INVESTIGACIÓN ORIGINAL
Investigación de la disparidad entre la prevalencia de tensión psicológica no específica entre hispanos de Nueva York y de todo el país.
Navegar por este artículo
Sandra S. Albrecht, PhD, MPH; Katharine H. McVeigh, PhD, MPH
Citación sugerida para este artículo: Albrecht SS, McVeigh KH. Investigation of the disparity between New York City and national prevalence of nonspecific psychological distress among Hispanics. Prev Chronic Dis 2012;9:110104. DOI: http://dx.doi.org/10.5888/pcd9.110104.
REVISADO POR EXPERTOS
Resumen
Introducción
En la Ciudad de Nueva York, la prevalencia ajustada por edad de tensión psicológica no específica (NPD, por sus siglas en inglés) en hispanos es el doble que la de los blancos no hispanos; a nivel nacional, hay poca disparidad entre los hispanos y los blancos. Nos propusimos explicar la tendencia de la disparidad en la Ciudad de Nueva York.
Métodos
Los datos se tomaron de la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud del 2006 y de la Encuesta de Salud Comunitaria de la Ciudad de Nueva York del mismo año. Los encuestados con puntajes mayores de 12 en la escala K6, una escala pequeña utilizada para la detección de los trastornos de salud mental, se definieron como que tenían NPD. Análisis multivariados controlados por ascendencia hispana, estatus socioeconómico (nivel educativo, situación laboral e ingresos), lugar de nacimiento, idioma de la entrevista y características de salud.
Resultados
En la Ciudad de Nueva York, la disparidad entre hispanos y blancos se estableció completamente después de considerar la concentración desproporcionada de estatus socioeconómico bajo entre hispanos (razón de probabilidad de NPD, 0.81; IC del 95%, 0.60-1.11). Estos factores también influyeron parcialmente en las diferencias entre los hispanos de la Ciudad de Nueva York y de los Estados Unidos, pero la prevalencia de las NPD en general en esa ciudad se mantuvo elevada con respecto a todo el país.
Conclusión
La alta prevalencia de NPD en los hispanos de la Ciudad de Nueva York se atribuyó principalmente a las grandes disparidades en el estatus socioeconómico; las diferencias entre esa ciudad y los Estados Unidos se mantuvieron pero no fueron específicas de los hispanos. Las intervenciones en la Ciudad de Nueva York con el fin de abordar las disparidades raciales o étnicas en cuanto a la salud pueden coincidir con las que buscan hacerle frente a las desigualdades socioeconómicas. Se necesitan más estudios sobre la alta prevalencia general de NPD en la Ciudad de Nueva York para obtener información que ayude al diseño y a definir la dirección de las intervenciones.
Introducción
Los trastornos mentales están entre las causas principales de enfermedades y muertes en los Estados Unidos (1). La tensión psicológica no específica (NPD), es un grupo de síntomas afectivos comunes a una gama de trastornos psiquiátricos que no son específicos de uno solo (2). Es necesaria la vigilancia de las NPD a nivel nacional y de la comunidad para definir las intervenciones con el fin de prevenir enfermedades más graves.
Aunque la prevalencia de enfermedades crónicas es mayor en hispanos, el mayor grupo minoritario en los Estados Unidos, en comparación con los blancos no hispanos, los estudios no han mostrado una tendencia similar de disparidad en las NPD. Muchos estudios, por ejemplo, demuestran una prevalencia similar o menor de NPD y otros resultados de salud mental adversos en los hispanos en comparación con los blancos (3,4-6). La Ciudad de Nueva York es una excepción a esta tendencia; allí, la prevalencia de NPD es casi el doble de alta entre los hispanos que entre los blancos no hispanos (7).
Estas diferencias en la prevalencia siguen siendo poco comprendidas. La distribución diferencial de correlaciones conocidas de las NPD puede proporcionar una explicación. El sexo femenino, estatus socioeconómico (SES, por sus siglas en inglés) bajo, cambio en la situación marital (divorcio, separación, viudez), enfermedades crónicas y la preferencia del idioma español se han caracterizado en la literatura científica como factores de riesgo de NPD (3,7-11). La prevalencia de estas correlaciones puede ser mayor entre hispanos en la Ciudad de Nueva York en relación con los blancos no hispanos en esa ciudad y en los Estados Unidos. No se sabe si esta mayor prevalencia se traduce en mayores tensiones.
La variación en los resultados de tensión y depresión entre los grupos étnicos dentro de la más amplia categoría de “Hispanos” también puede dar una explicación a la disparidad entre los hispanos de la Ciudad de Nueva York y los de todos los EE. UU. Por ejemplo, el grupo étnico puertorriqueño ha sido asociado a un mayor riesgo de problemas de salud mental en comparación con el cubano, mexicano y otros grupos hispanos (6,12-15). Estas diferencias pueden surgir de factores sociales relacionados con la discriminación, la migración y la cultura (16). La mayoría de los hispanos en los EE. UU. son mexicanos; en cambio, en la ciudad de Nueva York, la población hispana es más heterogénea, compuesta principalmente por puertorriqueños y dominicanos (17). Con base en los hallazgos que destacan la variación en los resultados de salud mental entre los grupos hispanos, anticipamos que las distintas estimaciones de prevalencia de NPD entre la Ciudad de Nueva York y los Estados Unidos pueden atribuirse en parte a la composición diferente en la población hispana.
Utilizando datos representativos de los Estados Unidos y de esa ciudad a nivel nacional y local, exploramos la manera en que estos factores podían explicar el alto riesgo de NPD entre los hispanos de la Ciudad de Nueva York en relación con los blancos no hispanos y con los hispanos en los EE. UU. Estos hallazgos pueden guiar el diseño y la definición de las intervenciones sobre salud mental.
Métodos
Fuentes de información
Utilizamos información de participantes blancos no hispanos y de hispanos de 18 años de edad o mayores, de la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud (NHIS) del 2006 y de la Encuesta de Salud Comunitaria (CHS) de la Ciudad de Nueva York del mismo año. La NHIS la lleva a cabo anualmente el Centro Nacional de Estadísticas de Salud y representa a la población no institucionalizada de los Estados Unidos. La encuesta recolecta información detallada sobre indicadores sociodemográficos y de salud física y mental, mediante entrevistas en persona en hogares realizadas en inglés o en español (18). Debido a que la NHIS está a disposición del público y utiliza información sin identificación personal, los análisis que utilizan estos datos estaban exentos de revisión por un comité de ética institucional. En el 2006, la muestra de adultos encuestados incluyó 24,275 personas. De estos, 496 no respondieron las preguntas sobre tensión psicológica. Después de limitar la muestra a los participantes que se autoidentificaron como blancos no hispanos o hispanos, nuestra muestra de los EE. UU. estuvo compuesta por 18,405 adultos.
La CHS es una encuesta telefónica anual de discado aleatorio de aproximadamente 10,000 adultos no institucionalizados de la Ciudad de Nueva York que lleva a cabo el Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York. La recolección de datos y el análisis fueron aprobados por el comité de ética institucional de la agencia. La CHS está diseñada como una muestra aleatoria estratificada que se realiza para proporcionar estimados de vecindarios y de toda la ciudad para los indicadores de salud física y mental (19). La información se recolectó por medio de entrevistas telefónicas en múltiples idiomas, con la ayuda de computadoras. De las 9,683 entrevistas realizadas en el 2006, 51 fueron excluidas debido a la falta de respuesta a algunas preguntas. Al reducir la muestra a los participantes que se identificaron como hispanos o blancos no hispanos, quedaron 6,148 adultos.
Variable dependiente
La NPD se midió utilizando la escala K6, una escala pequeña validada para el uso con diversos grupos raciales o étnicos que está diseñada para pruebas de detección de trastornos de salud mental en la población en general (20,21). La escala, utilizada por la NHIS y la CHS del 2006, se creó utilizando teoría de respuesta al ítem, un proceso que selecciona el mejor subgrupo de ítems de un universo mayor, y que se caracteriza por una alta especificidad y sensibilidad diferencial limitada entre los grupos raciales y étnicos. Para caracterizar el NPD, se incluyeron preguntas de diferentes encuestas sobre salud mental y se seleccionaron las 6 mejores. La escala K6 les pregunta a los encuestados con qué frecuencia en los 30 días anteriores se sintieron “tristes”, “nerviosos”, “inquietos”, “desesperanzados”, “inútiles” o que “todo les costaba trabajo”. Las respuestas se miden en una escala de 0 (“ninguna vez”) a 4 (“todo el tiempo”) y después se suman (rango de 0 a 24). Como convención, los encuestados con puntajes mayores a 12 en la escala K6 se clasificaron como que tenían NPD (20).
Variables independientes
Nuestros análisis se limitaron a los siguientes 6 grupos raciales o étnicos: blancos no hispanos, puertorriqueños, dominicanos, mexicanos, centro o sudamericanos y otros hispanos. Las covariables se escogieron por anticipado e incluyeron las que han sido definidas en las publicaciones científicas como factores tradicionales correlacionados a la tensión psicológica: edad, sexo, estado civil (casado, cambio en situación marital, nunca se ha casado), lugar de nacimiento (en los Estados Unidos, otro), idioma de la entrevista (inglés, otro), nivel educativo (menos de secundaria superior, graduado de secundaria superior, algunos estudios universitarios, graduado universitario), situación laboral (empleado, desempleado, encargado de las tareas del hogar, jubilado, estudiante) e índice de pobreza por ingreso, el cual está relacionado con el ingreso anual del hogar con respecto al umbral de pobreza federal para un hogar de ese tamaño y composición (<100%, 100%-199%, 200%-399%, ≥400%, desconocido) (7-10). También examinamos los indicadores de salud asociados a tensión psicológica en las publicaciones científicas: estado de salud autorreportado (excelente o bueno, regular o malo), estatus de diabetes (haber tenido o no) y tener asma actualmente (sí o no) (6,7).
Análisis estadístico
Todos los análisis se realizaron utilizando SUDAAN versión 9 (Research Triangle Institute, Research Triangle Park, North Carolina) con métodos de linearización de las series Taylor para ajustarlos al diseño complejo de la encuesta. Se aplicaron ponderaciones recomendadas para los datos de la NHIS y de la CHS con el fin de obtener estimaciones de prevalencia de NPD representativas para cada categoría racial o étnica en las encuestas. Todas las estimaciones se ajustaron por edad de acuerdo con la población estándar de Estados Unidos en el 2000 (22). Realizamos análisis bivariados de NPD para ciertas características sociodemográficas, estratificadas por encuesta y grupo étnico. Las comparaciones entre los grupos raciales o étnicos y otras características sociodemográficas en cada encuesta se evaluaron utilizando el estadístico t. Los valores P de menos de .05 se consideraron significativos.
Después de comparar los grupos dentro de cada encuesta, expandimos nuestro análisis para comparar las encuestas. Los datos de la NHIS y de la CHS se combinaron y preponderaron para permitir las comparaciones estadísticas entre las poblaciones de los Estados Unidos y las de la Ciudad de Nueva York. Utilizando una serie de modelos de regresión logística multivariada, cada uno de los cuales incluyó una interacción entre la raza o grupo étnico y la fuente de la encuesta (p. ej., la población de la Ciudad de Nueva York frente a la población de los EE. UU.), analizamos el papel de las correlaciones conocidas de las NPD con respecto a la diferencia entre el nivel de los blancos hispanos en esa ciudad y su nivel en los Estados Unidos. Nuestros análisis primero consideraron a los hispanos como un grupo único y luego separaron los diversos grupos de ascendencia hispana. Los modelos base solo se ajustaron por edad y luego, en una serie de modelos secuenciales más complejos, se agregaron otras características demográficas, indicadores SES (nivel educativo, situación laboral e ingresos), lugar de nacimiento e idioma de la entrevista, así como medidas del estado de salud. También evaluamos la interacción de estas covariables con la fuente de la encuesta porque sus asociaciones con NPD en la Ciudad de Nueva York fueron diferentes de las asociaciones en el resto de los Estados Unidos.
Resultados
Los puertorriqueños (30.5%), los dominicanos (25.9%) y los centro y sudamericanos (22.8%) fueron los grupos más comunes de hispanos en la Ciudad de Nueva York, mientras que en el resto de los Estados Unidos, la mayoría de los hispanos fueron mexicanos (61.2%), seguidos por los centro o sudamericanos (15.6%). En la Ciudad de Nueva York y en los Estados Unidos, los hispanos eran desproporcionadamente más jóvenes, tenían SES más bajo y una mayor tendencia a autorreportar estado de salud regular o malo (Tabla 1). Estas tendencias eran generalmente constantes entre los grupos de ascendencia hispana, aunque el alto desempleo parecía estar más concentrado en los puertorriqueños y dominicanos en la Ciudad de Nueva York y en los Estados Unidos. Los hispanos de esa ciudad tenían índices significativamente mayores de cambios maritales, SES más bajo, de entrevistas en idiomas distintos al inglés y de salud regular o mala en comparación con los hispanos de todo el país. Muchas de estas diferencias se concentraron en los puertorriqueños.
La distribución de los factores de riesgo fue diferente entre los grupos étnicos de la Ciudad de Nueva York en comparación con el resto de los Estados Unidos. En esa ciudad observamos índices levemente mayores, aunque no significativos de cambios maritales entre los hispanos en comparación con los blancos; en los Estados Unidos, se revirtió esta tendencia. La disparidad entre hispanos y blancos en cuanto a SES y estado de salud también era considerablemente mayor en la Ciudad de Nueva York.
En esta ciudad, la frecuencia de las NPD en hispanos fue el doble (9.3%) que en blancos (4.8%) (Figura). La prevalencia fue más alta en puertorriqueños (11.7%) y dominicanos (9.8%), los dos mayores grupos de ascendencia hispana en la Ciudad de Nueva York, y otros hispanos (9.9%), y todas la estimaciones eran significativamente mayores que las de los blancos en esa ciudad (4.8%). En los Estados Unidos, la prevalencia en los mexicanos fue de solo 2.9% y ningún grupo hispano mostró índices significativamente más altos de NPD en comparación con los blancos (2.8%). Con respecto a los hispanos en los EE. UU. en general (2.7%), los hispanos de la Ciudad de Nueva York tenían el triple de prevalencia de NPD. A excepción de los mexicanos, las estimaciones de NPD para cada grupo racial o étnico de la Ciudad de Nueva York (incluidos los blancos) eran significativamente mayores en comparación con sus respectivas contrapartes raciales o étnicas en todo el país.
Figura. Prevalencia ajustada por edad de la tensión psicológica no específica según la raza o el grupo étnico, Encuesta de Salud Comunitaria (CHS) del 2006 y Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud (NHIS) del 2006. En la CHS, la diferencia entre el grupo de referencia de blancos y todos los grupos hispanos, con excepción de los mexicanos y los centro y sudamericanos, fue significativa en P < .05. En la NHIS, no hubo diferencias significativas entre las razas y los grupos étnicos. La diferencia entre la CHS y la NHIS para todos los grupos raciales o étnicos, con excepción de los mexicanos, fue significativa en P < .05. La tensión psicológica no específica se definió con un puntaje >12 en la escala K6. [También hay disponible una versión tabular de esta figura].
Análisis bivariados
En la mayoría de los casos, las NPD eran especialmente prevalentes en las personas de mediana edad, en mujeres y en personas de SES bajo (Tabla 2). Una excepción notable se daba en hispanos en EE. UU, en quienes no se observó nivel de educación. Para muchos factores de riesgo, la asociación con las NPD era más matizada y con tendencia a ser de contexto específico. Por ejemplo, la prevalencia fue mayor en los encuestados que no hablaban inglés en la Ciudad de Nueva York, pero no en los Estados Unidos. Para las covariables asociadas a NPD, los hispanos de la Ciudad de Nueva York tenían una prevalencia similar o mayor que los blancos, mientras que en todo el país, la prevalencia era mayor en los blancos que en los hispanos. En casi todos los niveles de cada covariable examinada, los hispanos de la Ciudad de Nueva York también tenían índices significativamente más altos de NPD en comparación con los hispanos de los EE. UU.
Análisis multivariados
En el Modelo 1, los hispanos de la Ciudad de Nueva York en general tenían el doble de probabilidad ajustada por edad de tener NPD que los blancos (Tabla 3). Los blancos y los hispanos en los EE. UU. tenían una probabilidad similar de NPD, alrededor de la mitad de los blancos de la Ciudad de Nueva York. En su conjunto, estos resultados demostraron una gran brecha ajustada por edad entre blancos e hispanos en la Ciudad de Nueva York y ninguna a nivel nacional. La interacción entre la raza o el grupo étnico y la fuente de la encuesta indica no solo que la disparidad entre hispanos y blancos era significativamente mayor en la Ciudad de Nueva York con respecto a todo el país, sino que la diferencia entre las brechas también fue significativa (P < .001).
Cuando se utilizó el Modelo 1 para evaluar las diferencias potenciales según la ascendencia hispana, se hizo evidente el contexto específico de la disparidad entre hispanos y blancos. Los resultados indican que las diferencias en la distribución de los grupos de ascendencia hispana entre la Ciudad de Nueva York y los Estados Unidos no son suficientes para explicar esta especificidad de contexto; la disparidad entre cada grupo de ascendencia hispana y los blancos era significativamente mayor (P = .02) en esa ciudad con respecto a la brecha análoga en los Estados Unidos.
En modelos subsiguientes, tuvimos en cuenta un número creciente de factores de riesgo. Las brechas generales entre la Ciudad de Nueva York y los Estados Unidos eran sólidas, o sea que, tener en cuenta estos factores de riesgo no explicó por qué las NPD eran más prevalentes en la Ciudad de Nueva York. Sin embargo, estas características explican la brecha en los grupos étnicos de esa ciudad. Al comparar el Modelo 3 con los 2 modelos previos, la desventaja socioeconómica desproporcionada de los hispanos en la Ciudad de Nueva York (y entre puertorriqueños, dominicanos y otros hispanos) con respecto a los blancos influyó totalmente en la mayor probabilidad de NPD. En los Estados Unidos, salieron a la luz las diferencias raciales y étnicas que habían estado ausentes: Los hispanos en general, y en especial los dominicanos y mexicanos, tenían una probabilidad más baja de NPD que los blancos de EE. UU. La interacción entre la raza o grupo étnico y la encuesta, sin embargo, no fue significativa, lo cual confirmó que las diferencias contextuales en la disparidad entre hispanos y blancos se explicaban completamente al tomar en cuenta los indicadores SES.
Ajustes adicionales por lugar de nacimiento e idioma de la entrevista en el Modelo 4 revirtieron de hecho la brecha entre raza y grupo étnico en la Ciudad de Nueva York, y la preservaron en los Estados Unidos, aunque no siguió siendo significativa. En la Ciudad de Nueva York, este hallazgo se extendió específicamente a los dominicanos, mexicanos y centro y sudamericanos, mientras que en los Estados Unidos, los dominicanos mantuvieron esta ventaja. Esta regresión solo mostró una alta probabilidad de NPD en la Ciudad de Nueva York para los encuestados que no hablaban inglés (no se muestran los datos).
Los controles adicionales para los indicadores del estado de salud (haber tenido diabetes, tener asma actualmente y salud autorreportada) no cambiaron las estimaciones del Modelo 4 y por lo tanto no se muestran.
Discusión
Nuestros hallazgos indican que la desventaja socioeconómica es una explicación clave de por qué la prevalencia de NPD es mucho mayor en hispanos que en blancos en la Ciudad de Nueva York, una tendencia que no se observó en todo el país. Mostramos que las disparidades socioeconómicas entre hispanos y blancos son mayores en la Ciudad de Nueva York que en los Estados Unidos. Además, proporcionamos evidencia de que los factores de riesgo de NPD están correlacionados más fuertemente con enfermedades en la Ciudad de Nueva York en comparación con todo el país. Al tener en cuenta estas tendencias se explicó completamente el nivel de NPD en la Ciudad de Nueva York, ya sea considerando a todos los hispanos como un grupo único o clasificados según la ascendencia. Después de tener en cuenta el lugar de nacimiento e idioma de la entrevista, la disparidad en la Ciudad de Nueva York se revirtió y coincidió con la observada en los Estados Unidos. En la Ciudad de Nueva York, esta tendencia se observó más fuertemente en dominicanos, mexicanos y centro y sudamericanos.
Nuestro hallazgo de que la prevalencia de NPD varía entre los hispanos concuerda con las publicaciones científicas tradicionales (4,9). Estudios previos han identificado a los puertorriqueños con un riesgo especialmente alto de NPD y de otros resultados de salud mental adversos en comparación con otros grupos hispanos, y los mexicanos están entre los subgrupos con la menor prevalencia (6,12,23,24). Las tendencias que reportamos concuerdan con estos estudios. Investigaciones previas han sugerido que los mexicanos pueden estar protegidos contra la aparición de trastornos mentales a pesar de la desventaja socioeconómica y hay evidencia de que esta protección puede no extenderse a otros grupos hispanos (6,25,26). Esta dinámica sugirió que la heterogeneidad entre hispanos en la Ciudad de Nueva York habría sido una explicación justificada de la disparidad que tienen de NPD frente a los blancos no hispanos. Confirmamos que en esa ciudad, la mayoría de los hispanos son de ascendencia puertorriqueña, mientras que a nivel más extenso en Estados Unidos la mayoría son de ascendencia mexicana. Sin embargo, en nuestro análisis empírico encontramos que tener en cuenta solamente las diferencias de ascendencia no era suficiente para explicar la disparidad en la Ciudad de Nueva York; seguían siendo necesarias las consideraciones adicionales de factores sociodemográficos.
Aunque podíamos explicar la disparidad entre hispanos y blancos en la Ciudad de Nueva York, nuestro análisis no podría aplicarse para la mayor prevalencia de NPD en general en esa ciudad en comparación con los Estados Unidos. Varios factores pueden explicar este resultado. Las diferencias en la administración de la encuesta pueden haber influido. La CHS es una encuesta que se lleva a cabo por medio de líneas telefónicas fijas, mientras que la NHIS se realiza en persona; las encuestas telefónicas pueden hacer que los entrevistados se sientan menos inhibidos para expresar sentimientos negativos. La dinámica de la reducción de la muestra selectiva de los 2 tipos de encuestas también puede ser diferente (27). Más allá de esta dinámica de medición, también se pueden tener en cuenta factores contextuales. En áreas urbanas también se encontró una mayor prevalencia de trastornos psiquiátricos (28,29). Por lo tanto, factores relacionados con residir en la Ciudad de Nueva York, el ritmo de vida, el costo de vida y la mayor percepción y exposición al terrorismo, pueden influir en la mayor prevalencia de NPD. Estudios futuros en otras áreas metropolitanas grandes en los Estados Unidos pueden ayudar a despejar estos interrogantes que siguen sin respuesta.
Nuestros análisis tuvieron limitaciones adicionales. En primer lugar, todos los datos fueron autorreportados; estos datos pueden confundir patrones culturales sobre la expresión afectiva con dificultades psicológicas reales. Muchos estudios han documentado que los inmigrantes hispanos menos aculturados tienden a expresar más modismos relacionados con el estado de ánimo y la ansiedad, conocidos como “nervios”. Esta tendencia se ve especialmente fuerte en puertorriqueños. La expresión de estos modismos puede que no necesariamente indique tensión psicológica como se entiende clínicamente (30). La validación de la escala K6 para el uso entre los grupos raciales o étnicos se realizó en muestras representativas a nivel nacional (20). Las muestras nacionales de hispanos están compuestas mayoritariamente de mexicanos; la validez de la escala puede que no se extienda a otros subgrupos hispanos como puertorriqueños y dominicanos. También notamos una mayor prevalencia de NPD en los encuestados que no hablaban inglés en la Ciudad de Nueva York, incluidos los blancos no hispanos. Este hallazgo puede requerir un análisis más profundo de otras versiones para idiomas distintos al inglés de la escala K6.
A pesar de estas limitaciones, aprovechamos la disponibilidad de muestras grandes representativas de las poblaciones de la Ciudad de Nueva York y de los Estados Unidos. Tuvimos en cuenta las diferencias en la composición étnica de los hispanos como un factor probable que afectara los índices de tensión psicológica. Nuestro análisis señala el papel central que tiene el nivel socioeconómico de los hispanos y de los blancos en la Ciudad de Nueva York al explicar la disparidad de NPD en las razas o grupos étnicos de la ciudad. Nuestros hallazgos sugieren que las intervenciones de salud mental deben dirigirse a las poblaciones de SES bajo y abordar los factores de riesgo socioeconómicos directamente. Se necesitan investigaciones futuras para analizar las razones de la alta prevalencia general de NPD en la Ciudad de Nueva York para obtener información que ayude al diseño y a la orientación de las intervenciones en toda la ciudad y en otras poblaciones urbanas.
Agradecimientos
Este proyecto fue posible gracias al Programa Epi Scholars del Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York, patrocinado por la Fundación Josiah Macy Jr.
Datos sobre la autora
Autora responsable de la correspondencia: Sandra S. Albrecht, PhD, MPH, Center for Social Epidemiology and Population Health, University of Michigan, 1415 Washington Heights, 3rd Fl, Ann Arbor, MI 48109-2029. Teléfono: 917-609-5899. Correo electrónico: ssalb@umich.edu. La doctora Albrecht también está afiliada al Programa Epi Scholars de la Ciudad de Nueva York, del Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York, Nueva York, Nueva York.
Afiliaciones de la autora: Katharine H. McVeigh, Oficina de Servicios de Epidemiología, Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York, Nueva York, Nueva York.
Referencias bibliográficas
- Croft JB, Mokdad AH, Power AK, Greenlund KJ, Giles WH. Public health surveillance of serious psychological distress in the United States. Int J Public Health 2009;54 Suppl 1:4-6.
- Dohrenwend BP, Shrout PE, Egri G, Mendelsohn FS. Nonspecific psychological distress and other dimensions of psychopathology. Measures for use in the general population. Arch Gen Psychiatry 1980;37(11):1229-36.
- Alegria M, Canino G, Shrout PE, Woo M, Duan N, Vila D, et al. Prevalence of mental illness in immigrant and non-immigrant US Latino groups. Am J Psychiatry 2008;165(3):359-69.
- Breslau J, Aguilar-Gaxiola S, Kendler KS, Su M, Williams D, Kessler RC. Specifying race-ethnic differences in risk for psychiatric disorder in a USA national sample. Psychol Med 2006;36(1):57-68.
- Breslau J, Kendler KS, Su M, Gaxiola-Aguilar S, Kessler RC. Lifetime risk and persistence of psychiatric disorders across ethnic groups in the United States. Psychol Med 2005;35(3):317-27.
- Bratter JL, Eschbach K. Race/ethnic differences in nonspecific psychological distress: evidence from the National Health Interview Survey. Soc Sci Q 2005;86(3):620-44.
- McVeigh KH, Galea S, Thorpe LE, Maulsby C, Henning K, Sederer LI. The epidemiology of nonspecific psychological distress in New York City, 2002 and 2003. J Urban Health 2006;83(3):394-405.
- Vega WA, Rumbaut RG. Ethnic minorities and mental health. Annu Rev Sociol 1991;17:351-83.
- Strine TW, Dhingra SS, Okoro CA, Zack MM, Balluz LS, Berry JT, et al. State-based differences in the prevalence and characteristics of untreated persons with serious psychological distress. Int J Public Health 2009;54 Suppl 1:9-15.
- Kessler RC, Berglund P, Demler O, Jin R, Koretz D, Merikangas KR, et al. The epidemiology of major depressive disorder: results from the National Comorbidity Survey Replication (NCS-R). JAMA 2003;289(23):3095-105.
- Alegria M, Canino G, Stinson FS, Grant BF. Nativity and DSM-IV psychiatric disorders among Puerto Ricans, Cuban Americans, and non-Latino whites in the United States: results from the National Epidemiologic Survey on Alcohol and Related Conditions. J Clin Psychiatry 2006;67(1):56-65.
- Moscicki EK, Rae DS, Regier DA, Locke BZ. The Hispanic Health and Nutrition Examination Survey: depression among Mexican Americans, Cuban Americans and Puerto Ricans. In: Gaviria M, Arana JD, editors. Health and behavior: research agenda for Hispanics. Chicago (IL): University of Illinois Press; 1987. p. 145-59.
- Potter LB, Rogler LH, Moscicki EK. Depression among Puerto Ricans in New York City: the Hispanic Health and Nutrition Examination Survey. Soc Psychiatry Psychiatr Epidemiol 1995;30(4):185-93.
- Yang FM, Cazorla-Lancaster Y, Jones RN. Within-group differences in depression among older Hispanics living in the United States. J Gerontol B Psychol Sci Soc Sci 2008;63(1):P27-32.
- Guarnaccia PJ, Good BJ, Kleinman A. A critical review of epidemiological studies of Puerto Rican mental health. Am J Psychiatry 1990;147(11):1449-56.
- Zsembik BA, Fennell D. Ethnic variation in health and the determinants of health among Latinos. Soc Sci Med 2005;61(1):53-63.
- Census 2000 brief: the Hispanic population 2000. US Census Bureau; 2001. http://www.census.gov/prod/2001pubs/c2kbr01-3.pdf. Accessed November 2, 2009.
- 2006 National Health Interview Survey (NHIS) public use release. National Center for Health Statistics; 2007. ftp://ftp.cdc.gov/pub/Health_Statistics/NCHS/Dataset_Documentation/NHIS/2006/srvydesc.pdf. Accessed November 1, 2009.
- Community Health Survey 2006 methods. New York City Department of Health and Mental Hygiene. http://www.nyc.gov/html/doh/html/survey/survey-2006.shtml. Accessed November 1, 2009.
- Kessler RC, Andrews G, Colpe LJ, Hiripi E, Mroczek DK, Normand SL, et al. Short screening scales to monitor population prevalences and trends in non-specific psychological distress. Psychol Med 2002;32(6):959-76.
- Kessler RC, Barker PR, Colpe LJ, Epstein JF, Gfroerer JC, Hiripi E, et al. Screening for serious mental illness in the general population. Arch Gen Psychiatry 2003;60(2):184-9.
- Klein RJ, Schoenborn CA. Age adjustment using the 2000 projected US population. Healthy People Statistical Notes, no. 20. Hyattsville (MD): National Center for Health Statistics; 2001.
- Alegria M, Mulvaney-Day N, Torres M, Polo A, Cao Z, Canino G. Prevalence of psychiatric disorders across Latino subgroups in the United States. Am J Public Health 2007;97(1):68-75.
- Shrout PE, Canino GJ, Bird HR, Rubio-Stipec M, Bravo M, Burnam MA. Mental health status among Puerto Ricans, Mexican Americans, and non-Hispanic whites. Am J Community Psychol 1992;20(6):729-52.
- Almeida J, Subramanian SV, Kawachi I, Molnar BE. Is blood thicker than water? Social support, depression and the modifying role of ethnicity/nativity status. J Epidemiol Community Health 2009;65(1):51-6.
- Rodriguez N, Mira CB, Paez ND, Myers HF. Exploring the complexities of familism and acculturation: central constructs for people of Mexican origin. Am J Community Psychol 2007;39(1-2):61-77.
- Blumberg SJ, Luke JV. Wireless substitution: early release of estimates from the National Health Interview Survey, July-December 2007. National Center for Health Statistics; 2008. http://www.cdc.gov/nchs/data/nhis/earlyrelease/wireless200805.pdf. Accessed November 2, 2009.
- Dhingra SS, Strine TW, Holt JB, Berry JT, Mokdad AH. Rural-urban variations in psychological distress: findings from the Behavioral Risk Factor Surveillance System, 2007. Int J Public Health 2009;54 Suppl 1:16-22.
- Blazer D, George LK, Landerman R, Pennybacker M, Melville ML, Woodbury M, et al. Psychiatric disorders. A rural/urban comparison. Arch Gen Psychiatry 1985;42(7):651-6.
- Guarnaccia PJ, Lewis-Fernandez R, Marano MR. Toward a Puerto Rican popular nosology: nervios and ataque de nervios. Cult Med Psychiatry 2003;27(3):339-66.
Tablas
Tabla 1. Características de la muestra según raza o grupo étnico, CHS 2006 y NHIS 2006
Características | Razas o grupos étnicos en la Ciudad de Nueva York (CHS), % | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Blancos (n = 3,765)a | Todos los hispanos (n = 2,383))a | Puertorriqueños (n = 831)a | Dominicanos (n = 597)a | Mexicanos (n = 200)a | Centro o sudamericanos (n = 514)a | Otros hispanos (n = 241)a | |
Edad ≥65 y | 22.5b | 9.4c | 14.5c | 8.5c | 1.6b,c | 7.7c | 12.0c |
Sexo femenino | 51.6 | 55.1b | 60.5b,c | 57.5 | 47.7 | 52.2 | 49.1 |
Cambio en situación maritald | 19.0 | 21.3b | 25.5b,c | 23.9c | 11.1c | 19.2 | 21.4 |
<Educación secundaria superior | 6.6b | 36.0b,c | 30.4c | 40.3c | 56.0b,c | 29.8c | 27.5b,c |
Desempleado | 7.9 | 17.4b,c | 24.9b,c | 20.7c | 11.4 | 10.1b | 12.0 |
Índice de pobreza por ingresoe <100% | 8.9b | 31.9b,c | 25.7b,c | 33.9c | 54.6b,c | 28.6b,c | 21.3b,c |
Nacido en el extranjero | 24.8b | 58.1c | 1.3b,c | 82.1c | 93.4b,c | 83.9c | 53b,c |
Entrevista en idioma diferente al inglés | 6.6b | 47.5b,c | 18.4b,c | 63.7b,c | 83.1b,c | 52.9b,c | 27.5c |
Salud autorreportada regular o mala | 16.7b | 26.2b,c | 29.5b,c | 31.1b,c | 20.7b | 20.9b | 23.8b,c |
Características | Razas o grupos étnicos en EE. UU. (NHIS), % | ||||||
Blancos (n = 14,243)a | Todos los hispanos (n = 4,162)a | Puertorriqueños (n = 422)a | Dominicanos (n = 138)a | Mexicanos (n = 2,581)a | Centro o sudamericanos (n = 647)a | Otros hispanos (n = 374)a | |
Edad ≥65 y | 18.6 | 8.1c | 13.3c | 6.9c | 6.4c | 7.7c | 16.5 |
Sexo femenino | 51.8 | 48.7c | 51.8 | 63.9c | 46.9c | 51.2 | 48.8 |
Cambio maritald | 17.5 | 13.1c | 17.7 | 22.8 | 11.0c | 15.9 | 15.0 |
<Educación secundaria superior | 12.1 | 40.2c | 30.1c | 39.5c | 46c | 35.8c | 17.9c |
Desempleado | 8.5 | 9.4 | 15.4c | 21.3c | 8.8 | 6.3 | 9.6 |
Índice de pobreza por ingresoe <100% | 6.6 | 16.8c | 18.2c | 26.0c | 17.3c | 16.2c | 10.5c |
Nacido en el extranjero | 4.4 | 61.1c | 50.7c | 82.1c | 57.5c | 88.5c | 42.7c |
Entrevista en idioma diferente al inglés | 0.3 | 26.4c | 9.8c | 28.6c | 27.1c | 34.3c | 24.8c |
Salud autorreportada regular o mala | 11.1 | 13.6c | 15.7c | 15.5c | 13.5c | 11.5 | 15.1c |
Tabla 2. Prevalencia ajustada según la edad de tensión psicológica no específicaa, según ciertas características, CHS 2006 y NHIS 2006
Características | Ciudad de Nueva York (CHS), % | Estados Unidos (NHIS), % | Diferenciab | |||
---|---|---|---|---|---|---|
Blancos (n = 3,765) | Hispanos (n = 2,383) | Raza blanca (n = 14,243) | Hispanos (n = 4,162) | Blancos | Hispanos | |
Edad (años) | ||||||
18-24 | 2.1 | 4.6 | 2.0 | 1.6 | 0.1 | 3.0 |
25-44 | 3.3 | 7.3c | 2.7 | 2.1 | 0.6 | 5.2d |
45-64 | 6.6 | 14.2c | 3.9 | 4.6 | 2.7 | 9.6d |
≥65 | 7.4 | 8.9 | 2.0 | 3.0 | 5.4 | 5.9d |
Sexo | ||||||
Masculino | 3.9 | 6.9c | 2.3 | 1.8 | 1.6d | 5.1d |
Femenino | 5.6 | 11.2c | 3.4 | 4.1 | 2.2d | 7.1 d |
Estado civil | ||||||
Casado o en unión libre | 3.0 | 6.3c | 2.4 | 2.5 | 0.6 | 3.8d |
Cambio en situación maritale | 11.8 | 11.8 | 5.5 | 4.5 | 6.3d | 7.3d |
Nunca se casó | 5.1 | 12.6c | 4.1 | 3.0 | 1.0 | 9.6d |
Nivel educativo | ||||||
<Secundaria superior | 10.9 | 13.6 | 7.7 | 2.7c | 3.2 | 10.9d |
Secundaria superior | 7.5 | 7.5 | 2.8 | 3.2 | 4.7d | 4.3d |
Algunos estudios universitarios | 4.6 | 6.7 | 3.0 | 2.6 | 1.6 | 4.1d |
Graduado universitario | 3.3 | 3.7 | 1.0 | 3.4 | 2.3d | 0.3 |
Situación laboral | ||||||
Empleado | 2.8 | 7.1c | 1.3 | 1.2 | 1.5 | 5.9d |
Desempleado | 20.2 | 18.8 | 16.3 | 10.6c | 3.9 | 8.2d |
Encargado de las tareas del hogar | 3.2 | 9.1c | 2.7 | 2.2 | 0.5 | 6.9d |
Jubilado | 6.6 | 2.4 | 0.7 | 3.5 | 5.9 | −1.1 |
Estudiante | 1.0 | 21.9c | 2.3 | 3.5 | −1.3 | 18.4 |
Índice de pobreza por ingreso, %f | ||||||
<100 | 12.6 | 13.1 | 9.3 | 5.8c | 3.3 | 7.3d |
100-199 | 10.8 | 10.2 | 7.7 | 1.9c | 3.1 | 8.3d |
200-399 | 8.0 | 6.8 | 2.1 | 3.1 | 5.9d | 3.7 |
≥400 | 1.9 | 2.0 | 1.3 | 2.5 | 0.6 | −0.5 |
Lugar de nacimiento | ||||||
Nacido en los Estados Unidos | 4.1 | 10.4c | 2.8 | 3.3 | 1.3d | 7.1d |
Nacido en el extranjero | 6.7 | 8.5 | 3.1 | 2.8 | 3.6d | 5.7d |
Idioma de la entrevista | ||||||
Inglés | 4.0 | 8.0c | 2.8 | 3.1 | 1.2d | 4.9d |
Otro idioma | 13.2 | 10.4 | 3.2 | 2.5 | 10.2d | 7.9d |
Ha tenido diabetes | ||||||
Sí | 11.0 | 25.7c | 8.3 | 5.0 | 2.7 | 20.7d |
No | 4.4 | 8.3c | 2.5 | 2.6 | 1.9d | 5.7d |
Con asma actualmente | ||||||
Sí | 17.7 | 25.4 | 6.5 | 8.1 | 11.2d | 17.3d |
No | 4.2 | 8c | 2.5 | 2.7 | 1.7d | 5.3d |
Estado de salud autoevaluado | ||||||
Bueno o excelente | 2.4 | 4.6c | 1.5 | 1.6 | 0.9d | 3d |
Regular o malo | 17.6 | 20.1 | 16.4 | 9.4c | 1.2 | 10.7d |
Tabla 3. Probabilidad ajustada por edad de tensión psicológica no específicaa, según la raza o el grupo étnico, Ciudad de Nueva York frente a los Estados Unidos, CHS 2006 y NHIS 2006
Panel de raza o grupo étnico | Modelo 1 (ajustado por edad)b | Modelo 2 (agrega sexo y estado civil) | Modelo 3 (agrega SESc | Modelo 4 (agrega lugar de nacimiento e idioma de la entrevista)d |
---|---|---|---|---|
Todos los grupos hispanos combinados | ||||
Hispanos en la Ciudad de Nueva York (referencia, blancos en la Ciudad de Nueva York), AOR (IC 95%) | 2.09 (1.65-2.64) | 1.87 (1.47-2.37) | 0.81 (0.60-1.11) | 0.63 (0.45-0.90) |
Blancos en los EE. UU. (referencia, blancos en la Ciudad de Nueva York), AOR (IC 95%) | 0.56 (0.43-0.72) | 0.59 (0.46-0.77) | 0.46 (0.34-0.62) | 0.50 (0.37-0.67) |
Blancos en los EE. UU. (referencia, blancos en la Ciudad de Nueva York), AOR (IC 95%) | 0.55 (0.39-0.77) | 0.58 (0.41-0.83) | 0.32 (0.21-0.48) | 0.37 (0.22-0.60) |
Hispanos en los EE. UU. (referencia, blancos en los EE. UU.), AOR (IC 95%) | 0.98 (0.75-1.28) | 0.99 (0.76-1.29) | 0.69 (0.50-0.95) | 0.74 (0.48-1.13) |
Interacción entre razas o grupos étnicos y encuesta, valor P | <.001 | <.001 | .40 | .58 |
Grupos hispanos separados por ascendencia (referencia, blancos no hispanos en la misma encuesta) | ||||
Puertorriqueños, AOR (IC 95%) | ||||
Ciudad de Nueva York | 2.58 (1.90-3.49) | 2.14 (1.57-2.90) | 0.79 (0.53-1.16) | 0.71 (0.46-1.10) |
Estados Unidos | 1.80 (1.02-3.17) | 1.71 (0.97-3.02) | 0.92 (0.49-1.74) | 0.94 (0.49-1.79) |
Dominicanos, AOR (IC 95%) | ||||
Ciudad de Nueva York | 2.26 (1.58-3.25) | 1.99 (1.37-2.88) | 0.80 (0.51-1.25) | 0.50 (0.30-0.85) |
Estados Unidos | 0.69 (0.34-1.39) | 0.59 (0.30-1.14) | 0.26 (0.12-0.54) | 0.27 (0.12-0.64) |
Mexicanos, AOR (IC 95%) | ||||
Ciudad de Nueva York | 1.63 (0.86-3.09) | 1.74 (0.91-3.29) | 0.67 (0.30-1.48) | 0.37 (0.15-0.88) |
Estados Unidos | 0.90 (0.66-1.23) | 0.94 (0.68-1.28) | 0.64 (0.44-0.94) | 0.68 (0.41-1.10) |
Centro y sudamericanos, AOR (IC 95%) | ||||
Ciudad de Nueva York | 1.37 (0.89-2.11) | 1.29 (0.84-2.01) | 0.78 (0.47-1.29) | 0.51 (0.29-0.89) |
Estados Unidos | 0.83 (0.41-1.70) | 0.79 (0.38-1.62) | 0.71 (0.33-1.51) | 0.74 (0.34-1.64) |
Otros hispanos, AOR (IC 95%) | ||||
Ciudad de Nueva York | 2.24 (1.24-4.04) | 2.10 (1.14-3.90) | 1.25 (0.57-2.74) | 1.01 (0.46-2.22) |
Estados Unidos | 1.06 (0.41-2.74) | 1.09 (0.42-2.82) | 0.94 (0.31-2.85) | 0.99 (0.32-3.10) |
Interacción entre razas o grupos étnicos y encuesta, valor P | .02 | .02 | .20 | 0.36 |
Las opiniones expresadas por los autores que colaboran en esta
revista no son necesariamente compartidas por el Departamento de Salud y
Servicios Humanos de los Estados Unidos, el Servicio de Salud Pública, los
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades o las instituciones a
las cuales están afiliados los autores.
Los enlaces a organizaciones no federales se ofrecen solamente como un servicio a nuestros usuarios. Estos enlaces no constituyen un respaldo de los CDC ni del gobierno federal a estas organizaciones o a sus programas, ni debe inferirse respaldo alguno. Los CDC no se hacen responsables por el contenido de las páginas web de organizaciones individuales que pueda encontrar en estos enlaces.