas como Hispanass.
d Las frecuencias no se añaden a las n’s debido a la falta de datos. Las respuestas "No sé" o "se negó a responder" fueron incluidas como datos faltantes.
e Las mujeres que dijeron ser solteras, viudas, divorciadas o separadas fueron codificadas como solteras.
f Ama de casa, estudiante, jubilada, sin capacidad para el trabajo.
Tabla 2. Distribución de la
realización de la prueba de VIH, conocimiento, años variables de riesgo
entre mujeres que dieron a luz en la región de la frontera Texas-Tamaulipas, 2005: El Proyecto
Para la Salud de la Mujer de las Ciudades Hermanas de Matamoros-Brownsville
Variable |
País de Residenciaa |
Muestra Total (N = 947) |
México (n = 489) |
Estados Unidos (n = 458) |
n |
Ponderado % (95% IC) |
n |
Ponderado % (95% IC) |
n |
Ponderado % (95% IC) |
Prueba de VIHb |
Se realizó la prueba de VIH durante el embarazo |
Sí |
260 |
57,6 (53,5-61,7) |
402 |
94,8 (92,7-96,4) |
662 |
74,7 (71,8-77,5) |
No |
189 |
42,4 (38,3-46,5) |
22 |
5,2 (3,6-7,3) |
211 |
25,3 (22,6-28,2) |
Momento en que realizó la última prueba de VIH |
1er trimestre |
87 |
34,3 (27,8-41,4) |
70 |
17,6 (14,5-21,2) |
157 |
24,5 (21,2-28,2) |
2do trimestre |
81 |
31,9 (27,0-37,3) |
40 |
10,2 (7,4-13,8) |
121 |
19,2 (16,4-22,3) |
3er trimestre |
77 |
30,1 (25,1-35,7) |
59 |
14,9 (11,2-19,5) |
136 |
21,2 (18,1-24,7) |
Durante el embarazo pero no sabe cuando |
5 |
1,8 (0,9-3,9) |
90 |
22,7 (18,8-27,1) |
95 |
14,0 (11,5-17,1) |
Durante el parto |
5 |
1,8 (0,8-4,4) |
136 |
34,2 (28,0-41,1) |
141 |
20,8 (17,1-25,1) |
Después del parto |
0 |
0 |
2 |
0,5 (0,1-1,8) |
2 |
0,3 (0,1-1,0) |
Le ofrecieron realizarse la prueba de VIH durante el embarazo |
Sí |
203 |
43,7 (40,0-47,4) |
394 |
91,0 (87,8-93,5) |
597 |
65,4 (62,4-68,2) |
No |
259 |
56,3 (52,6-60,0) |
39 |
9,0 (6,5-12,2) |
298 |
34,6 (31,8-37,6) |
Rehusó realizarse la prueba de VIH durante el embarazoc |
Sí |
5 |
2,5 (1,1-5,6) |
4 |
1,0 (0,5-2,3) |
9 |
1,6 (0,9-2,8) |
No |
198 |
97,5 (94,4-98,9) |
387 |
99,0 (97,7-99,5) |
585 |
98,4 (97,2-99,1) |
Se realizó la prueba de VIH antes del embarazod |
Sí |
110 |
23,5 (19,6-27,9) |
237 |
54,5 (50,3-58,7) |
347 |
37,7 (34,7-40,8) |
No |
355 |
76,5 (72,1-80,4) |
198 |
45,5 (41,3-49,8) |
553 |
62,3 (59,3-65,3) |
Cuanto tiempo antes del embarazo se realizó la prueba de VIHd |
<6 meses |
45 |
41,5 (33,8-49,7) |
37 |
15,8 (11,6-21,3) |
82 |
24,5 (20,3-29,3) |
6-12 meses |
10 |
9,0 (4,7-16,6) |
50 |
21,2 (16,4-27,0) |
60 |
17,1 (13,3-21,8) |
>1 año |
54 |
49,5 (42,3-56,7) |
148 |
63,0 (56,5-69,0) |
202 |
58,4 (53,4-63,3) |
Atención prenatal e información sobre VIHb |
Momento en que recibió atención prenatald |
1er trimestre |
217 |
45,0 (41,4-48,7) |
279 |
62,0 (58,5-65,4) |
496 |
52,8 (50,3-55,3) |
2do trimestre |
228 |
47,5 (44,2-50,9) |
152 |
33,8 (30,1-37,7) |
380 |
41,2 (38,7-43,8) |
3er trimestre |
19 |
4,0 (2,6-6,0) |
16 |
3,5 (2,5-5,0) |
35 |
3,8 (2,8-5,0) |
No recibió |
17 |
3,5 (2,3-5,2) |
3 |
0,7 (0,3-1,8) |
20 |
2,2 (1,5-3,2) |
Atención prenatal tan pronto como se deseód |
Sí |
445 |
91,4 (88,7-93,5) |
418 |
91,5 (89,8-93,0) |
863 |
91,5 (89,9-92,8) |
No |
36 |
7,4 (5,5-10,0) |
38 |
8,3 (6,9-10,0) |
74 |
7,8 (6,5-9,3) |
No quiso |
6 |
1,2 (0,6-2,6) |
1 |
0,2 (0,0-1,2) |
7 |
0,8 (0,4-1,5) |
Discutió sobre realizarse la prueba de VIH durante las visitas de atención prenatald |
Sí |
264 |
55,8 (51,6-60,0) |
336 |
74,4 (67,8-80,1) |
600 |
64,4 (60,6-68,1) |
No |
208 |
44,2 (40,0-48,4) |
116 |
25,6 (19,9-32,3) |
324 |
35,6 (32,0-39,4) |
Discutió sobre la prevención del VIH/enfermedades de transmisión sexual durante las visitas de atención prenatald |
Sí |
228 |
48,5 (44,3-52,7) |
263 |
58,2 (52,1-64,0) |
491 |
53,0 (49,5-56,4) |
No |
243 |
51,5 (47,4-55,7) |
190 |
41,8 (36,0-47,9) |
433 |
47,0 (43,6-50,5) |
Conocimiento sobre la prevención de la infección con VIHd,e |
Mencionó el uso del condón |
302 |
61,7 (56,7-66,5) |
297 |
64,9 (58,5-70,7) |
599 |
63,2 (59,2-66,9) |
Mencionó la monogamia |
15 |
3,1 (1,7-5,3) |
18 |
3,9 (2,5-6,2) |
33 |
3,5 (2,4-4,9) |
Mencionó ambos |
112 |
23,0 (20,0-26,1) |
50 |
10,9 (8,6-13,8) |
162 |
17,4 (15,4-19,7) |
No mencionó ninguno |
60 |
12,3 (8,8-16,8) |
93 |
20,3 (15,8-25,6) |
153 |
15,9 (13,1-19,3) |
Factores de riesgo para la infección con VIH en el año pasadod |
≥1 |
28 |
5,8 (4,4-7,5) |
26 |
5,8 (4,5-7,5) |
54 |
5,8 (4,8-6,9) |
Ninguno |
460 |
94,2 (92,5-95,6) |
426 |
92,6 (92,6-95,5) |
886 |
94,2 (93,1-95,2) |
Comportamientos de riesgo en los 3 meses anteriores al embarazo |
Fumó cigarrillosd,f |
Sí |
24 |
4,9 (3,7-6,5) |
36 |
7,9 (6,2-10,1) |
60 |
6,3 (5,2-7,6) |
No |
464 |
95,1 (93,5-96,3) |
419 |
92,1 (89,9-93,9) |
883 |
93,7 (92,4-94,8) |
Bebió alcohold,g |
Sí |
66 |
13,5 (11,1-16,3) |
157 |
34,5 (31,0-38,3) |
223 |
23,1 (21,1-25,3) |
No |
422 |
86,5 (83,7-88,9) |
298 |
65,5 (61,7-69,1) |
720 |
76,9 (74,8-79,0) |
Socialización con consumo elevado de alcohold,h |
Sí |
30 |
6,2 (4,8-7,9) |
59 |
13,0 (10,2-16,5) |
89 |
9,3 (7,8-11,0) |
No |
458 |
93,9 (92,1-95,2) |
394 |
87,0 (83,6-89,8) |
852 |
90,7 (89,1-92,2) |
Abreviaciones: VIH, virus de inmunodeficiencia humana; IC, intervalo de confidencia.
a Las mujeres que dijeron vivir tanto en Estados Unidos como en México o que no respondieron esta pregunta se codificaron como si vivieran en el lugar en donde dieron a luz.
b Las frecuencias no se añaden a las n’s debido a la falta de datos. Las respuestas "No sé" o "se negó a responder" fueron incluidas como datos faltantes.
c Las razones para rehusar realizarse la prueba de VIH incluyeron el no tener dinero (n = 4), confianza en el estatus VIH negativo (n = 4), y creencia de que la prueba perjudicaría al bebé (n = 1).
d Incluido en modelos de regresión multivariada. Resultó un valor de P ≤10 en la regresión bivariada con exploración de VIH durante el embarazo en Matamoros,
condado de Cameron, o en la muestra total.
e La pregunta original fue de tipo abierto. Aquí se reportan sólo aquellos métodos descritos en el Compendio de Indicadores para la Evaluación de los Programas de Salud Reproductiva.
f Las encuestadas que fumaron cigarrillos en cualquier día ordinario fueron clasificadas como fumadoras.
g Las encuestadas que tomaron cualquier cantidad de alcohol fueron clasificadas como usuarias de alcohol.
h Las encuestadas que consumieron ≥5 bebidas alcohólicas de una sola vez por lo menos en una ocasión fueron consideradas como practicantes de socialización con consumo elevado de alcohol.
Tabla 3. Porcentaje de
mujeres que se realizaron la prueba de VIH entre las mujeres que dieron a luz en la
región de la frontera Tamaulipas-Texas, por Característica Demográfica, 2005: El Proyecto
Para la Salud de la Mujer de las Ciudades Hermanas de Matamoros-Brownsville
Característica |
País de Residenciaa |
Muestra Total (N = 662) |
México (n = 260) |
Estados Unidos (n = 402) |
n |
Ponderado % (95% IC) |
n |
Ponderado % (95% IC) |
n |
Ponderado % (95% IC) |
País de partob |
Estados Unidos |
25 |
100,0 |
402 |
95,1 (93,0-96,6) |
427 |
95,4 (93,4-96,7) |
México |
235 |
55,4 (51,1-59,6) |
0 |
0 |
235 |
55,2 (51,0-59,4) |
Edad, años |
14-19 |
44 |
48,6 (41,5-55,8) |
55 |
90,3 (82,6-94,8) |
99 |
64,4 (59,1-69,4) |
20-24 |
75 |
52,9 (44,6-61,1) |
122 |
93,1 (88,2-96,1) |
197 |
71,3 (65,1-76,7) |
25-34 |
117 |
62,7 (56,2-68,6) |
184 |
96,3 (93,3-98,0) |
301 |
78,8 (75,0-82,2) |
35-39 |
21 |
83,8 (63,2-93,9) |
34 |
100,0 |
55 |
92,8 (81,2-97,4) |
40-43 |
3 |
42,2 (14,9-75,4) |
7 |
100,0 |
10 |
69,7 (45,2-86,5) |
Etnicidadb,c,d |
Hispana |
260 |
57,6 (53,5-61,7) |
349 |
94,9 (92,6-96,5) |
609 |
73,5 (70,4-76,3) |
No Hispana |
0 |
0 |
42 |
93,1 (77,9-98,1) |
42 |
93,1 (77,9-98,1) |
País de nacimientod |
México |
258 |
57,8 (53,7-61,9) |
173 |
95,6 (92,3-97,5) |
431 |
68,0 (64,5-71,3) |
Estados Unidos |
2 |
100,0 |
221 |
94,5 (91,6-96,4) |
223 |
94,5 (91,7-96,5) |
Otro |
0 |
0 |
5 |
83,1 (41,1-97,2) |
5 |
60,5 (30,3-84,4) |
Estado civilb,d,e |
Soltera |
26 |
58,4 (48,2-68,0) |
105 |
95,5 (91,0-97,8) |
131 |
84,2 (78,9-88,4) |
Vida en unión libre |
79 |
46,5 (40,2-52,8) |
94 |
93,1 (87,4-96,4) |
173 |
62,8 (57,3-68,0) |
Casada |
155 |
66,0 (60,4-71,2) |
200 |
95,2 (92,4-97,0) |
355 |
79,1 (75,8-82,1) |
Educación, añosb,d |
≤7 |
72 |
49,8 (41,9-57,6) |
44 |
95,7 (85,5-98,8) |
116 |
60,0 (53,2-66,4) |
8-12 (sin diploma de bachiller) |
126 |
56,6 (49,3-63,5) |
141 |
92,8 (89,0-95,3) |
267 |
70,4 (65,2-75,1) |
>12 (al menos diploma de bachiller) |
61 |
74,9 (66,9-81,6) |
212 |
96,0 (93,0-97,7) |
273 |
89,9 (86,6-92,5) |
Estatus de empleob,d |
Empleada |
132 |
61,2 (55,0-67,0) |
193 |
96,0 (92,5-98,0) |
325 |
77,1 (72,5-81,1) |
Desempleada |
12 |
56,3 (36,2-74,5) |
44 |
91,6 (83,3-96,0) |
56 |
80,3 (70,0-87,6) |
No forma parte de la fuerza laboralf |
116 |
54,1 (48,6-59,5) |
160 |
94,1 (90,5-96,4) |
276 |
70,9 (67,0-74,5) |
Cobertura médicab,d |
Antes del embarazo |
Cubierta |
153 |
59,0 (52,9-64,8) |
104 |
97,3 (93,3-98,9) |
257 |
69,3 (64,2-73,9) |
No cubierta |
107 |
55,8 (49,3-62,0) |
298 |
94,0 (91,0-96,0) |
405 |
78,8 (75,2-82,1) |
Durante el embarazod |
Cubierta |
185 |
59,8 (55,3-64,1) |
279 |
95,9 (93,3-97,6) |
464 |
76,3 (73,0-79,4) |
No cubierta |
75 |
52,8 (44,7-60,7) |
122 |
92,4 (87,2-95,6) |
197 |
71,1 (65,8-75,9) |
Abreviaciones: VIH, virus de inmunodeficiencia humana; IC, intervalo de confidencia.
a Las mujeres que dijeron vivir tanto en Estados Unidos como en México o que no respondieron esta pregunta se codificaron como si vivieran en el lugar en donde dieron a luz.
b Incluido en modelos de regresión multivariada. Resultó un valor de P ≤10 en la regresión bivariada con exploración de VIH durante el embarazo en Matamoros,
condado de Cameron, o en la muestra total.
c Todas las mujeres que dijeron vivir en México fueron codificadas como Hispanas.
d Las frecuencias no se añaden a las n’s debido a la falta de datos. Las respuestas "No sé" o "se negó a responder" fueron incluidas como datos faltantes.
e Las mujeres que dijeron ser solteras, viudas, divorciadas o separadas fueron codificadas como solteras.
f Ama de casa, estudiante, jubilada, sin capacidad para el trabajo.
Tabla 4. Porcentaje de
mujeres que se realizaron la prueba de VIH entre las mujeres que dieron a luz en la
región de la frontera Tamaulipas-Texas, por conocimiento y riesgo de infección con VIH, 2005: El Proyecto
Para la Salud de la Mujer de las Ciudades Hermanas de Matamoros-Brownsville
Variable |
País de Residenciaa |
Muestra Total (N = 662) |
México (n = 260) |
Estados Unidos (n = 402) |
n |
Ponderado % (95% IC) |
n |
Ponderado % (95% IC) |
n |
Ponderado % (95% IC) |
Prueba de VIHb |
Le
ofrecieron realizarse la prueba de VIH durante el embarazo |
Sí |
186 |
92,0 (87,9-94,8) |
377 |
98,7 (97,2-99,4) |
563 |
96,2 (94,4-97,4) |
No |
68 |
28,4 (24,3-32,8) |
19 |
54,2 (40,6-67,3) |
87 |
31,3 (27,1-35,9) |
Rehusó realizarse la prueba de VIH durante el embarazoc |
Sí |
0 |
0 |
3 |
75,2 (26,5-96,2) |
3 |
31,6 (11,5-62,1) |
No |
186 |
94,3 (90,9-96,5) |
374 |
98,9 (97,5-99,6) |
560 |
97,3 (95,8-98,2) |
Se realizó la prueba de VIH durante el embarazo
d |
Sí |
88 |
82,8 (75,8-88,1) |
225 |
98,2 (95,1-99,4) |
313 |
93,0 (89,8-95,3) |
No |
164 |
48,7 (44,0-53,4) |
168 |
90,4 (85,4-93,8) |
332 |
62,6 (58,7-66,3) |
Cuanto tiempo antes del embarazo se realizó la prueba de VIHd |
<6 meses |
36 |
85,6 (76,8-91,4) |
35 |
97,1 (84,9-99,5) |
71 |
90,6 (84,5-94,5) |
6-12 meses |
9 |
89,7 (61,2-98,0) |
48 |
100,0 |
57 |
98,1 (89,8-99,7) |
>1 año |
42 |
79,0 (66,8-87,6) |
140 |
97,9 (92,2-99,4) |
182 |
92,4 (87,5-95,5) |
Atención prenatal e información sobre VIHb,d |
Momento en que recibió atención prenatal |
1er trimestre |
129 |
65,6 (57,5-72,9) |
247 |
95,0 (91,9-96,9) |
376 |
81,6 (77,2-85,3) |
2do trimestre |
114 |
53,8 (48,2-59,3) |
136 |
95,1 (90,6-97,5) |
250 |
69,5 (65,4-73,2) |
3er trimestre |
12 |
66,4 (47,1-81,4) |
13 |
100,0 |
25 |
79,6 (66,1-88,7) |
No recibió |
3 |
17,9 (7,0-38,7) |
1 |
51,1 (8,0-92,6) |
4 |
21,3 (9,8-40,4) |
Atención prenatal tan pronto como se deseó |
Sí |
243 |
59,3 (54,7-63,7) |
368 |
95,1 (92,8-96,7) |
611 |
75,8 (72,7-78,6) |
No |
14 |
40,8 (24,3-59,7) |
34 |
94,5 (82,5-98,4) |
48 |
67,0 (54,6-77,4) |
No quiso |
2 |
39,1 (8,8-81,1) |
0 |
0 |
2 |
33,1 (8,0-73,9) |
Discutió sobre realizarse la prueba de VIH durante las visitas de atención prenatal |
Sí |
191 |
77,1 (73,5-80,4) |
313 |
97,5 (95,1-98,7) |
504 |
88,1 (85,9-90,0) |
No |
66 |
35,3 (29,4-41,7) |
87 |
87,0 (77,9-92,7) |
153 |
52,1 (45,7-58,4) |
Discutió sobre la prevención del VIH/enfermedades de transmisión sexual durante las visitas de atención prenatal |
Sí |
150 |
70,2 (66,1-74,1) |
240 |
95,3 (92,4-97,1) |
390 |
83,2 (80,4-85,6) |
No |
106 |
48,0 (41,9-54,3) |
160 |
94,6 (90,8-96,9) |
266 |
67,1 (62,3-71,7) |
Conocimiento sobre la prevención de la infección con VIHd,e |
Mencionó el uso del condón |
161 |
56,3 (51,8-60,4) |
271 |
94,4 (91,8-96,2) |
432 |
74,7 (71,8-77,5) |
Mencionó la monogamia |
10 |
66,3 (36,5-87,1) |
15 |
94,0 (70,3-99,0) |
25 |
74,4 (70,9-77,6) |
Mencionó ambos |
75 |
70,1 (59,7-78,7) |
44 |
95,7 (85,9-98,8) |
119 |
79,9 (60,6-91,1) |
No mencionó ninguno |
14 |
32,7 (21,8-45,9) |
72 |
96,0 (86,1-99,0) |
86 |
77,2 (69,5-83,5) |
Factores de riesgo para la infección con VIH en el año pasadod |
≥1 |
18 |
64,1 (46,7-78,5) |
25 |
100,0 |
43 |
80,1 (67,8-88,6) |
Ninguno |
242 |
57,2 (53,3-61,0) |
375 |
94,5 (92,2-96,1) |
617 |
74,3 (71,6-76,9) |
Comportamientos de riesgo en los 3 meses anteriores al embarazo |
Fumó cigarrillosd,f |
Sí |
17 |
73,7 (53,8-87,0) |
32 |
94,1 (81,0-98,3) |
49 |
85,3 (73,9-92,3) |
No |
243 |
56,8 (52,5-60,9) |
369 |
94,9 (92,7-96,4) |
612 |
74,0 (71,0-76,7) |
Bebió alcohold,g |
Sí |
40 |
65,3 (54,8-74,4) |
141 |
93,9 (88,8-96,8) |
181 |
85,1 (79,8-89,2) |
No |
220 |
56,4 (51,5-61,3) |
260 |
95,3 (92,3-97,2) |
480 |
71,5 (67,9-74,9) |
Socialización con consumo elevado de alcohold,h |
Sí |
20 |
68,7 (52,3-81,5) |
52 |
91,2 (82,4-95,8) |
72 |
83,1 (74,8-89,1) |
No |
240 |
56,9 (52,2-61,4) |
347 |
95,3 (93,1-96,9) |
587 |
73,8 (70,5-76,8) |
Abreviaciones: VIH, virus de inmunodeficiencia humana; IC, intervalo de confidencia.
a Las mujeres que dijeron vivir tanto en Estados Unidos como en México o que no respondieron esta pregunta se codificaron como si vivieran en el lugar en donde dieron a luz.
b Las frecuencias no se añaden a las n’s debido a la falta de datos. Las respuestas "No sé" o "se negó a responder" fueron incluidas como datos faltantes.
c Las mujeres indicaron que el motivo del rechazo de la prueba de VIH fue que tenían confianza en su estatus como VIH negativo (n = 3).
d Incluido en modelos de regresión multivariada. Resultó un valor de P ≤10 en la regresión bivariada con exploración de VIH durante el embarazo en Matamoros,
condado de Cameron, o en la muestra total.
e La pregunta original fue de tipo abierto. Aquí se reportan sólo aquellos métodos descritos en el Compendio de Indicadores para la Evaluación de los Programas de Salud Reproductiva.
f Las encuestadas que fumaron cigarrillos en cualquier día ordinario fueron clasificadas como fumadoras.
g Las encuestadas que tomaron alcohol independientemente de la cantidad fueron clasificadas como usuarias de alcohol.
h Las encuestadas que consumieron ≥5 bebidas alcohólicas de una sola vez por lo menos en una ocasión fueron consideradas como practicantes de socialización con consumo elevado de alcohol.
Tabla 5. Factores
asociados en la regresión logística con el hecho de haberse realizado la
prueba de VIH durante el embarazo, 2005: El Proyecto
Para la Salud de la Mujer de las Ciudades Hermanas de Matamoros-Brownsville
Variable |
RM (95% IC) |
Valor de P |
Lugar de residenciaa |
Matamoros |
1,00 |
|
Condado de Cameron |
11,65 (6,65-20,42) |
<,001 |
Edad, años |
14-19 |
1,00 |
|
20-24 |
0,75 (0,44-1,27) |
,28 |
25-34 |
1,35 (0,86-2,12) |
,19 |
35-43 |
2,74 (1,44-5,22) |
,003 |
Se realizó la prueba de VIH antes del embarazo |
Sí |
4,76 (3,32-7,00) |
<,001 |
No |
1,00 |
|
Discutió sobre la prueba de VIH con el personal de salud durante el periodo de atención prenatal |
Sí |
5,52 (3,89-7,82) |
<,001 |
No |
1,00 |
|
Conocimiento sobre los métodos de prevención de la infección con VIHb |
Mencionó el uso del condón o la monogamia con una pareja no infectada |
1,82 (1,00-3,31) |
,05 |
Mencionó ambos métodos |
2,83 (1,46-5,47) |
,002 |
No mencionó ningún método |
1,00 |
|
Abreviaciones: VIH, virus de inmunodeficiencia humana; RM, razón de momios; IC, intervalo de confidencia.
a Las mujeres que dijeron vivir tanto en Estados Unidos como en México o que no respondieron esta pregunta se codificaron como si vivieran en el lugar en donde dieron a luz.
b La pregunta original fue de tipo abierto. Aquí se reportan sólo aquellos métodos descritos en el Compendio de Indicadores para la Evaluación de los Programas de Salud Reproductiva.
Tabla 6. Factores Asociados en la Regresión Logística Con el Hecho de Haberse Realizado la Prueba de VIH Durante el Embarazo Entre Mujeres en Matamoros, 2005: El Proyecto para la Salud de la Mujer de las Ciudades Hermanas de Matamoros-Brownsville
Variable |
RM (95% IC) |
Valor de P |
Estado Civila |
Soltera |
0,99 (0,54-1,82) |
,98 |
Vida en unión libre |
0,57 (0,38-0,84) |
,01 |
Casada |
1,00 |
|
Educación, años |
≤7 |
1,00 |
|
8-12 (sin diploma de bachiller) |
1,28 (0,78-2,10) |
,32 |
>12 (al menos diploma de bachiller) |
2,19 (1,19-4,03) |
,02 |
Se realizó la prueba de VIH antes del embarazo |
Sí |
3,56 (2,29-5,55) |
<,001 |
No |
1,00 |
|
Discutió sobre la prueba de VIH con el personal de salud durante el periodo de atención prenatal |
Sí |
6,52 (4,13-9,99) |
<,001 |
No |
1,00 |
|
Conocimiento sobre los métodos de prevención de la infección con VIHb |
Mencionó el uso del condón o la monogamia con una pareja no infectada |
3,06 (1,48-6,31) |
,003 |
Mencionó ambos métodos |
4,30 (2,08-8,90) |
<,001 |
No mencionó ningún método |
1,00 |
|
Abreviaciones: VIH, virus de inmunodeficiencia humana; RM, razón de momios; IC, intervalo de confidencia.
a Las mujeres que dijeron ser solteras, viudas, divorciadas o separadas fueron codificadas como solteras.
b La pregunta original fue de tipo abierto. Aquí se reportan sólo aquellos métodos descritos en el Compendio de Indicadores para la Evaluación de los Programas de Salud Reproductiva.
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