Volumen 2: Nº
3, julio 2005
MINI-REVISIÓN
Enfermedades oculares vinculadas a la edad: Un nuevo desafío para los
profesionales de la salud pública
Dorothy M. Gohdes, MD, Appathurai Balamurugan, MD, MPH, Barbara A.
Larsen, MPH, RD, Christopher Maylahn, MPH
Citas sugeridas para este artículo: Gohdes DM,
Balamurugan A, Larsen BA, Maylahn C. Enfermedades oculares vinculadas a la
edad:Un nuevo desafío para los profesionales de la salud pública. Prev Chronic
Dis [serie publicada on-line] julio 2005 [fecha de la cita]. Disponible
en: URL: http://www.cdc.gov/pcd/issues/2005/
jul/04_0121_es.htm.
REVISIÓN PARITARIA
Resumen
En abril de 2004, el Grupo de Investigación sobre la Prevalencia de las
Enfermedades Oculares publicó una serie de artículos que presentaban
estimaciones por edad de la prevalencia de baja visión y ceguera en personas
de raza blanca, afroamericana e hispana en los Estados Unidos. También se
tuvo en cuenta la incidencia de la edad, el sexo y el grupo étnico de las
personas que padecían las siguientes enfermedades oculares vinculadas a la
edad: retinopatía diabética, degeneración macular, cataratas y glaucoma.
Analizamos esta serie de artículos y destacamos los hallazgos más
importantes sobre la prevalencia global y los factores de riesgo de las
enfermedades oculares vinculadas a la edad, así como las oportunidades para
preservar y recuperar la visión. Analizamos publicaciones que examinaban el
impacto de las enfermedades oculares vinculadas a la edad en la salud pública
y la importancia del aumento de la prevalencia de baja visión y ceguera que
se estima para el futuro.
Aproximadamente uno de cada 28 estadounidenses mayores de 40 años tiene
problemas de visión o ceguera. Entre los adultos que viven en su comunidad
racial o étnica, la prevalencia de baja visión y ceguera aumenta de manera
drástica con la edad en todos los grupos raciales y étnicos. Los blancos
tienen una tasa más alta de incidencia de degeneración macular que los
afroamericanos, mientras que el glaucoma es más común entre los
afroamericanos de mayor edad. Entre el año 2000 y el 2020, se anticipa que la
prevalencia de ceguera se duplicará.
Las enfermedades oculares vinculadas a la edad requieren un tratamiento
costoso, disminuyen las posibilidades de que los adultos mayores vivan de
forma independiente y aumentan el riesgo de sufrir accidentes y caídas. Para
prevenir la pérdida de la visión y apoyar los servicios de rehabilitación
para personas con baja visión, es fundamental que las organizaciones de salud
pública tomen medidas al respecto, implementando sistemas de control,
fomentando la educación y coordinando una combinación de chequeos, exámenes
y tratamiento.