La emergencia por radiación de Fukushima: las lecciones aprendidas

Señal de advertencia: peligro nuclear

El 11 de marzo es el aniversario de la emergencia por radiación de Fukushima en Japón. Infórmese más sobre la radiación y las emergencias por radiación para ayudarle a saber qué hacer si ocurriera otro desastre.

El 11 de marzo marca el aniversario del desastre del reactor nuclear Fukushima Daiichi en Japón en el 2011. El desastre de Fukushima hizo resaltar dos temas importantes para el futuro de la prevención y preparación para accidentes en plantas de energía nuclear:

  • Los desastres naturales pueden poner a prueba los límites de las protecciones implementadas por los seres humanos en las plantas nucleares.
  • Muchos de los efectos de una emergencia por radiación en la salud pública no son causados ​​por la exposición a la radiación o la contaminación radiactiva.
Familias que se refugian en el interior después de un peligro de radiación

Personas desplazadas tras la emergencia de la planta nuclear de Fukushima en el 2011.

La combinación de un desastre natural e industrial

Ese día en el 2011, un terremoto de magnitud 9 provocó un tsunami de 40 pies que sobrepasó el rompeolas de 19 pies construido para proteger la planta. La inundación provocó daños generalizados en la planta nuclear Fukushima Daiichi, la cual emitió contaminación radiológica. Como en la mayoría de las emergencias, la situación siguió evolucionando. Durante los días tras el tsunami, el daño a los reactores aumentó, lo que provocó que se emitiera más radiación en el aire y el agua que rodeaba la planta de energía. Las órdenes de evacuación para las personas que vivían en el área cambiaron y se ampliaron.

Efectos en la salud pública que no provienen de la exposición a la radiación

Sorprendentemente, nadie murió por exposición a la radiación tras el incidente. Pero el desastre tuvo un trágico impacto secundario en las personas que vivían en el área. Los residentes que vivían cerca tuvieron que ser evacuados de inmediato y muchos fueron reubicados permanentemente, lo que causó daños físicos y mentales significativos para muchos de ellos. La Organización Mundial de la Salud y el Comité Científico de las Naciones Unidas para el Estudio de los Efectos de las Radiaciones Atómicas (Boletín de la Organización Mundial de la Salud [who.int]*, Informe del Comité Científico de las Naciones Unidas para el Estudio de los Efectos de las Radiaciones Atómicas [UNSCEAR] 2020/2021 para la Asamblea General* describieron un fuerte aumento en las muertes entre las personas mayores que fueron trasladadas a viviendas temporales, así como un mayor riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes. La falta de acceso a atención médica en la ubicación temporal probablemente fue un factor clave que contribuyó a estos efectos. La pérdida de conexiones sociales y lazos familiares, y la estigmatización de las personas del área de Fukushima, llevaron a un aumento en los problemas de salud mental y mayores tasas de trastorno por estrés postraumático (TEPT, o PTSD, por sus siglas en inglés) entre las personas que fueron evacuadas después del incidente. Los niños mostraron más problemas de hiperactividad, síntomas emocionales y problemas de conducta.

El peligro de la falta de información

El mundo vigilaba con ansiedad la situación en las semanas tras el tsunami para ver si la contaminación radiactiva se propagaría y afectaría a otras naciones y territorios. Aunque la radiación y la contaminación peligrosas no se propagaron más allá de Japón y no hubo muertes por exposición directa a la radiación, las preocupaciones generalizadas mostraron la necesidad de una mayor concientización y preparación para emergencias por radiación en todo el mundo.

En otros países, incluidos los EE. UU., los mitos y las percepciones equivocadas causaron preocupación e incertidumbre entre las personas, lo que llevó a algunas a tomar productos inadecuados y potencialmente dañinos comercializados como “antirradiación”. Por ejemplo, después de la emergencia por radiación de Fukushima, hubo informes de que algunas personas en la costa oeste de los EE. UU. compraron y tomaron yoduro de potasio (KI, por sus siglas en inglés) para protegerse. Aunque el KI puede proteger contra un radionucleido específico, el yodo radioactivo, tiene limitaciones en cuanto a los efectos y sobre cuándo debe tomarse. Tomar KI o cualquier otro medicamento cuando no se necesita puede ser dañino. También se informó que algunas personas tomaron otras sustancias que pensaron que brindarían una protección similar (como algas o sal yodada) y que también son dañinas cuando se consumen en grandes cantidades. Estos informes mostraron la necesidad de más educación y concientización sobre la radiación para que las personas sepan qué hacer y qué no hacer en una emergencia, cercana o lejana.

Mejorar la comunicación

Después de la emergencia de Fukushima, los CDC desarrollaron más información para el público y para los encargados de la planificación en salud pública sobre las emergencias por radiación y cómo prepararse para ellas. El sitio web de los CDC sobre emergencias por radiación tiene información sobre los tipos de emergencias por radiación, las medidas de protección que se deben tomar en caso de emergencias, cómo eliminar la contaminación si le llegara, fuentes seguras de alimentos y agua, mitos y percepciones equivocadas sobre la radiación y otros temas importantes.

En la mayoría de las emergencias por radiación, lo primero que se debe hacer es:

  • Vaya adentro. Busque refugio en una edificación segura y resistente, lo más lejos posible de ventanas y puertas.
  • Quédese adentro. Cierre las ventanas y las rejillas de ventilación para tratar de evitar que entre material radiactivo a su refugio, cámbiese de ropa y lávese (descontamínese) si cree que puede tener material radiactivo encima.
  • Manténgase en sintonía. Escuche el radio, la televisión, u otros medios de comunicación para saber qué medidas debe tomar a continuación. Es posible que en ciertas circunstancias (como en la emergencia de Fukushima), los funcionarios le digan que se vaya de su refugio (evacúe), pero hágalo solamente cuando se lo indiquen.

La mayoría de las comunidades tienen un plan establecido en caso de emergencia por radiación. Consulte con los líderes de su comunidad para obtener más información sobre el plan. Consulte, además, con la escuela de sus hijos, el hogar de ancianos de su familiar y con su empleador para saber qué planes tienen para responder ante una emergencia por radiación. En su casa, prepare un kit de emergencia que sea adecuado para cualquier tipo de emergencia. Es importante tener un radio de emergencia que funcione con baterías o que pueda operarse por medio de una manivela —de preferencia un radio meteorológico de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica— para cualquier situación de emergencia.

Los CDC también tienen numerosos recursos*, como capacitaciones, herramientas y recursos de comunicación para ayudar a las agencias de salud pública a prepararse y responder a una emergencia por radiación.

Infórmese más sobre la radiación y las emergencias por radiación para ayudarle a saber qué hacer si ocurriera otro desastre.

* Los enlaces a sitios web llevan a páginas en inglés.