Usted puede controlar el asma
¡Usted puede controlar el asma! Al controlar el asma, usted puede respirar mejor, ser tan activo como desee, dormir mejor, evitar ir al hospital y librarse de la tos y las sibilancias. Obtenga información sobre cómo controlar el asma en el sitio web de los CDC sobre el asma.
El asma es una de las enfermedades crónicas de por vida más comunes. Una de cada 13 personas en los Estados Unidos (alrededor de 25 millones) tiene asma, una enfermedad que afecta los pulmones y provoca episodios repetidos de sibilancias, sensación de falta de aire, presión en el pecho y tos.
Aunque el asma no se puede curar, se puede controlar con eficacia para reducir y prevenir los ataques, también conocidos como episodios de asma. El manejo eficaz del asma incluye saber reconocer los signos de advertencia de un ataque, evitar las cosas que puedan desencadenar uno y trabajar con su médico para crear su propio Plan de acción para el control del asma. Desde 1999, el Programa Nacional de Control del Asma de los CDC* ha trabajado para ayudar a millones de personas con asma en los Estados Unidos a que logren controlar esta enfermedad. Controlar el asma infantil y reducir las emergencias (CCARE*, por sus siglas en inglés), es el objetivo del programa de prevenir 500 000 hospitalizaciones y visitas a la sala de emergencias infantil debido al asma para el 31 de agosto del 2024.
Las muertes por asma han disminuido con el tiempo y han variado según las características demográficas*. La tasa de mortalidad por asma disminuyó desde 15 por cada millón en el 2001 hasta 12.6 por cada millón en el 2020. Se piensa que las muertes causadas por el asma son en gran parte prevenibles, en especial cuando se trata de niños y adultos jóvenes.
Las muertes por asma han disminuido con el tiempo.
En la mayoría de los casos, no sabemos qué causa el asma y no sabemos cómo curarla. Ciertos factores pueden hacer más probable que una persona tenga asma que otra. Por ejemplo, si un miembro de su familia tiene asma, usted tiene más probabilidades de tenerla. Los chequeos físicos periódicos que incluyen pruebas de funcionamiento de los pulmones y de detección de alergias pueden ayudar a su proveedor de atención médica a realizar el diagnóstico correcto. Luego, usted y su proveedor de atención médica pueden crear un Plan de acción para el control del asma, para manejarla y saber qué hacer de acuerdo con sus propios síntomas.
Un ataque de asma puede ocurrir cuando usted se expone a los “desencadenantes del asma”. Sus desencadenantes del asma pueden ser muy diferentes de los de otra persona. Sepa cuáles son sus desencadenantes y cómo evitarlos. Si no los puede evitar, esté pendiente por si tiene un ataque de asma. Algunos de los desencadenantes más comunes son el humo del tabaco, los ácaros del polvo, la contaminación del aire exterior, los alérgenos de cucarachas, las mascotas, el moho, el humo de la quema de madera o pasto y las infecciones como la gripe. Usar el medicamento para el asma que le recetaron según las indicaciones y evitar los desencadenantes comunes que provocan los síntomas del asma lo ayudarán a controlar su asma.
Asegúrese de estar al día con las vacunas que ayudan a proteger su salud. Las infecciones respiratorias como la influenza (gripe) pueden ser muy graves para usted, aunque su asma sea leve o los síntomas estén bien controlados con medicamentos. Las infecciones respiratorias pueden desencadenar un ataque de asma y empeorar sus síntomas, y es más probable que le provoquen otras infecciones, como la neumonía. Aplíquese las vacunas recomendadas para ayudar a mantenerse sano. Aprenda cómo manejar su asma durante una emergencia.
Recuerde: ¡usted puede controlar el asma!
* Los enlaces a sitios web llevan a páginas en inglés.