Volumen 10 — el 20 de junio de 2013
INVESTIGACIÓN ORIGINAL
¿Los vecindarios hacen que las personas sean activas o las personas hacen que los vecindarios sean activos? Evidencia de una comunidad planificada en Austin, Texas
Tamara Vehige Calise, DrPH, MEd; Timothy Heeren, PhD; William DeJong, PhD; Samuel C. Dumith, PhD; Harold W. Kohl III, PhD
Citación sugerida para este artículo: Calise TV, Heeren T, DeJong W, Dumith SC, Kohl HW III. Do Neighborhoods Make People Active, or Do People Make Active Neighborhoods? Evidence from a Planned Community in Austin, Texas. Prev Chronic Dis 2013;10:120119. DOI: http://dx.doi.org/10.5888/pcd10.120119.
REVISADO POR EXPERTOS
Resumen
Introducción
Aún no se comprende bien si los patrones de actividad física en distintas comunidades se pueden atribuir a los entornos construidos o si en cambio reflejan una autoelección. El objetivo de este estudio fue investigar las preferencias en un vecindario y la actividad física específica para una conducta entre los residentes que se mudaron a una nueva comunidad diseñada por un urbanista.
Métodos
Utilizamos datos de una encuesta del 2009 (n = 424) que se diseñó y administró para evaluar las preferencias en un vecindario y la actividad física específica para una conducta antes y después de que los residentes se mudaron. Los datos se agruparon y estratificaron por niveles de actividad física antes de la mudanza en grupos con actividad baja, mediana y alta. Utilizamos pruebas t de Student para muestras pareadas y la prueba de rangos con signos de Wilcoxon para comparar los puntajes antes y después de la mudanza, y usamos un análisis de varianza con el fin de comparar la media de cambios como una función del nivel de actividad física antes de la mudanza.
Resultados
Después de mudarse, el grupo con actividad alta siguió siendo significativamente más activo que los grupos con actividad mediana y baja (P < .001). Sin embargo, observamos el mayor aumento de actividad física total entre antes y después de la mudanza en el grupo con actividad baja (media de aumento de 176.3 minutos/semana) comparado con los grupos con actividad mediana (media de aumento de 69.5 minutos/semana) y alta (media de aumento de 67.9 minutos/semana). Los 3 grupos registraron aumentos significativos en caminatas en el vecindario como actividad de recreación. Las características del vecindario preferido, con los puntajes de cambio más significativos entre antes y después de la mudanza, fueron aquellas asociadas con más condiciones favorables para caminar.
Conclusión
Este estudio corrobora el rol que desempeña el entorno en la actividad física. Estos datos indican que mudarse a un vecindario que favorezca la actividad puede afectar de manera positiva los niveles de actividad física, en particular entre los residentes que habían sido previamente menos activos.
Las opiniones expresadas por los autores que colaboran en esta
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