Volumen 10 — el 05 de septiembre de 2013
INVESTIGACIÓN ORIGINAL
Capacidad de los servicios médicos de emergencia para la atención prehospitalaria de accidentes cerebrovasculares en Carolina del Norte
Mehul D. Patel, MSPH; Jane H. Brice, MD, MPH; Kelly R. Evenson, PhD; Kathryn M. Rose, PhD; Chirayath M. Suchindran, PhD; Wayne D. Rosamond, PhD
Citación sugerida para este artículo: Patel MD, Brice JH, Evenson KR, Rose KM, Suchindran CM, et al. Emergency Medical Services Capacity for Prehospital Stroke Care in North Carolina. Prev Chronic Dis 2013;10:130035. DOI: http://dx.doi.org/10.5888/pcd10.130035.
REVISADO POR EXPERTOS
Resumen
Introducción
En evaluaciones previas de la capacidad de los servicios médicos de emergencia (EMS, por sus siglas en inglés) para atender accidentes cerebrovasculares se encontraron deficiencias en la educación y capacitación, el uso de protocolos y de herramientas de detección, y la planificación de transporte de los pacientes. Una encuesta del 2001 a proveedores de EMS en Carolina del Norte encontró que muchos de los sistemas de EMS no contaban con los servicios básicos para accidentes cerebrovasculares. Los esfuerzos recientes en todo el estado buscan estandarizar y mejorar la atención prehospitalaria de accidentes cerebrovasculares. El objetivo de este estudio fue evaluar la capacidad de atención de accidentes cerebrovasculares por parte de los EMS en Carolina del Norte y estimar los cambios producidos a nivel estatal desde el 2001.
Métodos
En junio del 2012 realizamos una encuesta en Internet sobre la educación y capacitación en accidentes cerebrovasculares, y las prácticas y políticas para la atención de estos entre los sistemas de EMS en Carolina del Norte. Usamos la prueba de McNemar para evaluar los cambios producidos entre el 2001 y el 2012.
Resultados
98 de 100 sistemas de EMS de Carolina del Norte respondieron a nuestra encuesta. La mayoría de los sistemas informaron brindar educación y capacitación al personal de los EMS (95 %), usar una escala validada de evaluación de accidentes cerebrovasculares o una herramienta de detección (96 %) y tener una política de notificación anticipada al hospital (98 %). Muchos resultaron subóptimos en la cobertura de temas básicos de educación en accidentes cerebrovasculares (71 %), la comunicación indefectible de los resultados de la detección de accidentes cerebrovasculars al hospital de destino (46 %) y el uso estricto de un plan escrito para determinar el hospital de destino (49 %). Entre los 70 sistemas de EMS de los cuales contamos con datos del 2001 y el 2012, observamos mejoras significativas en la educación sobre escalas de evaluación y herramientas de detección de accidentes cerebrovasculares (61 a 93 %, P < 0.001) y el uso de escalas validadas de evaluación y herramientas de detección de accidentes cerebrovasculares (23 a 96 %, P < 0.001).
Conclusión
En Carolina del Norte, se han producido mejoras en la atención de accidentes cerebrovasculares por parte de los EMS en la última década, especialmente en lo referente a la detección prehospitalaria de esta afección; sin embargo, se siguen necesitando mejoras en otras prácticas y políticas, como por ejemplo, el uso de planes de determinación del hospital de destino.
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