El humo de segunda mano y el asma
El asma es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias de los pulmones. Durante un ataque de asma, las vías respiratorias (los conductos que llevan el aire a los pulmones) se inflaman, lo cual hace que sea difícil respirar.1,2 Cuando las paredes de las vías respiratorias se inflaman, estos conductos se estrechan, y menos aire entra y sale de los pulmones. Las células de las vías respiratorias pueden producir más mucosidad (un líquido pegajoso y denso) de lo habitual, lo cual puede dificultar más la respiración.2
Los síntomas de un ataque de asma incluyen:1
- Tos
- Falta de aire o dificultad para respirar
- Sibilancias
- Presión o dolor en el pecho
Los ataques de asma pueden ser leves, moderados o graves y hasta poner en peligro la vida.1
Si usted sufre de asma, un ataque de asma puede ocurrir cuando algo irrita sus vías respiratorias y “provoca o desencadena” un ataque. Sus desencandenantes pueden ser diferentes de los de otras personas.3
El humo del tabaco es un desencadenante común de los ataques de asma. El humo del tabaco, incluido el de segunda mano, no es saludable para nadie, en particular para las personas con asma.3 El humo de segunda mano es una mezcla de gases y partículas finas que incluyen:4,5
- Humo que se forma de los productos de tabaco encendidos, como cigarrillos, puros o pipas
- Humo que ha exhalado alguien que está fumando
El humo de segunda mano contiene más de 7,000 sustancias químicas, incluso cientos que son tóxicas y unas 70 que pueden causar cáncer.6
Si usted sufre de asma, es importante que evite la exposición al humo de segunda mano.3
Si usted es parte del 21 % de los adultos en los Estados Unidos que tienen asma y fuman, consiga ayuda para dejar de fumar; hable con su médico acerca de tratamientos que podrían ayudarlo, o llame al 1-855-DÉJELO-YA (1-855-335-3569).7
Si usted o un familiar tiene asma, puede controlarla con la ayuda de su proveedor de atención médica (por ejemplo, tomando sus medicamentos exactamente como se lo indique el médico) y evitando sus desencadenantes. Trate de evitar los ataques de asma manteniéndose lejos del humo del tabaco. Otros consejos que pueden ayudar son:
- No fume ni permita que otras personas fumen en su casa ni en su vehículo. Abrir una ventana no le protege del humo.8
- Si su estado todavía permite fumar en áreas públicas, frecuente restaurantes y otros lugares en que se prohíba fumar. Las “secciones para no fumadores” en restaurantes que tengan “secciones para fumadores” no lo protegen adecuadamente del humo de segunda mano,8 aunque tengan filtros o sistemas de ventilación.9
- Asegúrese de que en la guardería y en la escuela de sus hijos se prohíba fumar. En el caso de las escuelas, las políticas antitabaco prohíben el consumo y la publicidad de productos del tabaco en los predios escolares en todo lugar y momento. Esto incluye eventos de la escuela realizados fuera de las instalaciones.8
- Enseñe a los niños a mantenerse alejados del humo segunda mano del tabaco. Dé un buen ejemplo, no fume.8
No hay cura para el asma. Sin embargo, para controlarlo y evitar ataques, puede hacer lo siguiente:2
- Tome sus medicamentos exactamente como se lo indique el médico.
- Manténgase alejado de cosas que puedan provocarle un ataque.
No todas las personas con asma toman el mismo medicamento. Algunos se pueden inhalar o aspirar y otros se pueden tomar en forma de pastillas. Hay dos tipos de medicamentos para el asma:2
- Los de alivio rápido (pueden ayudar a controlar los síntomas de un ataque de asma)
- Los de control a largo plazo (pueden ayudarlo a tener menos ataques y que sean más leves, pero no lo ayudarán mientras esté teniendo uno)
- 1-855-DÉJELO-YA
- 1-800-QUIT-NOW (en inglés)
- 1-800-838-8917 (中文)
- 1-800-556-5564 (한국어)
- 1-800-778-8440 (Tiếng Việt)
- Textee DÉJELOYA al 333888 - Aplican cargos de mensaje y datos.
- Aplicación quitSTARTexternal icon—Disponible solo en inglés.
Los ataques de asma de Jamason C. fueron provocados por el humo de segunda mano.
“Tenía 16 años y había gente fumando cerca de mí. Sentí como un apretón en el pecho, trataba de respirar, de llenar de aire mis pulmones. No lo podía aguantar”.
Historias de la vida real acerca del asma:
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