Historias personales sobre la tuberculosis
La historia de Jerry
Jerry afrontó muchos obstáculos cuando le diagnosticaron la enfermedad de tuberculosis. Nunca se hubiera imaginado cuánto iba a cambiar su vida a causa de la tuberculosis. “En realidad, la tuberculosis me salvó la vida, de verdad”, dice Jerry.
A Jerry no le preocupó cuando su prueba cutánea de la tuberculina tuvo un resultado positivo. Había estado yendo al mismo refugio para personas sin casa durante años y estaba familiarizado con la prueba cutánea de la tuberculina de rutina que requerían. En el pasado había tenido resultados positivos en esa prueba, y con la radiografía de tórax de seguimiento siempre se había descartado la enfermedad de tuberculosis.
“Soy veterano, entonces fui al hospital del Departamento de Asuntos de los Veteranos (VA) y me hice una radiografía de tórax. No me pareció gran cosa, no me preocupó mucho. Nunca he tenido malos resultados en una radiografía de tórax”, recuerda Jerry.
Sin embargo, esta vez fue diferente. Los resultados de su radiografía de tórax indicaban que tenía enfermedad de tuberculosis activa. La administradora de caso en el Departamento de Asuntos de los Veteranos estaba tratando de comunicarse con Jerry para que comenzara a tomar los medicamentos contra la tuberculosis y asegurarse de que no transmitiera la enfermedad a otras personas.
“En el Departamento de VA me habían estado buscando porque mi teléfono no funcionaba y mi administradora de caso no sabía cómo encontrarme. Entonces se comunicó con un amigo que me conocía muy bien. Mi amigo se contactó conmigo y me dijo que llamara al Departamento de VA porque me estaban buscando”, agrega Jerry.
Fue en esos momentos que Jerry empezó a considerar verdaderamente hacer cambios en su vida. Sabía que tenía que contactar al Departamento de VA e iniciar un proceso de recuperación. Pronto fue internado en el Centro de Enfermedades Infecciosas de Texas.
Jerry trabaja ahora como electricista en el hospital donde recibió tratamiento.
“Ese fue probablemente el principal factor que dio vuelta la situación. En realidad, la tuberculosis me salvó la vida, de verdad. El día que me internaron, dejé de fumar, dejé de beber y dejé de consumir drogas”, recuerda Jerry.
Mientras estaba en el hospital recibiendo tratamiento para la tuberculosis, Jerry también comenzó a recibir ayuda para resolver otros problemas de salud por parte del personal del hospital, y asistencia legal con respecto a otros problemas de su pasado. Pudo conseguir su licencia para manejar y renovar su licencia de electricista. Incluso pudo conseguir trabajo como electricista en el hospital.
“Si estás haciendo lo correcto y las personas ven que estás haciendo lo correcto, van a ayudarte. Independientemente de los obstáculos que afrontes, alguien en algún lugar va a tener un trabajo para darte”, dice Jerry.
Cuando Jerry reflexiona sobre sus vivencias con la tuberculosis, se sorprende de hasta dónde lo han llevado. Ahora se ha convertido en un portavoz sobre la tuberculosis y quiere que quienes la tienen sepan que también se van a mejorar.